Capitulo 1

3035 Palabras
En la galaxia enana del Can Mayor, a 28.000 años luz de distancia del sistema solar, en la constelación Canis Maior se encuentra KB16B, un planeta ubicado en un sistema binario de estrellas. Los habitantes de dicho planeta son espiritual y tecnológicamente muy avanzados, tienen dominio sobre la materia y una comprension profunda acerca del funcionamiento de la mente a nivel cuántico. B609 hijo y B107 madre, son enviados para explorar las inmediaciones del sistema solar, en el trascurso del viaje su nave se averió. No viendo solución ante este desastre, deciden aterrizar en el planeta con mejores condiciones para vivir. La nave ingresa en la atmósfera terrestre, como un meteorito se divisan rayos en forma de candela. La nave cae en el desierto de Atacama, B609 y B107 fueron enviados en misión por su estrecha cercanía y facilidad de compresión mutua. Una vez aterrizada la nave espacial, se encontraban en un estado de larvas, para preservar mejor sus cuerpos, en una especie de embriones con capacidad de resistir las radiaciones electromagnéticas del espacio. La nave no fue, en un principio, reconocida por los humanos, ya que viajaban a través del vacío, deformando el espacio-tiempo. Una sustancia viscosa, verde y pegajosa salía de sus cuerpos. Adoptaron su forma física, que es muy similar a la de los humanos. La computadora interna les permitía comprender todo sobre la Tierra: sus idiomas, costumbres, idiosincrasias, política, formas de vida, filosofías, etc. Les llevo tiempo amoldarse y comprender el idioma. —Madre, la máquina está averiada. Uso todos los códigos pero es inútil. No llegan señales de KB16B. —Si es así, me temo que debemos adaptarnos hasta que nuestra señal de que estamos perdidos llegue a Can Mayor. — Espera, déjame hago los cálculos— su madre era consciente de que un daño así podía ser irreparable, y se hallaban ante lo que - posiblemente - era su nuevo hogar. —Déjalo ya, ven, necesitamos explorar la zona. B609 obedeció, debían cambiar de forma, pues medían más de tres metros de altura. Tenían la habilidad de observar el cosmos con todo el espectro electromagnético. Al cabo de un tiempo estaban preparados para ser pasados por seres humanos, aún tenían dentro de su configuración un ADN muy sensible, y por ende les atormentaba la bulla, los olores fuertes, incluso la misma radiación terrestre. Les asfixiaba la atmósfera , la contaminación. —¿Que hacemos? No tengo tanta experiencia viajando a lugares así ¡Ayúdame!— le suplico a su madre. —Debemos replicar el ADN humano y amoldarlo al nuestro. Así lo hicieron, sus células eran inteligentes de por sí, podían controlarlas y darles órdenes. B609 y B107 de esta manera fueron los primeros híbridos de su planeta natal y de la Tierra. —No es necesario que deseches por completo tu genética. Guarda en tu interior también lo mas elevado de tu r**a— le dijo su madre. B609 no obedeció completamente debido a su escasa experiencia, al probar la genética terrestre sesgo algunos datos, y quedó en su estructura sustancia humana de variada naturaleza. Viajaron a un pueblo remoto, ubicado cerca de la Patagonia, era muy inaccesible. Su madre temía quedarse, lo que más le preocupaba eran sus genes. En KB16B tenían dos soles específicos para su desarrollo evolutivo, esto les dió la capacidad de ser portadores de dos corazones, la radiación había hecho de su genética una auténtica maravilla biológica, capaz de sintetizar los alimentos más rápido, se alimentaban absorbiendo energía del ambiente. Tenían mejor capacidad de desplazamiento, mejores habilidades de percepción. Y ni hablar de los sentimientos: casi no experimentaban emociones dañinas, tenían una capacidad de amor más desarrollada y un sentido de la vida más profundo que los habitantes de la Tierra. Una verdadera relación con el cosmos y una fusión con la divinidad completa. —Madre, me siento muy pesado, mi columna se contrae por la gravedad. —No tenemos opción, debes adaptarte poco a poco. B609 y B107 pasaron un tiempo tratando de amoldarse lo más cercano a la vida de los humanos, aprendieron a consumir alimentos, pero tardaban más en digerirlos, también se les dificultaba expresar las emociones, tenían la capacidad de experimentar más. —Hijo, creo conveniente cambiarte de nombre. —¿Ah sí?— dijo de manera muy curiosa—.¿ Lo puedo elegir ? —Esta bien, sea como desees. —Entonces me quiero llamar Salax, ese nombre lo ví en un anuncio. —Asi sea, abandonando tu nombre de familia, desde ahora serás llamado Salax—Su hijo sonreía de alegría. Por su parte, su madre tenía esperanza y parece que estaba acostumbrándose a su nuevo hogar. —Tu también necesitas un nombre. —Dime, soy todo oídos. —¿Como? No lo tienes planeado. — La verdad no me importa, si es posible seré B107 por siempre. —No seas amargada, este es nuestro nuevo hogar— dijo Salax de manera irónica. —Okey, llámame Artemisa— dijo sonriendo. — Que nombre tan raro, ¿y que significa? — Es el nombre de una diosa griega, perteneciente a una cultura importante en este planeta. Conforme pasaba el tiempo se acostumbraban a usar el lenguaje, llegando a usar de manera precisa la semantica, hasta aprendieron el arte de insultar de manera culta (risas). Salax se perfeccionaba, debido a su mezcla - un tanto abusiva - con los genes humanos, en destrezas manuales, en el desarrollo físico. Artemisa en cambio prefería la contemplación tranquila, que aún con la genética humana era capaz de realizar. No podía llegar al éxtasis, al menos no como lo hacía en KB16B; allí su vibración (del planeta)le permitía ver el cosmos a nivel cuántico. Había notado que el sol no emitía la misma cantidad de fotones que el sistema binario del que procedían. De hecho, era obvio que tenían mayor capacidad de amar, porque sus dos estrellas modularon de tal forma su ADN, que les permitía - a través de agujeros de gusanos magnetizados en los cromosomas- fusionarse a nivel atómico con el universo. La tierra también les resultaba extraña, sobre todo la degeneración y destrucción del medio ambiente. Ese tipo de cosas era inconcebible para los habitantes de su planeta natal, tenían modelos de vida y medios de sustento más amables con la naturaleza. Salax se informaba de manera empedernida acerca de los habitantes terrestres, le impresionaba el ingenio de los genios para desarrollar: la literatura, la música, el arte, la filosofía y , debemos decirlo: le atraían las mujeres. Estaba ansioso por relacionarse. Era obvio que era un ciudadano de un mismo universo, también que se parecía mucho a los humanos, y que , -aparentemente - adoraban a una misma deidad. Era lo que pensaba, el origen - en cierto sentido - de todas las criaturas, es el mismo. En ocasiones, tanto madre como hijo se quedaban hasta hartas horas de la noche, contemplando el cielo y las estrellas. Sentían nostalgia, ya que su origen era increíblemente remoto. Aún dudaban de el verdadero motivo por el que fueron enviados al sistema solar, recibían órdenes, los planes cambiaban conforme transcurría el tiempo y un cambio de planes o abandono de la misión era algo común en KB16B. Sucede que Artemisa sintió que era conveniente que su hijo viviera - lo más cercano a una vida normal -. Aunque tenían la habilidad de poseer todo el conocimiento necesario, a través de sus propias habilidades, sentían que el objetivo de la vida no era llenarse la cabeza de información, sino en profundizar en ellos. Su madre lo envío para que absorbiera todo desde una perspectiva humana. Tenía en sí el plan de que su hijo dejara descendencia, esta necesidad básica parece ser común a habitantes de todos los mundos. Además, mas que aprender todo de manera mecánica , sintió compasión por su hijo y lo lanzo al mundo, para que pudiera experimentar quien era realmente, lo descubriese por si mismo. Puesto que Salax era un adolescente en su planeta natal y no llego a desarrollarse completamente, no alcanzo la madurez necesaria. Había algo que parecía unirlo al resto de la humanidad, y eso era su alma. Vivieron varios años en soledad, contemplando el medio a su alrededor, las personas, los animales, las estaciones, las variaciones que acontecian en los ámbitos económico- político. Los cambios vibracionales terrestres ocurridos en los solsticios y los equinoccios. En si, su relación con el planeta y el cosmos. Artemisa estudio la composición del sol, el mejor medio para alimentarse de los fotones enviados a la Tierra. Por ello, en su hogar estudiaron civilizaciones que se dedicaban a los cultos solares: sus métodos de conexión. Estudiaron la mejor manera de recibir la información y frecuencia de las estrellas, éstas parecían ser prácticas normales en su planeta. La unión de frecuencias alrededor de los 18 planetas que giraban en torno al sistema binario de estrellas del que provenían, crearon en los habitantes de KB16B una amalgama de sentimientos y percepciones. Su campo electromagnético estaba relacionado con el cosmos y eran capaces de decantar de cada emoción varios matices: haciendo su experiencia muy compleja y de difícil comprension para la limitada capacidad humana para leer todas las emociones. Salax tenía temperamento pasional y se había vuelto introspectivo y solitario, fue ingresado a un instituto para aprender biología. Su objetivo era netamente intelectual, pero no era consciente de que tenía la capacidad para enamorarse. Salía siempre a la misma hora, entraba - igualmente - de manera puntual, sus ojos se fijaron en una muchacha, más que una mujer parecía estar en la transición de niña a adulta. Su nombre aún le resultaba desconocido. Era un sentimiento mudo y desconocido lo que veía en su interior, que con el pasar del tiempo parecía convertirse en amor. Una palabra un tanto mal usada por muchos en la Tierra, para el correspondían a sentimientos elevados y muy estimados en su planeta. Justo cuando parecía que dominaba las ciencias ocultas y físicas tangibles, aparece una entidad capaz de sacarlo de sus cabales: la contradicción que crea el sentimiento y la razón. Tal fue la confusión que le generó esta muchacha que no dormía, se sentía -solo por ella -más de aquí que de allá. Saben a lo que me refiero: se sentía más terrícola que extraterrestre. Con el pasar de los años, el sentimiento fue creciendo, pero era un completo desastre en estos asuntos. —Querida madre ¿ sabes que estoy con la cabeza que me da vueltas? —Dime, déjame adivinar: ¿es una chica? —Asi es, me duele la cabeza al intentar comprender de manera racional los sentimientos. —Eso es debido a que los sentimientos son indescifrables por las burdas palabras, estos sentimientos se hayan mejor escondidos en las mudas expresiones del alma. —Has hablado sabiamente, ¿que haré? —Mira, puedo darte una exposición acerca de la composición química del azúcar, puedo crear mapas conceptuales, puedo a través de microscopios hacerte ver cómo se comporta la materia a nivel elemental, pero solo sabrás lo que es el azúcar al experimentarla. —¿Te refieres a que debo probarla?— con un ademán de burla, su madre movía la cabeza de manera afirmativa. — Estoy mudo de gratitud— abrazo - con el modo característico humano- a su madre. Ahora se dedicaba a idolatarla, la veía de lejos para memorizar en su cabeza su fisionomía y anatomía, para retratarla, se estaba volviendo loco. Era una hembra de su misma especie, o eso creía. Quería encontrar el medio más oportuno para acercársele. De todas las artes y ciencias humanas, el amor era el más difícil e inaccesible. Pasaba horas pensando en ella, no era un amor de sabios, sino de tontos. Su escasa experiencia en los predios interestelares le dieron la oportunidad de ser plenamente humano tambien, en eso se sentía bendito. Su madre, a pesar de ser muy evolucionada, de vez en cuando, tenía la mania y el pecado del juicio e ideas preconcebidas acerca de muchas cosas. Salax era una mente cuestionadora y abierta, la frase que para él tenia naturaleza universal era la expresión humilde de Sócrates: "Solo sé que no se nada". En un universo en constante expansión, donde a cada argumento o idea le sigue su inevitable contradicción o extinción, donde nada está dicho, donde todo tiene sus dos caras, donde no existen verdades absolutas, sino solo verdades a media: es obvio que todos somos unos tontos, al menos en cuestiones universales somos unos completos ignorantes. Salax mismo se interesó en los monstruos marinos que aún no eran estudiados en la actualidad, así como el 86 % de especies desconocidas en la Tierra. En aquella ocasión iba atrasado a sus clases de ciencias, tenía ansiedad. En su cabeza solo tenía en mente llegar y sentarse en la dichosa clase. Corriendo de manera imprudente choco fuertemente contra una persona. Ambos cayeron al suelo, sus cabezas chocaron y veía todo a su alrededor darle vueltas. Al volver al momento presente, se recompuso y he aqui que quien tenía en frente no era otra persona que la dichosa adolescente de sus sueños. No podía con las emociones del momento y con los ojos muy abiertos la veía de manera muy tímida. —¡Ay! Lo siento— dijo ella sobándose la cabeza. No estaba enojada, su expresión era muy graciosa. —¡No! Discúlpame tu a mi, soy un imprudente— era obvio que tenía mayor responsabilidad del accidente, ya que corría como un condenado. Como seguían en el suelo, la ayudo a levantarse. —No te preocupes, estoy bien— dijo ella. La observaba de manera no tan disimulada, tenía cabello crespo con espirales definidos, de color castaño, era un poco morena, su risa jovial era evidente, parece que acostumbraba a sonreír. De contextura delgada y alta, parecía tan frágil como un cristal. No dijo mas palabras, solo la vio - en términos sociales - de manera rara. Ella no le tomo importancia, fue un percance mas en su vida. En cambio él, sentía que le habían robado el alma. Jamás, en su corta estancia sobre la Tierra, creyó que viviría algo así. Su corazón latía con fuerza. Lo que - para una persona vulgar- parecería algo banal e insustancial, el lo percibía como algo de incalculable valor. Nunca había visto algo así, quizás su mente le jugaba trucos, de las millones de féminas que aparecían por doquier, era obvio que se trataba de una tergiversación o deformación de la verdad universal, o eso creía, no tenía métodos para controlar lo que sentía en su interior. Precipitado, corría hacia ningún rumbo , jamás olvidaría a la chica que le arrebato sus dos corazones. Tenía en mente su caminar: tan derecho y seguro. Su lenguaje corporal, sus modos - con mucha gracia - de mover los labios, su color de piel y fisionomía propias del Caribe, su contextura esbelta y alta, cabello largo y mágico; con ondulaciones que le recordaba la nebulosa del águila. Todo esto absorbió en aquellos segundos, que parecían tener más significado que toda su existencia. En aquella vida adoptó una forma física particular, si fuese una estrella tendría otros asuntos relacionados con el mantenimiento de los demás planetas, tendría responsabilidad sobre otras criaturas y la tarea de enviar fotones para dar vida. O metas más elevadas como ser un cuerpo que aporta calor, con la habilidad de ser fuente de energía por diez mil millones de años. En lugar de ello, su humilde papel en el mundo le permitían - simplemente - experimentar amor. Por ello, se sintió con el derecho de vivirlo y expresarlo. Olvido todo, escuchaba - como su madre se lo enseñó - las mudas expresiones del alma. Solo pensaba en ella, su próximo reto consistía en averiguar su nombre. Las clases le resultaban aburridas y monótonas, todo carecia de valor sin la experiencia, lo mismo pensaba de la deidad, no podían incrustar en la cabeza algo que es inefable e imposible de conocer a través de la limitada capacidad humana: "Algunos han oído hablar de la leche, algunos han visto la leche y algunos han bebido leche. Algunos han visto al rey, pero sólo uno o dos pueden llevar al rey a sus casas y agasajarlo." Su madre le había inculcado ideas que parecían más místicas que verdad, pero no las cuestionaba. En el instituto su maestro de divulgación científica , decía lo siguiente: —"Cuando las erupciones solares o las eyecciones de masa coronal golpean el campo magnético de la Tierra, esto induce corrientes eléctricas invisibles lo suficientemente fuertes como para eliminar las redes eléctricas y algunos han sugerido que también pueden afectar las células eléctricamente sensibles en el corazón y el cerebro. El problema no es que no sea posible que sucedan estas cosas, es que la investigación al respecto es muy limitada, por lo que es muy difícil decir algo definitivo." Lo intrigada, ya que parecía acercarse a la comprensión de KB16B, pero era muy reservado, jamás diría algo de su origen. Al menos no en el contexto en el que se hallaba. De hecho, sentía más curiosidad por conocer la Tierra que hacer una perorata de algo que conocía a medias. Vivir en la Tierra le dió la oportunidad de vivir de nuevo, en su planetas de origen, todo conocía, nada se le escapaba. En cambio la Tierra le ofrecía una maravillosa oportunidad para volver a vivir, era un niño explorando los paisajes, el sol, la luna y las estrellas. Veía con asombro a los animales y le resultaba difícil comprender del todo a los humanos, tan acostumbrados a la monotonía y a vivir en un eterno retorno. Sintió el palpitar y la frecuencia terrestre emanando vida desde sus entrañas, se emocionaba al ver una puesta de sol, o al observar los fenómenos naturales que eran diferentes en KB16B. Su planeta de origen tenía lagartos muy parecidos a los dinosaurios. Su gravedad era más débil, por eso saltaban como ranas y podían volar. Ahora debía amoldarse al nuevo clima. La gravedad modificó su ADN también, sentía sofoco y tenía problemas para respirar. Conforme pasaban los años su impresionante estructura celular se fue modificando y adaptándose a la Tierra.
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