Contrato de amor

POV LARITZA No saben lo que sentí, lo horrible que me sentí, cuando solo me dieron un papel, el cual haría que mi vida, diera un giro drástico, algo que no estaba en mis planes y a lo que yo me negaba, ese mugre papel, que no leí, pero firme, confiando en su palabra, confiando en ellos, porque los amo, por qué son mis padres, ellos deberían protegerme como su hija, no hacer lo que hicieron, pero a ellos no les importo mi vida, pero a pesar de todo este horrible suceso, todo esto quedo en un acuerdo, en una promesa, solo nosotros dos, entre él y yo, ningúno de los dos diría absolutamente nada, pero podría tener consecuencias y aún así tome el riesgo, por qué sería jugar con un tercero, en realidad creo que no, dado que por la persona que se interpone, no siento nada, pero si la persona a la que amo, si él se entera, se que su corazón se rompería, realmente no quiero dejarlo, ni planeo hacerlo, esto tiene que acabar, pero la pregunta aquí es, ¿Cómo una chica de tan solo 17 años, puede lidiar con todo esto? tal vez, ya he dicho hasta este punto mucho, es mejor que conozcan un poco de esta historia y sepan de que estoy hablando. Todo transcurre en la ciudad donde vivo, Londell, una ciudad muy grande y con personas muy amables pero no nos centraremos en eso, si no en lo que me pasó. Mi historia comienza de esta manera. —Laritza, tenemos un  favor que pedirte, baja hija— Se escuchaba a mi joven madre, hablarme a lo lejos. —Voy mami— decía mientras bajaba las escaleras deslizándome, mire a mi cronómetro y estaba tan emocionada, esto se me había hecho costumbre y cada vez intentaba superar me ya que intento mejorar el tiempo de deslizamiento  —yuju , nuevo recórd— dije muy emocionada. —Cariño, la gente de nuestra clase no hace esas cosas y menos con ese vestido, tan hermosa que te ves y lo arruinas haciendo eso, cariño lo que haces no está bien, eres toda una señorita— decía mi madre mostrándose tranquila, y la gente de la que habla mi adorable madre, siempre he creído que es gente en la que no creo encajar — no lo puedo creer, mi pequeña cambio desde que lo conocio , un vago, alguíen sin futuro, alguien que no es bueno para ti y sobre todo, es mayor de edad, los hombres mayores, solo tienen intenciones oscuras, intenciones muy malas y saben dónde elegir, escojen a las chicas pequeñas como tú, ¿Cómo te compararas con alguien de 19?, tu solo tienes 17 años y por más que te digamos, nos ignoras, es obvio que mereces a alguien mejor, todavía de amigo, pues estaba bien, no teníamos nada que ver con él, pero fue horrible cuando te hiciste su novia.— decía mi madre un poco enojada y decepcionada, se es muy sabido, que no quiere a mi novio ni un poquito, ni ella, ni mi padre. —Ya mamá, solo coincidimos, fue el destino— dije juntando mis manos — y  nos gustamos, el destino nos quiso unir, pero ya— concluí, para pasar a otro tema, el cual era, para saber por qué me hablaron —¿Qué querian decirme?— dije mientras los miraba. Mi padre, mi querido padre, sacó solo unos "simples papeles",  "inofensivos", pero  eran esos papeles los cuales cambiarían mi vida por completo —solo tienes que firmarlo, sólo son requisitos que necesito hija, nos los pidieron en la escuela— se quedaron viendo de una manera muy extraña, en ese instante no comprendía y estaba realmente confundida, pero era más mi confianza en ellos, ya que era tan grande, son mis padres, así que no tome importancia en lo ansiosos que se veían por qué lo firmara. Y como he dicho, les tengo demasiada confianza que nunca pense que harían algo tan ruin, así que sin pensarlo y demostrando la gran confianza que les tenía a mis queridos padres, era raro, mi padre tapaba una parte del papel, pero aún así y sin tomar atención a estos hechos, firmé, estúpida, tonta, babosa, debiste leerlo sin importar que, yo no sabia que esto traería muchas cosas a mi vida. —Que maravilla hija, muchas felicidades, te amamos— decia mi madre tan alegre mientras me abrazaba y me quitaba los papeles. —Mamá, ¿te olvidaste de nuevo de la fecha de mi cumpleaños?, Si es así, no te preocupes, ya estoy acostumbrada— le decía mientras sonreía, a mi madre siempre se le olvidaba mi fecha de cumpleaños, confundía días y así, pero yo no sabía que por lo que me felicitaba, era más grande de lo que pensé. —No hija, es algo mejor, algo que cambiará tu vida, algo que es simplemente fabuloso— decía mi madre mientras bailaba con el papel— —¿Me compraron un carro o algo así?, No era necesario, no lo necesito— seguía confundida, así que fue lo único que se me ocurrrio. —No no no, hija es que, ay que emoción, es solo que ya estas, ¡CASADA!— decía mi madre con tanta emoción, mientras que lo último lo grito, mientras yo no sabía que decir, estaba en estado de shock. Pronto pude reincorporarme, para que notarán que estaba confundida. —¡IMPOSIBLE!— dije en un pequeño grito — Madre, yo yo yo, nunca me han pedido matrimonio, ni he aceptado— decía mirándola fijamente, esto cada vez se ponía más raro. De repente algo interrumpió nuestra plática, alguien había tocado el timbre, la ama de llaves atendió el llamado del timbre y abrió la puerta a los pocos segundos un joven un tanto apuesto entro, llevaba unas gafas  y unos frenillos, que lo hacían ver como todo un  nerd, ese conjunto de ropa, no lo ayudaban mucho, pero aún así se veia un poco apuesto, era alguien a quien por mucho tiempo no veía, ni dirigía palabra alguna, un mentiroso. —¡Mi yerno llego, Eithan llego!— mi mamá estaba demasiado emocionada, mientras que yo estaba muy confundida, llevaba mucho tiempo así así, no entendía que pasaba aquí. —Madre, el no es mi novio, ni amigos somos ya, creo que te confundes o me estás jugando una broma de mal gusto, ¿Cierto?— decía con un nudo en la garganta y conteniendo me las lágrimas. Pensaba que todo esto podría ser una broma. —Lo se, es cierto que no es el patán de tu novio y eso me alegra, no es ninguna broma, hija perdón, en este papel está confirmado que están casados. — dijo mi madre mientras me mostraba lo que había firmado. —Padre ¿Tú también estás implicado en esto?— dije esperando que mi padre lo negara. —Perdon hija— solo alcanzo a decir él. —¿ Q-qué me hicieron firmar?— una pequeña lágrima salía por mis ojos, ese era el momento más impactante de mi vida, casarme y sin que yo lo supiera, no lo hubiera querido así y menos con él. Pocos segundos tuvieron que transcurrir para que yo cayera en cuenta de todo lo que pasaba y de pronto no pude contenerme, lágrima tras lágrima salían, muy lentamente y rodaban por mis mejillas, hasta el punto de que no pude aguantar más, caí de rodillas y me puse a llorar, acompañado de un grito de desesperación, ¡No lo acepto! —no madre, esto no lo acepto y menos con él, no, ¡NO PUEDO! ¡ME NIEGO!— dije entre gritos. Mi madre me quedaba viendo con enojo por lo que acababa de decir. Ese joven con él que me obligaron, bueno no me obligaron realmente, si no me hicieron firmar algo, sin explicación, eso también fue mi error, no leer, él hace mucho tiempo fue mi mejor amigo, pero al yo tener  novio, nos distanciamos, ya que  él me dijo mentiras de mi Darren y eso no se lo iba a permitir, él es un egoísta, él me confeso su amor y solo por eso, se que mintio, para que cambiará a Darren, lo cual no pasaría, desde ese momento, ahí fue donde mi odio por Eithan, empezó, él sabía perfectamente, que odiaba las mentiras. *FLASHBACK* 5 meses antes Me alegraba tener estos días libres con Eithan, invite a mi novio pero estaba muy ocupado en el trabajo, así que solo éramos Eithan y yo. Ese día, vi que Eithan buscaba algo con desesperación, pero luego se percató que lo había olvidado. —Que tonto, se me olvidaron las servilletas, ya regreso, iré a comprarlas— dijo un poco avergonzado  —No te preocupes, te espero— le respondí con una sonrisa. Tiempo después, ya se había tardado mucho, y ya me estaba preocupando, pero al fin había llegado. Se veía tan preocupado. —¿Que te pasa Eithan?, ¿Estás bien?— dije con suma preocupación, observando que estuviera bien. —Claro que no lo estoy, vi a tu novio besándose con otra chica, todo lo que me dijo, por favor dejalo, no puedes seguir con él— me dijo muy desesperado, mientras me agarraba las manos, me enoje con tal comentario, así que me solté de su agarre de inmediato. —¿Por qué me mientes?, Eso es imposible, el me ama, no me mientas por favor, todos me pueden mentir, menos tú, se que él no te cae bien, pero por favor, no arruines mi relación, tú no— estaba tan triste por lo que me dijo, me esperaba esas mentiras de todos, menos de él, me dolió saber que el se rebajaría a algo así. —¡No puedo creer lo Laritza!, ¿cómo no puedes ver mis sentimientos?, ¿Cómo no puedes ver qué yo si te amo?, él no te quiere, por favor solo te busca por tu dinero, no sabes cuantas veces les ha dicho a todos que nada mas se case contigo, será el dueño del imperio Arunga, he visto como te trata, tu no mereces eso, yo lo he visto con otras chicas, haciendo cosas que no quiero decirte.— decía Eithan, se escuchaba como su voz se quebraba, sabía que él estaba al borde de las lágrimas, se veía tan deprimido en ese momento, ¡Mentiroso!. —Vaya, yo pensé que siendo mi mejor amigo, entenderías, pero veo que eres como mis padres, un controlador, no sé por qué inventas esas cosas, sabes que eres mi mejor amigo y no me gustan las mentiras, nunca creí que fueras así, no lo puedo creer de ti— dije mientras lloraba, no me podía contener, en ese momento, solo hasta ese momento, él era mi mejor amigo, yo solo podía decir en mi mente, por favor, no sigas, si sigues con esto, nuestra amistad ya no será la misma. —Laritza, no no es así, realmente yo te amo y si alguien te hace daño, no me lo perdonaría, esto que siento por ti, si es amor verdadero, estaría dispuesto a renunciar por todo, solo por ti, pero aunque tú no me aceptarás y nada de eso pasará, yo solo quiero que seas feliz, aún si no es conmigo, pero por favor, él no, quien sea, menos él por favor— quede sorprendida ¿A caso se me estaba confesando?, pero eso era lo de menos por el momento, las mentiras que me decía, eran mucho para mí, solo en ese entoces, en ese momento, me di cuenta, que toda la amistad que teníamos, él había decidido arruinarla. Con todo esto, me quedé sin palabras en ese momento, así que lo único que pude hacer fue, salir corriendo y no volver a hablarle y en la escuela, no nos dirigíamos palabra alguna. En mi mente solo pude repetir unas simples palabras. ¡Imposible!, Tu mientes. *Fin del FLASHBACK* Después de 5 largos meses, lo tenia frente a mi, estaba ahí parado, y estaba segura de que él sabía lo de esto y me imagino la emoción que sintió, se que estuvo muy alegre, por fin podiamos estar juntos, eso le debio de dar mucha felicidad a él, pero a mí no y ahi lo tenía, pero no de la manera que hubiera querido, no como esposo, no hubiera querido eso y me hacia recordar todas las mentiras que hizo que me peleará con Darren, si le reclamé, dude por un momento, pero luego Darren estuvo reclamándome de por qué dudaba de él y me tuve que disculpar, pase mucha vergüenza delante de él, por desconfiar,  y ahora Eithan y yo seguimos casados, no puede ser, me niego rotundamente. *Al día siguiente* —Madre, si es por dinero, no tienes que preocuparte, trabajaré duro y haré que todo mejore— decía con desesperación, tal vez, solo tal vez estábamos atravesando una gran crisis, tendría sentido y este matrimonio podría ser la solución, pero estaba equivocada. —No te preocupes hija, los negocios de tu padre están mejor que nunca y con este matrimonio, además de separarte de ese vago, bueno para nada, la empresa de tu padre y tu suegro, se unirán y será mejor para ambas familias y además de que tienes un marido tan bueno, es perfecto para tí— decía tan entusiasmada mi adorable madre, mientras empacaba. Ahora que estamos casados, me estaban obligando a vivir en una nueva casa, nuestra casa, Eithan y yo, viviríamos juntos, era mucho que procesar, estar casados era demasiado, pero ir me a vivir con él y ver le la cara todos los días, sobrepasaba mis límites. —¿Podrías dejar de empacar?, No me quiero ir de la casa— dije ya cansada de todo esto. —Hija, tu lugar es alado de tu marido, tu nos dejaste en claro que no quieres boda y es aceptable, pero aún así, debes vivir con él, ya les compramos su propia casa y lo mejor es que esta muy cerca, pueden venir o podemos ir, cuando queramos— decía con mucha emoción, guardando cada prenda. —¡MAMÁ!, solo tengo 17 años— decía mientras una lagrima recorría mi mejilla y sacaba ropa por ropa, yo realmente no me quería ir a vivir con él, pero a ellos no les importo, aún así, estaba obligada. — Y yo tenía solo 15 años cuando tu papá y yo nos casamos y ¿Sabes que querida?, Fue la mejor decisión de mi vida, es el mejor hombre que he conocido, y ahora deja de sacar la ropa por favor— dijo mientras volvía a meter toda la ropa y paso seguido, pude ver cómo cerraba la maleta — creo que esto bastara, luego te compramos más ropa cariño, además, tu nuevo marido te llenará de mucha ropa y amor, ya lo verás— dijo muy alegre