Infiel

AIDAN UN JOVEN PRODIGIO EN NEGOCIO

Se acostó, estuvo días sin salir de su dormitorio, su mente la traiciona al recordar ese acto s****l que presencio, hasta el hambre se le ha espantado, comiendo muy poco, su mente confundida. Sin saber lo que va a pasar, de seguro ella regresará a su casa y sus padres la encerrarán de por vida, por ser una vergüenza para la familia. Su padre le dio un esposo y ella no pudo ser una buena esposa, se sentía fatal, todo era su culpa en su mente.

«Él me irá a dejar a casa de mis padres, volver nuevamente, no es posible, seré la deshonra de mi familia, mi madre me castigará por ser mala esposa, sin embargo, él es el infiel, mi esposo se acostó e hizo cosas horribles con ella, aunque mirarlos hacer esas cosas, es como si fuera normal. Seré yo la culpable, eso dirá mi madre y no digamos mi padre, mejor me quedo quieta». Divagaba en su mente mientras lloraba su desgracia.

Los días pasaron y ella se armó una rutina inconscientemente, de bajar a recibir el sol y oír los pájaros y ver la fuente, nadie se metía con ella, era rara la vez que se encontraba con un m*****o de la familia, más cuando usaba el camino que la empleada le mostró. Desde que utiliza el velo la ofendían menos, hasta la felicitaban por la decisión de ocultar su rostro, les hacía un favor a todos.

El día que Camilo se iba de viaje, ella observa desde la ventana de su habitación de cómo suben las maletas al auto, observa a Inés colgarse del cuello de su esposo, ante la mirada de todos, como si eso fuera normal. Camilo antes de subirse al auto miro hacia la ventana, Katerina al verlo se emocionó un poco, sentía que él se iba a arrepentir y correría hacia ella. No obstante, él sonrió y agito la cabeza negativamente, eso hizo que se le helara la sangre. Los ve alejarse de la propiedad.

Las horas pasan y ella decide salir un rato para ver la caída del sol, siente asfixiarse en su dormitorio, al fin y al cabo, él se ha ido con ella y solamente le toca aceptarlo. Por estar perdida en sus pensamientos no tomo la ruta que suele tomar, se fue por la que emplean los miembros de la familia, se encuentra con Margarita y su hermano Timoteo.

—¡¡Cuñada!! —dice con sarcasmo, Timoteo. Ella se sorprende, y nota que ha bajado por las escaleras.

—Katerina, que bueno verte, ven a la sala y platiquemos, ahora que te pones ese velo es más fácil hablar contigo. —ella la toma de la mano y la lleva a la sala. Timoteo se ríe y se marcha—Siéntate, tengo algo que contarte, ya que Inés se fue con mi hermano, no sé a quién contarle mi felicidad.

—Yo solamente iba al jardín.

—Sí, ya lo sé qué pasas horas ahí, viendo la nada, a veces das lástima.

—¿Qué desea decirme? —Katerina no quiere entrar en detalles ni que la sigan ofendiendo.

—Ah, eso, dentro de dos días vamos a tener un huésped bien importante, tengo la corazonada de que será el hombre de mi vida, lo que quería pedirte es que no te aparezcas dentro de la casa, como hoy, usa las puertas de servicio, que ni se dé cuenta de que existes en esta casa.

—¿Por qué?

—Es que das vergüenza, no quiero ofenderte ni nada de eso, de hecho me caes bien, pero eres horrible, y no quiero que el invitado se sienta ofendido. ¿Entiendes eso?

—Sí, yo comprendo. —expresó con tristeza.

—Gracias, es que quiero impresionarlo, si lo logro seré la señora de O’Sullivan, eso será una bomba, ya deseo conocerlo.

—¿Es su prometido?

—No por los momentos, pero lo será pronto. No queremos espantarlo ¿Verdad?

—No se preocupe, seré invisible para su invitado.

—Qué bueno, estoy más tranquila.

Después de eso, Margarita se fue a su habitación a ver que atuendos utilizara para la llegada de Aidan. Katerina se fue a su sitio favorito, camino un momento meditando en todo, ahora que habrá un invitado en casa es como que si esa persona también se burlara de su aspecto. Suspira, siente que su vida en esa casa nunca fue importante, se cuestiona si vale la pena que se sacrifique por un matrimonio que no ha sido consumado y que no la aceptan.

»» ———— AIDAN ———— ««

Por fin soy libre, logre recuperar ese cargamento de perfumería, ya que exportamos a todos los países europeos, mi padre y tíos construyeron este imperio de la perfumería de alta calidad. Desde que tome la responsabilidad de la presidencia de una de las empresas, donde me toca visitar varios países para hacer la promoción, soy cara de la empresa. Mi amigo Paulo me invito a su casa a pasar mis vacaciones, nos conocimos aquí en Irlanda cuando él estaba estudiando.

—Hijo, te cuidas, aún no estamos de acuerdo de ese viaje. Es que tu padre sabes lo estricto que es y se imagina cosas. —mi padre teme que una mujer sea más astuta que yo y me obligue a hacer cosas que después me arrastre a la infelicidad.

—Tranquilo, iré a casa de un amigo, además solamente será una semana, no puedo descuidar las cosas aquí.

—Aun así, nos hablas por teléfono todos los días, no queremos pasar un día sin escucharte. —mis padres son personas humildes, siempre mantienen los pies sobre la tierra, y eso he heredado de ellos, el dinero no nos define.

—Lo haré, se los prometo, todo estará bien.

Después de la cena me retiré a mi dormitorio, mi amigo me ha enviado unas fotografías, sonrió porque al parecer quiere hacerle de cupido, me ha enviado varias fotos de su hermana. Es muy linda la chiquilla, aunque no llama mi atención, talvez cuando hable con ella podamos entendernos, me gustaría tener conectes y lazos en ese país, de esa manera podremos ampliar nuestro mercado.

Soy el hermano mayor de cuatro hermanos, dos que apenas están por graduarse, tengo un hermano que está en silla de ruedas, él corría en autos de carrera y sufrió un accidente y el otro que hace poco se casó, muy joven para mi gusto, pero se enamoró y se le metió en la cabeza que deseaba casarse con la joven. Mirando la foto de la joven se ve muy decente, mis padres nunca se han fijado en la apariencia y eso nos han transmitido a nosotros, aunque la gente nos califique de que somos dioses griegos, no obstante, sabemos con certeza quienes somos.

—Hermanos, estás despierto.

—Sí, entra.

—¡¡Ha pasado algo urgente!!

—¿Qué? —mi hermano menor es un poco curiosos, siempre sabe lo que sucede en esta casa.

—Es nuestro hermano, se ha peleado con su mujer.

—¡Otra vez! Ese ya es cuento viejo, déjalo, para mañana se han reconciliado.

—El problema es que ella le dijo que no quería hijos, porque deseaba emprender junto a unas amigas y mi hermano se molestó, ya que ella puso su plan en acción y no le dijo nada.

—Eso estuvo malo, pero no te involucres, es mejor que ellos lo arreglen. No hagas el problema más grande, en matrimonios no te involucres.

—Eso mismo dijo mi padre. Aunque me duele que mi hermano sufra de esa manera.

—Vete a dormir, estoy cansado.

Me enfoqué en la empresa y lo que voy a hacer en Portugal, voy con la idea de hacer amistades y conocer personas importantes en ese país, el hermano de mi amigo es un buen potencial para hacer amistades, es un hombre reconocido en el ambiente de los negocios en ese país. Lo malo es que anda de vacaciones con su esposa, según me dijo mi amigo, ojalá que llegue antes de que yo regrese.

Los días pasaron con rapidez y yo emocionado, es primera vez que entro a ese país, no había tenido la oportunidad de ir. Mi amigo me cuenta buenas cosas de ahí, mi padre se encargó de llevarme al aeropuerto, no se despidió sin antes decirme que me cuide y que cuide mis acciones.

—Voy a hacer conexiones, no te preocupes, padre. Tengo establecido lo que voy a hacer en aquel país, espero todo salga como lo llevo planeado.

—No te vayas de fiesta y regreses muy tarde, no tenemos familia en ese país, no quiero que te pase nada malo. Tú disfruta sanamente y no te preocupes por los negocios, están bien cuidados por nosotros.

—Todo estará bien.

Mi padre me da un fuerte abrazo, ellos son muy cariñosos y eso nos han sembrado a cada uno, al subirme en el avión medite un poco en mis acciones que tendré en ese país, mi amigo me ha dicho que me quede en su casa para mayor seguridad. Aunque con eso que desea emparejarme con su hermana, lo estoy meditando. No me gusta causar problemas, pero ya veremos cómo me siento con ellos, si siento incomodidad buscare un buen hotel.