Prólogo
La gente de la manada corrían y expresaban en sus rostro la alegría que por fin el Alfa haiga encontrada a su luna, la gente se regocijaba y gritaban que la manada esta completa.
El Alfa por fin ha llegado, y viene acompañado.
El Alfa solo miraba desde su alcoba que la gente como corría y le decían a los demás, de la gran noticia y eso lo alegró mucho.
Volteo su rostro y miro aquello que tanto ha esperado, descansando sin preocupación en su habitación en su cama, su pecho se infló de orgullo y felicidad, ahora está completo.
Pues su mujer, su luna, su mate están donde pertenece. A su lado.
Costo un poco en encontrarla, pero valió la pena, cada segundo que estuvo ahí, escondido, espiando la, acosándola, viendo que nadie se le acercara, estuvo así por dos largos meses, aunque no le gusta estar rodeado de humanos.
Ahorra lo único que falta es que la familia se agrande, y en eso consiste en hacerla suya.
Por qué ella le pertenece aunque ella no quiera.
Empezó a sentir calma al verla dormir, calma que el no sentia hace mucho tiempo, y ahora va a remediar lo que un día hizo. por averla perdido.