La novia en llamas
La tentación sería la reina de aquella noche, pues mientras que Elettra se preparaba para enloquecer a Romeo, en el restaurante Nayla sentía que Alessandro iba a desquiciarla solo con su presencia.
El problema para Nayla no era tenerlo en aquel navío, pues ella misma le había enviado una invitación y sería hipócrita decir que no deseaba volver a verlo. El problema estaba en sentirlo tan cerca después de saber a través de una maldita carta que seguía siendo un cobarde que alegaba amarla, cuando en realidad pertenecía a otra mujer, una que eligió antes que a ella y a su hijo.
-Alessandro, creí haber escuchado que estabas comprometido con Martina Leone. -habló Percy atrayendo la atención del supuesto mejor amigo de su prometida, que obviamente deseó poder matarlo con la
