La tarde pintó la mansión con su onda tranqui y la promesa de nuevas oportunidades. Con Isabella, Alexander, David y Emilia a la cabeza, más la banda que seguía moviéndose, nos juntamos en la sala de estar para una tarde de renovación y proyectos copados.
La sala de estar, con la luz de la tarde dándole ese toque piola, era el lugar perfecto para la movida. Nos sentamos en unos sillones cómodos, listos para tirar ideas nuevas y seguir fortaleciendo los lazos en la comunidad.
Isabella, mirando por la ventana a los jardines, largó, "La tarde es como una paleta de colores para seguir construyendo sobre nuestras ideas. Cada proyecto que encaramos es una chance para renovar y fortalecer nuestra comunidad."
Alexander, de cabeza, sumó, "La mansión está tomando forma como un lugar que siempre está en movimiento. Sigamos buscando proyectos que inspiren y peguen a la banda."
La idea era meterle toda la tarde a renovar espacios comunitarios y planear proyectos que la rompan y sumen al crecimiento de la mansión y la comunidad.
Emilia tiró la posta de armar un jardín comunitario, donde todos podíamos tirar una mano sembrando y cultivando frutas y verduras. "Este jardín no solo va a conectar a la banda con la naturaleza, sino que también va a promover prácticas sostenibles y la autosuficiencia alimentaria", explicó.
David, re emocionado, sugirió cambiar la sala de aprendizaje para hacerla un lugar dedicado a la innovación y la creatividad. "Podemos armar talleres, charlas y eventos que inspiren a la banda a probar nuevas ideas y enfoques", afirmó.
La tarde se puso movida mientras nos mandábamos con estos proyectos nuevos. Algunos se coparon preparando el terreno para el jardín comunitario, mientras otros metían ideas para que la sala de aprendizaje quedara como un espacio piola y lleno de inspiración.
Mientras seguíamos con todo, se nos ocurrió la movida de hacer unas charlas motivacionales y talleres de desarrollo personal para la banda. Isabella, re emocionada por la idea de inspirar y empoderar a todos, comentó, "Queremos que la mansión sea el lugar donde cada uno pueda descubrir y desarrollar su potencial único."
La tarde se fue en la noche con la mansión cambiando de cara por los proyectos en marcha. El jardín comunitario estaba tomando forma con las primeras plantas y semillas, y la sala de aprendizaje ya estaba tomando otro vuelo, lista para ser el epicentro de eventos que iban a inspirar a la banda.
Cerramos la tarde con una ceremonia de renovación en los jardines. Isabella, mirando el jardín en plena transformación, agradeció a todos por la colaboración y la dedicación. "Cada planta que metimos acá es como un símbolo de nuestro compromiso con el crecimiento sostenible y la conexión con la naturaleza."
Después de la movida, nos fuimos a la terraza a disfrutar de la noche tranqui. Alexander, viendo la mansión iluminada con luces suaves, comentó, "Cada tarde como esta nos acerca más a nuestra visión de una comunidad que está siempre en movimiento y unida. Cada proyecto es un paso que damos juntos hacia adelante."