Allí estaba parado al frente de todos con esa confianza única. Tratando de dirigir a un grupo de aventureros, pero parecía molesto por la presencia de ese chico, poco después dejaron de mirarse. Para la mayoría era algo incómodo, pero para mí era una simple escena más. Estaba viviendo la aventura que tanto había soñado, a pesar de lo vivido en la primera misión, era como sentirse importante por fin en la vida. Como si hubiera encontrado mi lugar en el mundo. Antes de darme cuenta Arnold volvió hablar. —Buenas tardes, el plan por ahora será separarnos en dos frentes de batalla uno en el sur de la ciudad y otro en el norte. Yo dirigiré al grupo que irán conmigo y el resto quedará bajo el mando de uno de mis compañeros. El mismo hobbit que hace unos minutos había hablado interrumpió, pe

