5. Nos encantaria trabajar contigo

798 Palabras
GREYSON ¿Pelotas? ¿Enserio, Boyle? De todas las palabras que hay en el mundo, ¿elegiste pelotas? Pero bueno, el lado positivo es que no ha visto a los chicos, solo a su líder. Aún, así, necesito mantener esta reunión a raya, incluidos mis propios pensamientos. Le ofrezco a Ashley otra sonrisa de disculpa. Es hora de volver a poner este acuerdo en marcha. —¿Quieres contarme más sobre tu empres? — —Si, de verdad que sí. Me encantaría contarte sobre Qué bonito regalo— Su tono cambia instantáneamente cuando menciona su negocio, lo que me hace estar aún más interesado en escuchar su discurso. Sonrió. Una sonrisa perfecta y profesional, mientras cruzo las piernas y las manos sobre el regazo. Soy un caballero, no un cavernícola que envía shots. —Quiero escucharlo todo, Ashley— La única forma de superar esta confusión es centrarse en los negocios. No en su cara bonita. No en esos hermosos ojos. Y definitiva no es en ese cabello oscuro que quiero enrollar alrededor de mi puño y tirar de el con fuerza. Cuatro putos meses…eso es lo que pasa a mi libido. No está funcionando a su máxima velocidad habitual. No, hoy está a toda velocidad. Esto es lo que pasa cuando tu propia mano se convierte en tu compañera más cercana. Hago un barrido mental completo, concentrándome en las palabras que dice Ashley. —Comencé Que bonito regalo cuando mi mejor amiga estaba embarazada y estaba abrumada. Empecé a hacerle pequeños regalos para ayudarla en las últimas semanas y, luego, cuando nació él bebe también— Mi sonrisa se hace más grande. —Eso es muy considerado— —Gracias. Siempre me ha gustado colmar de regalos a mis amigas, para ser sincera. Fue muy divertido hacerlo por ella. escuché de otras madres primerizas que también se sintieron abrumadas, lo cual no es sorprendente. Y pensé en servicios de comidas y suscripciones de entrega de alimentos, pero también quería hacer algo que no fuera simplemente utilitario— Asiento, me gusta su historia. —Si, estoy de acuerdo contigo. Lo utilitario y practico está bien, pero los pequeños lujos y caprichos también. En el negocio del vino nos encantan los lujos— Un destello de emoción ilumina sus ojos. —Exactamente. Quería ir más allá de las cajas de regalo prácticas y seleccionadas para las noches de citas, para ninguna ocasión en particular. Algo que pueda hacer que un martes normal sea especial: unca caja de bombones, aceite de masaje, tal vez una botella de vino— —Lo has hecho muy bien— le digo, recordando las notas de Bob. —Hoy en día, mucha gente quiere hacer regalos más auténticos. El auge de las tarjetas de regalo está empezando a decaer y los consumidores quieren pensar más en sus regalos— —¡Exactamente! La gente simplemente se da el lujo de regalarse tarjetas de regalo, pero mucha gente todavía quiere dar regalos significativos a sus amigos y seres queridos, y ahí es donde quería llevar Que bonito regalo— Mete la mano en una bolsa cavernosa que está en el suelo y saca algunas cajas para mostrarme. Su entusiasmo es contagioso. Es apasionada y está encantada y realmente parece que le importa. Mas que eso, estas cajas son fantásticas. Tienen un aspecto elegante, pero divertido. Charlamos más sobre los términos y las opciones y como se desarrollaría todo esto. Y como Bob dejo en claro sus deseos, solo me queda una cosa por decir. —Ashley, nos encantaría trabajar contigo. Y estoy seguro de que podemos continuar nuestra relación comercial y, al mismo tiempo, dejar esta situación incómoda— Sus ojos azules brillan. —Esta es una oportunidad tremenda— Me aclaro la garganta. —Fantástico. Te enviaré más detalles de los términos por correo electrónico— Pero cuando se pone de pie, su silla se acerca un poco mas y su rodilla roza la mía mientras nos levantamos. Miro sus piernas y luego levanto la vista. Fue menos de un segundo de contacto inocente, pero ambos parecemos fijarnos en ese momento más de lo que deberíamos. Cuando mis ojos se encuentran con los suyos de nuevo, se le corta la respiración, sus mejillas se sonrojan con brillantes manchas de color y un rubor le recorre el cuello. Puedo sentirlo en el aire…todas las posibilidades. Como tomarla entre mis brazos y besarla para quitarle el lápiz labial. Apuesto a que sería fantástico. Caluroso, húmedo y deshilachado. Y entonces recuerdo que hace menos de veinticuatro horas, Ashley recibió una fotografía espontanea de mi producto y ahora vamos a ser socios comerciales. Tendré ese recuerdo en mi mente cada vez que hable con ella y tengo miedo de sabotear este trato. Bob me matará si arruino esto.
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