el agua era tan fría que no pudo soportarlo más así que tomo la decisión de salir pero cuando se dió la vuelta se topo de frente con cuerpo de Darío haciendo que cayera al agua
ella se reincorporo de inmediato
- lo siento no lo ví - dijo marina quitando algunos mechones de su cara
-¿ me hablas de usted?- dijo Darío levantando la ceja
- lo siento - dijo ella bajando la mirada
-cariño no soy tan viejo solo dime Darío - dijo de manera coqueta a lo que ella solo sonrió
- está bien- dijo saliendo del agua
- ¿no ibas a nadar? - pregunto Darío
- no, el agua está congelada- respondió ella
los ojos de Darío se deleitaron al ver aquella figura que para el era perfecta
era casi como si la hubieran hecho solo para el, ella sintiendo la fuerza de su mirada se cubrió con la toalla
ante esto el se sintió decepcionado
pero cuando ella le sonrió este sentimiento desapareció por completo
- hace frío- dijo marina tiritando de frío el se sacó el abrigo y se lo puso sobre los hombros
- así estarás mejor cariño- dijo Darío
- gracias, pero ya me voy a mi habitación o me voy a congelar- dijo ella pero el no le permitió entregarle su abrigo
Marina caminaba devuelta al hotel cuando se dió cuenta que el iba al lado suyo
el viento comenzó a soplar fuerte el puso su brazo sobre sus hombros ella solo sonrió para si misma era más que evidente que este guapo hombre tenía interés en ella
no pudo evitar ponerse un poco roja
- sss, ¿siempre están frío aquí? - pregunto Marina tartamudo con nerviosismo
- no, solo cuando se acerca el invierno- constó el acercándose más a su cuerpo
finalmente llegó a su habitación ella le entrego su abrigo
- Gracias- dijo tímidamente entregandoselo
El estaba de pie frente a ella mirándola mientras en su mente la besaba desesperadamente
- ¿quieres tomar te conmigo? - pregunto Darío
ella no supo que contesta titubio un segundo antes de responder
- ya es algo tarde y quisiera tenerlo pero en mi habitación - dijo ella
- no hay ningún problema enseguida lo traigo- dijo Darío sin darle tiempo a responder se alejo con prisa
ella entro y se dirigió de inmediato al baño dandose un baño lo más rápido posible, se puso una pijama abrigadora pero linda, se peino un poco el pelo
al cabo de unos minutos más el llegó con una charola con té y pastelitos
sentados en una pequeña mesa uno frente al otro platicaron un largo rato sobre sus pasatiempos y cosas favoritas.
el pensó que tal vez su presencia le agradaba y no le era tan indiferente
tal vez incluso le podía gustar
- eres muy bonita- dijo el interrumpiendo lo que ella decía
- Gracias -respondio ella con pena bajando un poco la cabeza y sonriendo
- te lo han de decir todo el tiempo, debes tener muchos pretendientes- dijo el y en su mente no pudo evitar sentir celos, quería matar a cualquiera que se atreviera siquiera a respirar su aroma
- en realidad no, no tengo ni pretendientes ni nada por el estilo - dijo ella soltando un suspiro
el se sintió aliviado al escuchar eso no habría ningún otro al que tuviera que quitar del camino
- por qué no si eres hermosa - dijo el poniendo su mano sobre la de marina
ella se puso bastante roja al escuchar eso tanto que no supo como contestar y solo se llevó la taza a los labios desviando la mirada asia la ventana
- no, nolo soy- dijo Marina con voz tenue
- para mí lo eres- dijo el girando el rostro de María asia al suyo
-gracias- respondió ella sonriendo sonrojada
Darío sintió un impulso de valentía que le recorrió todo su cuerpo
- me gustas mucho, se que es muy apresurado pero quisiera poder conocerte más- dijo el por el influjo de la valentía inundando en su sangre, pero no quedo ni rastro de esta cuando Mariana se quedó en silencio
Darío sintió que algo por dentro se rompía prefería estar en cualquier lugar que en ese silencio incómodo
- tu también me gustas pero te acabo de conocer- dijo ella tímida
- eso es todo lo que necesitaba saber, que también sientes la misma atracción por mi- dijo Darío sonriendo de emoción
Marina sonrió al ver cómo a Darío le brillaban los ojos ante sus palabras le pareció algo muy tierno
cuando llegó el momento de despedirse
- es verdad lo que te he dicho, me gustas y quisiera que pudiéramos seguir compartiendo tiempo contigo tal vez se de algo más- dijo Darío conteniendo las ganas de besarla, abrazarla y hacerla suya
- a mi también me gustaría - dijo ella nerviosa
Darío le dió un beso en la mejilla
- buenas noches cariño- agrego
- sueña bonito - dijo ella cerrando la puerta
el se alejo sonriendo, se dirigió a su habitación cuando estuvo ahí pudo ver atravez del espejo doble que ella estaba recargada en la puerta sonriendo con alegría pero su pensamiento pronto se oscureció al recordar a su prometida que lo había engañado con su amigo, recordó con los había acabado y cuánto dinero había sacado de ese show.
pensar en matarla a ella era algo que le dolió pensar incluso si lo engañaba no podría hacerlo
- estoy loco, cómo puedo pensar en eso - dijo recargado su frente en el cristal
Marina se lavaba los dientes pensando en las palabras de Darío era la primera vez que ellos sentía algo como eso pues ni con Eduardo había sentido una atracción tan inmediata
- Darío me encanta mamá - pronunció marina esperando tener una repuesta mientras Darío la escuchaba por los micrófonos que había por toda la habitación
- tu también me encantas mi muñeca preciosa- dijo Darío con ternura y pasión en su voz
al día siguiente marina se levantó temprano por qué alguien tocaba la puerta y al abrirla pudo ver a una de las camareras sosteniendo un enorme ramo de rosas, Marina no pudo evitar sonreír de la emoción
sabía perfectamente quién las había enviado
- buenos días- dijo la camarera entregándole el ramo
- gracias- dijo Marina sonriendo
- Darío dijo que la esperaba en el lago- dijo la camarera y luego se alejo
Marina pudo darse cuenta que está camarera era muy bonita y con un cuerpo bastante sensual más parecía una modelo que una camarera pero a decir verdad así eran todas las camareras que había visto que eran bastante para un hotel vacío
pero no pensó mucho en el asunto y entro a la habitación y se vistió y arreglo lo más posible
cuando bajo las escaleras se encontró con María y Mirna
- Hola íbamos a buscarte- dijo Mirna
- Hola cómo están- dijo tratando de ocultar la prisa en su voz
- estamos desayunando en la cosina- dijo Mirna cuando Marina la interrumpió
- los veré más tarde- dijo Marina avanzando por las escaleras
pero Mirna la siguió y María hizo lo mismo
- ¿con quién?- pregunto Mirna
marina solo se detuvo y le mostró una sonrisa llena de ilusión
- Darío- respondió marina sonrojada
la cara de sorpresa de Mirna y María lo dijo todo
- me voy- dijo marina
- oye pero me lo contarás todo en la noche, con todos los detalles por salvajes y sexuales que sean- dijo Mirna riendo
-adios - dijo Mariana pudorosa
cuando Marina llegó hasta el lago Darío estaba esperándola con una enorme sonrisa
- estás hermosa - dijo Darío
-gracias, tu también estás muy guapo- dijo Marina algo apenada
el la abrazo, ella respondió al abrazo
Darío pudo sentir el olor de su cabello y su cuerpo comenzó a reaccionar al estímulo su mejilla rozo con la de marina pudiendo también sentir el olor de su piel
el no podía más se acercó lentamente a su boca para detenerse en el momento que ella se lo indicara pero no hubo una respuesta negativa por parte de Marina que se acercó más a los labios de Darío rosandolos suavemente
ambos se perdieron en un cálido y tierno beso pasaron varios minutos antes de separarse
- eres increíble - dijo Darío recargando su frente con la de marina y tomándole el mentón ella solo sonrió y lo abrazo
- yo...- iba a decir algo cuando Darío la interrumpió
- tus amigos nos ven- dijo el
marina giro solo para toparse con la mirada de Mirna, Eduardo y María viéndolos desde una de las ventanas
- disculpa- dijo marina sintiendo vergüenza de que los vieran de esa forma
- no importa, te tengo una sorpresa- dijo Darío guiando a marina al pequeño muelle donde estaba un bote
- ¿a dónde vamos?- punto Marina
- es una sorpresa- respondió Darío con una sonrisa