Capítulo 6 parte 2

1034 Palabras
Como sea, necesitábamos hacer un plan para cuando Caesar y Fernando llegaran por lo que mantenía a Adrián monitoreando las posibles propiedades de Cronos mientras yo preparaba un plan de contingencia ¿qué plan era este? ¿el plan C o D? ya no recordaba. Mis ojos me ardían por haber estado tanto tiempo en mi laptop, pero era un ardor bienvenido que me motivaba a seguir, me motivaba a olvidar todo lo demás y seguir con lo que estaba haciendo. El teléfono de la sala de reuniones sonó. Mis ojos se despegaron de la pantalla y fueron hacia Adrián quien también dejó lo que estaba haciendo para mirarme en respuesta. Su confusión era clara, ese teléfono solo sonaba cuando un hermano necesitaba ayuda, en su época era útil, pero ahora que la tecnología avanzó ese teléfono fue haciéndose más y más inútil, lo actualizamos a una versión nueva sí, pero no lo usábamos. Asentí con la cabeza dándole luz verde a Adrián para que descolgara el teléfono y lo pusiera en altavoz. – ¿Quién es? Maldije la voz insegura que salió de Adrián, en estos momentos no era adecuado mostrar sentimientos. Mis pensamientos se cortaron cuando escuché esa voz tan conocida, pero que no había escuchado en mucho mucho tiempo. – ¿Adrián? ¿Eres tú? Gracias a los dioses. Tengo cosas que decirles…¿Adrián? ¿estás ahí? Un Adrián sorprendido y anonadado solo miraba el teléfono con incredulidad, por supuesto que no esperaba escuchar esa voz después de tanto, entendía su sorpresa. Así que, como siempre, tomé su lugar. – Raelus, aquí Damián. Comprenderás que Adrián esta un poco…sorprendido por tu llamada. – Sí, lo entiendo. Pero ya hablaremos después sobre eso. Escuchen, logré escapar de uno de los sótanos, pero no estoy solo…estoy con dos almas divinas y necesito ayuda para protegerlas porque no estoy seguro que en mi condición pueda proveerles la seguridad que ellas necesitan. ¿dos almas divinas? Eso hacía un total de tres almas encontradas esta noche ¿alguna de ellas sería Nora? ¿Raelus podría describirnos a las dos mujeres que estaban con él? justo cuando quise hacerle la pregunta, él habló primero. – Como sea no contamos con mucho tiempo, tempo que los secuaces de Cronos nos rastreen, anoten la dirección que les daré y vengan por nosotros, por favor. Ellas están asustadas y por ahora solo confían en que yo estaré con ellas protegiéndolas. En silencio anoté la dirección que me dictaba y, aunque al principio me incomodó el hecho que quisiera mandarme, respeté el hecho que estuviera con prisa y con temor que vinieran a atacarlo cuando suponía que se encontraba débil. Colgué y de inmediato llamé para que un carro fuera a la dirección acordada, este cuerpo de seguridad era de mi entera confianza, los había investigado muy bien antes de dejar que ellos trabajasen conmigo. – ¿Está bien que uno de nosotros no vaya con ellos? Me preocupa el estado de Raelus. – Es mejor quedarnos aquí, Raelus dijo que están asustadas y que solo confían en él por lo que si tú o yo o cualquiera de nosotros va, seguro que las asustaremos. Ahora tendremos que informar a Caesar que su compañero y dos almas divinas vendrán a su mansión. Mientras decía aquello miré a Adrián quien sin pensarlo desvió la mirada haciéndose el tonto, como siempre se deslindaba de este tipo de tareas. Soltando un suspiro, saqué mi móvil y marqué el número de Fernando. Supuse que Caesar no estaría en las condiciones para poder responder así que me fui por lo seguro. – Aquí Fernando conduciendo junto a un muy animado Caesar. Sí, supuse que Caesar estaría desanimado y Fernando muy divertido por su depresión después de no haber encontrado a su compañera. – Bien, ¿están cerca al punto de encuentro? Intenté sonar como siempre, pero la verdad era que estaba estresado. Que vinieran dos almas divinas significaba que teníamos que hacer un plan, acomodarnos no solo para darles un espacio adecuado y seguro para que ellas vivan, sino que teníamos que amoldarnos para que estuvieran bien cuidadas y que al menos uno o dos de nosotros estén cerca ¿y quién se tendría que hacer cargo de eso? Pues siendo el encargado de la tecnología seguramente me encargaría de eso junto a Kaelus o a Caesar. Parece que Fernando captó mi voz haciendo que me irritara mucho más. – Estamos a un par de horas de Nashville ¿por qué tu voz suena rara? Guardé silencio, ¿cómo podía ser sutil al dar esta noticia? ¿por qué a Raelus se le ocurrió llamar cuando yo estaba aquí Evidentemente no tenía talento para la conversación, tenía que hacer esto, era una petición de Raelus después de todo. Finalmente, solo solté lo que tenía que decir. – No sé por qué me pidieron que haga esto ya que obviamente no tengo talento para ser sutil y no hay manera suave de decirlo así que seré directo. Raelus se comunicó con nosotros y está en camino junto a dos mujeres divinas. – ¿Cómo es posible? Si eres consciente que con esa información haces que tengamos más preguntas ¿verdad? – Yo tampoco sé mucho, aparentemente escaparon esta noche justo cuando aparentemente invadimos los sótanos. Debieron estar en uno de esos huecos y aprovechar la oportunidad. Raelus solo nos dijo que enviáramos un carro para venir, no me dijo los nombres de las mujeres, ni si estuvieron con él todo el encierro. Solo nos dijo que están algo asustadas y que solo permitieron que él sea su protector por el momento, así que, debemos respetar su espacio personal. De cualquier forma, calculo que deben estar llegando junto a ustedes o en todo caso se demoraran un poco más, pero como sea ya están avisados. Ahora si me disculpan hasta que ustedes lleguen me pondré a descansar ya que no he dormido en dos días. Sin más colgué y apagué mi laptop y me fui a la habitación que ahora había adoptado como mía en todo este tiempo. Necesitaba dormir al menos unos cuantos minutos o pronto tendría dolores de cabeza y no podría pensar adecuadamente.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR