La tentación en faldas> En una larga mesa, adornada de tal elegancia que parecía estar hecha para realeza, se encontraban los asistentes más ilustres de aquel evento que uniría no a dos, sino a tres familias para siempre…o hasta que la muerte decidiera separar a los futuros novios. Todos esperaban expectantes la llegada de Nayla. Era la cena de ensayo antes de la boda y como era costumbre todas las atenciones estaban en la novia. Ella sería la estrella más brillante de aquel navío, la verdadera protagonista. —Estás preciosa, vas a dejar al bombón mafioso de trasero perfecto con la quijada en el suelo. —aseguró Louis y Nayla le echó una mirada asesina. —No me he vestido así por Alessandro, él no me importa. —refutó Nayla con vehemencia. —En ese restaurante solo hay un hombre que

