Capítulo 9: Viaje inolvidable. Cuando llegué a la librería, tenía que trabajar, decidí comprar un pequeño ponqué de chocolate para compartirlo con César y darle mi maravillosa noticia del viaje, tenía que estar con personas que sí tenían un futuro en mi vida, no con hombres casados y mujeriegos que solo querían jugar conmigo. ─Llegas un minuto tarde ─dijo César escribiendo algo en su cuaderno. Creo que nunca se le quitaría la costumbre de decirme eso. Él estaba sentado en una silla alta, las muletas a un lado, tenía mejor aspecto, sin embargo todavía tenía moretones. ─59 segundos no hacen un delito, amor ─murmuré. ─ ¿Cómo te fue en la empresa? ─dijo sin alzar la vista. Me coloqué frente a él del otro lado del mostrador y saqué el ponqué de chocolate colocándolo en la mesa.

