capitulo 2

1661 Palabras
el paisaje era hermoso al caer la tarde - falta mucho- dijo marina - estoy cansado y quiero orinar- dijo eduardo conpena -me duelen las piernas llevamos casi dos días sentado- dijo María tallando sus piernas Fernando se orillo hasta quedar totalmente detenido al costado de la carretera -hagan lo que tengan que hacer- dijo Fernando todos salieron del coche era un alivio estirar las piernas llevaban un día y medio viajando, por lo que el sueño había sido no solo muy poco si no muy malo al caer por completo la oscuridad todos subieron al coche el camino empezaba a ser terrible pues hacia al menos una hora había dejado la carretera en busca del campamento y la oscuridad era total salvo por sus propias luces -falta mucho- pregunto marina a Mirna ella busco en el mapa pero no dijo nada la poca luz de la cabina no era mucha ella inspeccionó unos segundos para luego checar su teléfono pero no había señal ella extendió el mapa asia Fernando el miro extrañado -creo que entramos por la parte trasera, tal vez tardemos un poco más para encontrarlo....- dijo luego un golpe sacudió el coche todos asustados se miraron los unos a los otros -¿están todos bien- pregunto Fernando volteando - si - contestaron que empezaron a bajar para ver un coche enfrente de ellos - ayyy por dios- dijo María viendo a un hombre con sangre en la cabeza bajar del coche junto con otros dos -estan herido dijo marina acercandose a los tipos -si un poco- dijo el hombre con la mano en su cabeza eran todos bastante jóvenes lo que le dio seguridad para acercarse a ellos - déjeme ver- dijo marina al acercarse llegó hasta su nariz un fuerte olor a mariguana -es grave- dijo el todavía sangrando -como te llamas- pregunto marina -damian, podrías decirme cuántos dedos vez- dijo Marina cuando unos de los jóvenes le ilumina con una lámpara - 3- dijo Damián - muy bien déjame ver tu herida- dijo ella al parecer la herida no era más que una leve cortada en la frente que no ocupaba más que cubrirla con una vendita -que hacen aquí - dijo Fernando - nos hemos perdido tratando de encontrar un campamento pero la llanta se nos ha pinchado llevamos horas esperando a que alguien que pase por aquí y nos lleve al pueblo el último pueblo que vieron está a varias horas de aqui los jóvenes se presentaron como Damián, Jose y Luis. -podemos llevarlos, pero el último pueblo que vimos fue hace varias horas - sugiero que sigamos adelante, tal vez ya estemos cerca de otro pueblo, si nos podría llevar, nuestro auto no enciende- dijo Damián con la mano en su nuca -claro, aunque será cómodo- dijo Fernando abriendo la cajuela para que pusieran las maletas -yo me iré aquí- dijo Luis los demás demás se fueron adelante pasaron con cuidado el coche de los jóvenes para no tener otro incidente condujeron lo que les pareció una hora sin ver ni una sola persona o alguna contrucción que les diera indicación de dónde estaban hasta que de repente unas luces a la distancia los guío eran bastante tenues pero ahí podían pedir información se alegraron al ver las luces con el letrero "hotel mesón" Fernando suspiro con alivio al detenerse en un lado de la entrada, todos bajaron sus cuerpos estaban bastante cansados -deseo un baño - dijo María abrazando a Eduardo por la cintura desde atrás. entraron pero cuando marina se disponía a entrar escucho a Luis tocando el cristal desde adentro ella abrió la puerta y el bajo de un brinco agradeció y alcanzo a sus amigos corriendo en la recepción no había nadie tocaron la campanilla varias veces hasta que finalmente un hombre de piel bronceada, cuerpo bien definido y mirada profunda y coqueta se presentó - que desean- dijo, con una sonrisa Maria y Mirna se miraron y se sonrieron en complicidad para indicarse con la mirada lo guapo que era ese hombre - tienes habitaciones-pregunto Eduardo -lo siento pero...- dijo cuando toda su atención se sentó en el hermoso ejemplar que entraba haciendo tintinear la campaña sobre la puerta, el la observó con detenimiento, su cabello n***o que contrataba perfecto con su piel blanca, su figura era perfecta, lo que a él tanto le gustaba reunido todo en un solo ser para el todo transcurría como en camara lenta y el mundo había desaparecido solo para estar con ella - de acuerdo- dijo Eduardo con resignación cunado marina resbalo al pisar un pequeño charco de agua Eduardo se apresuró a levantarla pero el recepcionista fue más rápido cargándola y llevándola hasta un pequeño sillón - estás bien cariño- le pregunto aquel mientras veía la marca roja que el golpe le había dejado en el músculo - me llamo marina- dijo ella tímidamente por el sobrenombre que le había dado el solo la miraba a los ojos - Dario - dijo sin dejar de ver sus ojos en ese momento la atracción entre ambos era mutua y se la demostraban en sonrisas cada que sus ojos se encontraban mientras el revisaba su muslo, su pierna y su tobillo - estás bien, ya es hora de irnos- dijo Eduardo interrumpiendo la mirada que ahora se había quedado fija mientras los otros discutian dónde se quedarían Dario suspiro no podía dejar que ella se fuera - cuántos días se piensan quedar- pregunto Darío -algo asi como dos semanas, queríamos hacer senderismo y ...-dijo Fernando pero Darío lo interrumpió de golpe - no, es demasiado tiempo, les podría rentar las habitaciones hasta por una semana, más tiempo es imposible- dijo el serio - tenemos dinero- dijo Eduardo pero una vez más fue interrumpido - eso no importa, las habitaciones en su totalidad están alquiladas y ellos llegaran en una semana - todo el hotel está alquilado- pregunto Fernando escéptico - quién rentaría todo el hotel- dijo Eduardo levantando una ceja Darío solo levanto los hombros -es algo así como un congreso pero no se mas- dijo el alejándose -oye amigo, está bien nos quedaremos- dijo Fernando deteniendolo - yo les diré cuando deben irse- dijo el serio - está bien- mientras iba a la recolección a hacerles sus registros todos se acercaron para recibir sus llaves Darío decidió poner marina en una habítacion junto a la suya todos se despidieron y fueron a sus habitaciones cuando marina llegó se dio cuenta de que desde el balcón se veía un hermoso lago que era iluminado por la luz de la luna llena que le daba un aspecto de brillo, ella quedó maravillada viendo el paisaje hasta que escucho un tenue suspiro seguido del olor a cigarro marina volteo para darse cuenta que había un hombre parado en el otro balcón y su corazón se aceleró cuando vio que era Darío, ella dudo si hablarle o no ya que había quedado como tonta al caer en la recepción Darío sabia perfectamente que ella estaba en el balcón la había visto salir por las cámaras que el mismo habiña colocado tiempo atrás, era precisamente por esto que le había dado esa habitación - buenas noches- escucho su voz tímida - hola, no duermes- dijo sonriendo de manera coqueta - me cuesta trabajo dormir en lugares distintos- dijo ella mirando el lago - no confías en qué estes segura - dijo el preocupado - no es eso solo que no estoy acostumbrada- dijo sonriendo el deseaba tanto abrazarla y volver a sentir su piel y su aroma, se acercó a su bolcon y le ofreció un cigarrillo pero ella dijo que no - quieres ir al lago - pregunto Darío y cuando ella iba a responder tocaron la puerta de Darío el solo cerro los ojos disgustado - disculpa cariño ahora vuelvo- dijo Darío ella solo asíntio el salió disgustado - más te vale que sea algo importante Esteban - dijo Darío con furia -lo es, el señor McGregor acaba de confirmar su asistencia al evento- dijo Esteban - shhhh, pasa nos pueden escuchar- dijo el volteando a todos lados y entrando a su habitación - le reservo- pregunto esteban - no, le dirá que su reservación está pendiente por qué ha otros tres tratando de asegurar su lugar- dijo Darío viendo como marina se desmaquillaba frente al espejo de doble vista mientras esteban escribía el correo cuando ella empezó a desvertirse Esteban no pudo evitar verla - es muy linda- dijo Esteban a lo que Darío corrió la cortina impidiendo la vista - no te atrevas a mirarla o terminarás como el que estuvo antes que tú - dijo Darío en tono de amenaza El teléfono empezó a sonar -es McGregor- dijo Esteban dándole el teléfono a Darío - McGregor cómo estás, es un gusto que nos llames-dijo Darío - si lo sé pero hay tres personas más que también les interesa asistir al espectáculo... bueno si lo pones así ahorita mismo te mando tu confirmación- agrego Darío sonriendo y colgando el teléfono - ¿le agendo ya? - pregunto Esteban - si, dará muy buena propina por agendarlo - dijo Esteban dándole un pequeño golpe en la espalda a lo que Esteban solo sonrió Darío vio en los monitores como marina salía de su cuarto, - puedes ir - dijo Darío cuando Esteban lo interrumpo - llegó el dinero- dijo sonriendo al ver la cantidad Darío no le puso atención solo salió del cuarto para seguir a Marina ella se paró junto al lago quitandose la blusa y metiendose poco a poco al agua, estaba fría pensó un momento en su continuar o no quedándose parada con el agua a llegándole a los muslos decidió no seguir pero cuando se giró para salir del agua golpeó de frente con Darío haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al agua de espalda - lo siento tanto cariño- dijo Darío levantando a Mariana con gentileza
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