(25) No podía encontrar culpables, más que a Demian. Toda la información y los gritos de Sarah, me hicieron daño. Él me había hecho esto a mí, cuando pudo habérselo hecho a Sarah, quién estaba resignada a aguantar todo esto, pero yo no puedo hacerlo. Poco me importo que Sarah me haya golpeado tan fuerte, que incluso la piel de mi cara sangrara. Amo tanto a Demian, qué dejaría pasar este dolor, pero no puedo hacerlo. Las horas pasaron y yo me quede dormida sobre mi cama sin destender. Al despertar, juraría que solo fue una pesadilla mala, pero no era así, era la vida real. Salieron algunas lágrimas de mis ojos, mientras apretaba con fuerza las cobijas de la cama, intentando hundir mis gritos en pequeños golpes. Mi vida sería una mierda, lo podía sentir, pero ¿por qué me sigo quedando a

