Inuyasha —Si, ya entiendo, no debes de repetirlo siempre — me quejo con mi abogada Subaki. A Subaki la conocí a la edad de 17 años cuando era lo que es llamado "delincuencia juvenil". Me ayudó a salir se la cárcel varias veces por andar haciendo carreras ilegales. Me río de lo que hice, ya que no necesita el dinero, sin embargo, era un problemático de lo peor. —Inuyasha, sabes que lo hago por la niña — me da una mala mirada y me quedo en silencio. A pesar de que Subaki me éste ayudando sé que me lleva rencor. Hace varios años ella se enamoró de mí y yo no pude corresponder a sus sentimientos, me siento mal, porque nuestra amistad era muy hermosa, pero tuvo que terminar. —Lo sé. No debes repetirlo siempre que me vez — ella asiente saliendo de mi oficina sin despedirse. Me la encontré e

