Isabella contuvo la respiración esperando su respuesta. -No sería capaz de tal cosa, mi amor. No siempre y cuando tú quisieras volver a mi lado. Pero puedo jurar que hubiese matado a ese hombre con mis propias manos y nadie hubiese podido salvarlo de mi irá al saber que te hubiese lastimado. Pero jamás te alejaría si quisieras estar conmigo. -Es tan duro que las familias y los hombres repudien así a esas chicas, como si tuviesen la culpa de las malas jugadas del destino. -Lo es- le responde a la vez que deja un tierno beso en sus labios. -Isabella, mi amor- empieza El Jeque- antes de lo sucedido quedamos en anunciar nuestro compromiso, yo quisiera hacerlo mañana durante el desayuno, eso lo haría de manera formal ante la familia real, por la tarde podría dar un anunció al pueblo. -Eso

