Estaba en el pasillo de la morgue cuando mi madre llegó, la habían llamado y no fue difícil para ella llegar considerando que era el sótano del hospital en el cual trabajaba. Cuando ella estuvo allí ni siquiera me notó al principio, porque estaba demasiado ocupada hablando con la policía y enfermeros. Sé que Hiro sostenía mi mano con fuerza y no se apartaba de mi lado, me hacía bien, porque me mantenía en la tierra. Mi mente iba de un lugar a otro, cambiando constantemente y sin sentido o tal vez ahora todo tuviera más sentido que antes. —No te agradecí por el libro que me diste —le dije a Hiro de repente —, lo leí, fue interesante… —Penny, no creo que… —Esa mujer habla sobre historias de viajes en el tiempo que le ocurrieron a varias personas, aunque no está del todo segura si fue real

