–¿Y eso? –la pregunté aun sorprendida por su afirmación. –¿Quieren que se lo cuente? –preguntó ella sonriendo. –Sí, ¡claro! –dijo Flora que ya había reaccionado–. ¡Claro que queremos!, ¿por qué ha hecho esa afirmación?, ¡no es natural tocar ese tema! –Bueno, tiene razón –dijo ella–, pero cuando a una le han pasado ciertas cosas, no sé, creó que no es para que se lo coma ella solita. –¡Coma!, ¿qué quiere decir? –Bueno, pues eso, que las he visto aquí y me he dicho, creo que a estas les va a interesar el tema, y mira, que hace tiempo que me pasó, y les aseguro que nunca se lo he contado a nadie. –¿Y por qué va a confiar en nosotras, si no nos conoce? –le preguntó Flora sorprendida. –Bueno, es cierto que no nos habíamos visto antes, pero sí, estoy segura de que son de fiar –dijo miránd

