Capítulo 8: El viaje de negocios. VENUS MANSON El resto de la semana había pasado tan extraño y rápido que apenas podía procesarlo. Cesar se había mudado conmigo, Alomi no puso objeciones, más bien pareció encantada cuando le dije que Cesar pagaría la renta, él se había ofrecido y realmente lo agradecíamos. Era raro vivir con él, es decir, estábamos todavía en un periodo de adaptación donde me acostumbraba a su orden extremo; no le gustaba nada sucio (lo que me obligaba a limpiar más de lo que lo hacía antes) y él siempre dejaba la tapa de váter abierta, aun así tenía que cuidarlo en algunas ocasiones porque seguía con el yeso en la pierna y muchas veces no podía meterse a la ducha o salir, pero al menos no discutíamos tanto. Periodo de adaptación. Sin embargo una que otra

