Tras haberle dejado su café a Andras y a Viktoria, traté con todas mis fuerzas no escuchar de que hablaban, parecía ser que a Louis le daba igual, pero a mí, a mi me gusta el chisme… No, ¡me encanta el chisme, lo necesito para vivir! Y aún más sabiendo que con ellos dos hay algo más. Miré de reojo al despacho de Andras par observar como Viktoria salía tranquilamente con unos papeles en mano mientras Louis se levantaba para seguirla. Ella se despidió de Andras y cerró la puerta, se fue al elevador y apenas esas puertas metálicas se cerraron yo me levanté a indagar el porqué de que mi jefe tan elegante no asomó ni la nariz como lo hizo con todos los demás.
Mi celular empezó a sonar, era el mío todo feo y casi muerto, apenas pude leer el nombre de quién me llamaba entre tantas grietas que tenía la pantalla, una mueca de asco apareció en mis labios mientras colgaba y apagaba el celular, no hoy.
Suspiré y apenas hice intento de levantarme el otro celular sonó, ese era importante, era un número desconocido.
—Buenas tardes. —aun no me acostumbraba a ser recepcionista… nunca trabajé en ese puesto… siempre había otra que atendía las llamadas a cambio de que yo hiciera el resto.
—Buenas tardes, le hablo de parte del licenciado Müller, es para informar que la reunión de las siete treinta fue cambiada a las nueve con quince, ya que en el restaurante hubieron dificultades, en cualquiera de los casos agradezco que le informe lo antes posible para confirmar su asistencia. —La excusa perfecta, me levanté y fui directamente a ver si mi jefe estaba de su normalmente mal/buen humor. Toqué la puerta y apenas escuché su voz la abrí.
—Disculpe señor, le han llamado de parte del licenciado Evan Müller, para informar que la cena de las siete treinta fue cambiada a las nueve por algunas dificultades en el restaurante, ¿Todavía a asistir? — al fin levanté la mirada de mis notas y Vi a este extraño hombre mirando una esfera de cristal con una especie de objeto rojo en su interior, la esfera parecía tener su propia caja o al menos dónde colocarla aparentemente.
—Si, es una cena importante. Eso me da más tiempo para arreglar algunas cosas. —dijo tranquilamente… ¿Qué sucede con él y sus cambios de humor?... Ignoré su bipolaridad y le confirmé al asistente de Evan (quiero creer que eso era) que si iría, colgué la llamada y volví a mirar que rayos hacía Andras, está vez ya no estaba la esfera y este parecía estar en automático, haciendo sabrá Dios, en su PC, este humano me confunde. ¿Así se sentirán los hombres cuando nosotras tenemos cambios de humor y decimos cosas contradictorias?.
— Te durará más una foto. — me espanté ya que no me di cuenta que aún lo estaba mirando. — ¿Vas a preguntar algo o solo estarás allí parada mirándome como las demás?.
…Este hombre era sumamente egocéntrico.
—Podría ser, pero tengo trabajo, además, ya lo veía a diario en revistas, anuncios, posters, hablaban de ustedes en todo momento… Aún lo hacen… — Creo que yo misma me cierro las puertas de oportunidades buenas con mucha fuerza. Me arrepiento de no pensar mucho antes de hablar.
— ¿Qué?... Bueno, al menos eres honesta con tu nivel de psicopatía. —Cerré la puerta tras de mi, iba a decir algo más, pero volví a caer en esos ojos verdes… necesitaba ponerle lentes de sol para poder hablar con él de forma normal, como se habla con una persona normal. — ¿Qué es lo que quieres? — “un hijo suyo menos amargado no estaría mal” pensé, la frustración en su voz no me dejó pensar y terminé diciendo:
—Un hijo suyo…— se quedó mirándome en silencio. — ¡Juro que no era eso lo que quería decir!.— traté de arreglar las cosas sin éxito alguno, pero realmente siento que está vez si me va a despedir, tengo que pensar antes de hablar. Me quedé en silencio mientras esperaba que este me dijese que estoy despedida y que llamaran a la policía polaca por acoso s****l… Pero…
—No, eso era exactamente lo que querías decir — Él… se… se estaba riendo… “¿Estará bajo medicación para la rabia?” me pregunté, Levanté la mirada esperando a que estuviera experimentando una alucinación auditiva o algo parecido. Y vaya que solo hacía que me frustrara más el verlo reír, siendo honesta, él era mi problema, y realmente su perfecta cara me causaba una mezcla de rabia y gusto… Tal vez si suplicaba y hacia mi trabajo extra por un mes por el mismo sueldo sin molestarlo ni una vez, tal vez pueda apelar a la piedad que quizás tenga este extraño y odioso ser en su alma, “puede ser que no me despida”. Iba a decir algo, pero este hombre no dejaba de reírse con bastantes ganas, aunque, lucía realmente como un dios… o aún demonio salido de quién sabe qué parte del infierno… Espera, sí sé de dónde: el circulo de la avaricia… ¿o la lujuria?... ¿tal vez un punto medio entre ambos?... Espera eso es la gula… ¿¡Porque me desvío tanto?! — No sabes cuantas veces me han dicho eso mismo, la diferencia es que eres la menos extraña de todas… además de bastante eficiente. —Debo parecer la personificación de la vergüenza, porque una cosa es pensarlo y otra es decirle a tu jefe en su cara “quiero un hijo suyo”.
— ¿Me va a despedir? — pareció pensárselo un poco, apreté los labios mientras esperaba su respuesta, jugando ansiosamente con mis propios dedos tras la espalda.— Me gusta tu idea, pero, no tengo tiempo para buscar a alguien que haga bien el trabajo y tú en quince minutos seguiste las instrucciones a la perfección, en concreto creo que… es mejor tortura dejarte trabajar para mí.— Le miré en un estado de felicidad, mezclado con alivio y bastante extrañada.— ¿Tortura?.
Creo que me va a poner trabajo extra, durante un largo tiempo.
Me lo merezco.
—Si, ya verás porqué. Te lo advertí, si me molestas con estupideces, te pondré el asunto muy complicado.
Mamá tenía razón.
Nací para arruinar todo cuando hablo.
—Digo, ¿Quién más si no tu?, Eres tan buena en el trabajo que pensé, “vamos, tiene menos de una semana y ha hecho todo correctamente sin errores, es dedicada y bastante ágil, tiene estudios de informática lo cual es útil y se centra bien en su trabajo”— se recuesta en su silla con total calma, suspira aún con una ligera sonrisa en sus labios.— Luego concluí que, si puede con un tercio del trabajo diario, en la mitad del tiempo promedio, entonces, podrá con el trabajo completo a nivel general, también podría ser tan eficiente como para traerme otro café de bombón, pero está vez, Obbi Obbi, amo su café
—¿¡Otro?!, Ese lugar está a casi una hora.
—También hacer un pequeño cambio en los contratos de los clientes de esta semana, —Soltó un bloque de papeles sobre el escritorio con una amplia sonrisa que si no fuera por el momento tan horrible, realmente sería encantadora… trague duro mientras el nudo en mi garganta se ajustaba, ¿Por qué demonios hablé?.— Ah, lo olvidaba hay una lista de cosas que necesito.—La notificación llegó a mi tableta, abrí los ojos aterrada, tantas cosas, tan altos precios, había direcciones completamente opuestas.— Pero claro señorita Elizabeth Swan, Si es tan ambiciosa, entonces puede seguramente con eso y mas.
Salí en silencio sudando frío.
No estoy despedida… Pero siento que perdí mi alma y también mi dignidad.