ALLISON
Hans me besa con una pasión desenfrenada y los labios me duelen de tanto que los está succionando.
No sé si firmar aquel documento fue la mejor decisión, pero la curiosidad de ser una buena sumisa me carcomía por dentro.
—Tu vida me pertenece ahora, tú me perteneces por lo que marcare tu piel con sangre y dolor — dice y hace que mis deseos más oscuros se enciendan en un fuego abrasador
—Soy tuya hasta que el contrato acabe, después solo seré una v****a más en tu puta lista — digo y espero que lo entienda
—Un juego que espero que entiendas Allison — me dice él
—Un juego que espero que lo sepas jugar Hans — le digo y ambos nos miramos
Miradas se entrelazan y deseos impuros expresan.
Ambos cortamos nuestro dedo pulgar y lo unimos en símbolo de nuestro pacto cerrado.
Un pacto que ni por el puto infierno debe romperse.
—Un pacto que nadie lo romperá, pero te advierto que el que se enamora pierde preciosa — me dice él
—A otra con tus palabras baratas bonito, si uno de los dos se enamora ese serás tú — le digo muy segura de mí misma
—Nunca pierdo hermosa, NUNCA — me dice y me ataca con un beso apasionado y me deja sin aire.
—Nunca digas nunca porque cuando menos te lo esperas pasan las cosas — digo y nuestro juego empieza a fluir.
Salgo de su despacho y chupo mi dedo que está sangrando.
Al entrar a mi habitación me tiro a la cama para poder procesar lo que acaba de pasar en menos de 24 horas.
—Vámonos —dice Hans entrando a mi habitación
Asiento y lo sigo.
Me siento Anastasia en 50 sombras de Grey o posiblemente sea más como Isabella en Corazón de Hielo.
Tengo miedo, pero al mismo tiempo quiero alcanzar el máximo esplendor de mi sexualidad.
Si algo tengo claro es que enamorarme no puede ser una opción, Hans no es un tipo normal y a mi parecer es demasiado enojón. Siempre he sido segura y se que Hans solo será una probada a una nueva Allison.
Al llegar a su auto Hans me estrecha entre sus brazos y mete una de sus manos a mi interior.
—Te quiero follar tan duro Allison que el día de mañana ni siquiera podrás caminar bien, nunca me han gustado como tú, por lo general siempre estoy con mujeres mayores no con niñas caprichosas y revoltosas
—Pero te gusta esta niña daddy, yo quiero ser una buena baby —le digo y una de mis manos se mete dentro de sus pantalones
Hans restriega sus dedos en mi interior y mis gemidos los callo en su boca mientras lo beso.
—Ahora no —saca los dedos de mi interior y me quejo —Me parece o te has quejado Allison, eso merece un castigo —dice y la idea me excita
—Inténtelo señor Hoult, vera que castigarme no sirve de nada, lo berrinchuda está en mi sangre —le digo y subo al auto.
#
La mañana se me hace eterna. Hans me dejo en la universidad y muchos de los compañeros intentar ligar conmigo, pero ninguno llama mi atención. Son solo críos que creen que con su dinero podrán convencerme.
Además, ninguno supera al empresario que tengo en casa, Hans Hoult, alto, fornido, con una polla increíble y unos fetiches muy raros pero excitantes.
—Mañana me darán una tarea grupal sobre un tema de gestión empresarial —nos dice la profesora y mis compañeros se quejan.
La profesora empieza a dictar los grupos y en eso escucho mi apellido.
—Thompson y Anderson
Busco con la mirada a ese Anderson o esa Anderson.
Un chico de tatuajes por los brazos y unos cuantos piercings en su cara dice mi apellido.
—Thompson, ¿Dónde estás? —dice y yo alzo el brazo para que me vea
Me sonríe y se vuelve a sentar.
Este chico hacía de Hardin fácilmente, aunque Hero tampoco estuvo nada mal, pero este Anderson es idéntico a como yo lo imagine.
La clase termina y me acerco a Anderson para poder quedar en hacer el trabajo.
—Hola, soy Allison —le digo y veo que no me presta ni la más mínima atención.
Estoy a punto de girarme y este habla. —Me llamo Harry.
Asiento y solo me quedo aquí parada como estúpida sin articular ninguna palabra.
—Mmmm, ¿Dónde haremos el trabajo?
—En mi casa ni hablar, que sea en la tuya —dice y comienza a guardar sus cosas.
Si lo llevo a la casa puede que Hans se enoje, pero tampoco quiero sacar una mala nota en el primer trabajo que me dejan.
—En mi casa entonces —le digo y Harry asiente.
Hago una llamada, pero Hans no me responde. Debe estar en una reunión, lo mejor será enviarle un mensaje.
ALLI
Me iré a casa, no te preocupes en recogerme.
HULK
Okey.
Vuelvo a leer su mísero okey y guardo el celular.
—Vámonos —le digo a Harry y este me sigue sin refutar.
Ahora hay un gran problema, ¿en dónde nos iremos?
—¿Sabes tomar el bus? —le pregunto y solo gano que se burle de mi
—Nos iremos en moto —me dice Harry y ahora soy yo quien lo sigue.
La última vez que estuve en una moto fue con Chris, tengo que llamarlo, me siento una mala amiga.
Me subo a la moto y agarro a Harry de la cintura para no caerme.
En pocos minutos llegamos a casa y este la mira como anonadado.
—Se nota que tú si tienes plata —me dice y solo río.
«Como si él no la tuviera»
Lo hago pasar y pedimos una pizza para empezar a realizar el trabajo.
—¿Con quién vives? —me pregunta Harry
—Con cierta persona que prefiero no mencionar —le digo y le doy una sonrisa sin dientes.
La pizza llega y curiosamente Harry se come más de la mitad en menos de 10 minutos.
—Ahora si empecemos con el trabajo —le digo y asiente
Lo primero que hacemos es investigar sobre el tema y así apuntamos lo más importante y dejando atrás lo irrelevante.
—Allison, lo que estas apuntando no tiene nada que ver con el rubro de la logística —me dice Harry y veo lo que estoy escribiendo.
¿Cómo me pase de la logística al mercadeo?
—Lo siento —digo y rayo todo lo que no va con el tema
Al pasar el rato ya tenemos el informe terminado y curiosamente Harry no es el típico chico malo cabeza hueca, más bien es muy inteligente.
—Son las 8:00 pm ya debo irme —dice Harry y asiento
Harry junta todas sus cosas y cuando esta apunto de salir la puerta de la casa se abre.
—Allison —dice Hans desde la puerta
Enserio que el universo me odia.
—Buenas noches —saluda Harry y sale de la casa despidiéndose de mi con un beso en la mejilla
—Mañana nos vemos —le digo mientras lo veo subirse a su moto y comienza a alejarse.
—Por eso no querías que te recogiera, porque ese idiota estaría aquí contigo —me dice Hans y se nota que está molesto
—Estábamos haciendo un informe —le digo y paso por su costado sin darle importancia a su maldito carácter.
—¡Una mierda! ¿Qué estuvieron haciendo exactamente? —exclama y toda su cara esta roja de cólera
—A mí me respetas idiota, no vengas con tus paranoias y comiences a tratarme de zorra porque no lo soy —le digo y entro a mi habitación.
Si hay algo que no me gusta es que me traten como una zorra cuando no lo soy, yo respeto cuando tengo un compromiso con alguien y aunque él y yo no tengamos una relación tenemos un puto papel firmado y por ende soy fiel.
Saco mi antigua celular y guardo todos mis contactos importantes en el nuevo celular.
ALLI
Hola hermoso, soy Allison
CHRIS
Hasta que te acordaste que yo existo
ALLI
Lo siento, estaba sin celular
CHRIS
No te preocupes, ¿puedes llamada?
ALLI
Obvio precioso
No pasa no medio segundo y me entra la llamada de Chris
—¿Cómo estas pequeña? —me dice Chris y me pongo nostálgica al escuchar su voz
—Bien, pero te extraño tanto mi príncipe del infierno —le digo la voz se me corta
—Tranquila princesa, yo iré a visitarte en cuanto pueda, también te extraño un montón —me dice eso y es lo detonante para empezar a sollozar
—Te quiero —digo entre sollozos
Seguimos conversando un rato más y al terminar solo me pongo el pijama y me tiro a mi cama para tratar de conciliar sueño.
—¿Puedo pasar? —me dice Hans desde afuera de la puerta
—Pasa —digo y me arropo aún más.
Hans entra y puedo ver su silueta en la oscura habitación.
—Soy un idiota Allison, nunca he pensado que eres una zorra solo que soy muy posesivo y no quiero verte con ningún otro hombre, eres mía y solo mía —me dice y comienza a repartir besos en mis mejillas para luego bajar por mi cuello.
Mi frazada desaparece, así como mi short y solo siento las caricias de Hans.
—Mira lo duro que me tienes —dice y coloca una de mis manos encima de su m*****o.
Jadeo cuando él hace una embestida falsa y chupa con fuerza mi cuello.
Comienzo a besarlo con desesperación y las ganas que tenía por golpearlo han sido reemplazadas por la lujuria que me provoca al estar semidesnuda ante él.
Hans solo roza mi intimidad con su m*****o y cada vez siento que estoy más mojada.
—Follame Hans, hazme tuya —le digo entre gemidos.
Él comienza a quitarme el polo de tirantes y juega con mis pechos metiéndoselos a la boca, estruja mi pezón izquierdo mientras que me vuelve loca con su boca en mi pezón derecho.
Poco a poco sigue bajando por mi abdomen y siento como baja mi ropa interior y da una lamida rápida a mi intimidad. Gimo por el leve roce de su lengua y en menos de un segundo lo tengo lamiendo como loco mi v****a.
—Ah aaaaahhh n-no pares —gimo y Hans solo ríe mientras sigue chupando mi coño como si fuera una delicia.
Se que estoy cerca del alcanzar mi orgasmo, pero trato de retenerlo lo más que puedo.
—No lo retengas preciosa, dame esa delicia que tienes dentro de tu lindo coño —me dice Hans y sigue lamiéndome.
En unas cuantas lamidas más expulso mi orgasmo y Hans lo chupa sin dejar rastro alguno.
Veo como se quita la camisa y el pantalón junto con su bóxer, dejando así una gran erección. Se coloca el preservativo y susurra cosas a mi oído.
—Mañana iremos a que te hagan un examen y te den un método anticonceptivo preciosa, no me apetece volver a usar esta mierda contigo —dice y comienza con sus embestidas.
Mis paredes se sienten estrechas al sentir su polla dentro de mí, mis gemidos no los puedo callar, mis piernas están en su cadera y sus manos sujetan las mías haciendo que la fuerza que ejerce su cuerpo lastime mis muñecas haciendo que duela.
—El dolor solo es momentáneo hermosa, piensa en él y disfrútalo —me dice y comienza a embestirme con más rudeza mientras muerde mi pezón haciéndome chillar de dolor y a la vez de deseo.
Las embestidas no paran y mi segundo orgasmo esta que se avecina.
—P-para —digo entre gemidos
Hans se detiene y ahora soy yo la que lo tumba y comienza a saltar encima de él. Mis gemidos salen entrecortados al sentir su polla completamente dentro de mí. Hans mueve la pelvis haciendo que la profundidad sea más profunda, sus manos están en mis caderas ayudándome a que mis movimientos sean más prolijos y placenteros.
En unas cuantas embestidas más ambos alcanzamos el orgasmo y caigo en su pecho desnudo. Mi respiración es irregular y mi clítoris lo siento hinchado y palpitante.
—Estas tan estrecha que quiero volver a follarte Allison —siento como mi cuerpo reacciona ante sus palabras y vuelvo a besar esos labios adictivos.
Entre gemidos y tocadas ambos volvemos a coger y así nos quedamos rotundamente dormidos.