LXXVII Capítulo 77: Las verdades ocultas. TIM COLTON Mis ojos estaban fijos en los de Venus, ambos recordando lo que pasó esa noche donde planeamos matar a Patricia, nunca había pensado como podía amar tan ciegamente a alguien, literalmente maté por ella; por nosotros, en mi mente no había nadie más que Venus, mi mente estaba fuera de control, tenía enterado que era un amor enfermizo sin condiciones, desenfrenado, fue culpa suya y mía, estábamos metidos en el mismo hoyo donde nos unía algo más fuerte que el amor, nos unían secretos incontables. Secretos peligrosos que nos mandarían al infierno… Pero nadie era bueno, que tire la primera piedra quien no cometió ningún pecado. —No pasó —continuó Venus mientras aun manteníamos la conversación en la sala, extrañamente siempre que la

