Benjamín y Ezequiel estaban parados en el lugar de salida de pasajeros. La noche era fría y el viento casi cantaba una canción. Para los hermanos, era la canción de despedida de una etapa trágica de sus vidas, por fin su padre ya no sería un problema. Los dos hubieran preferido matar a Jacob, sin embargo, Bia tenía derecho a averiguar si Jacob tenía otras víctimas y también a lo que ella llamaba justicia, que Jacob fuera arrestado, ella era su derecho y los hermanos decidieron acatarlo. Comparado con lo que ella había vivido, Ezequiel y Ben habían escapado casi ilesos. Jacob era alto, blanco y para sus 52 años, estaba en buena forma física. Probablemente su buena apariencia se debía a su falta de remordimiento por los crímenes que había cometido. Ni siquiera la violencia que había com

