El inicio
Hoy eran uno de esos días fríos, melancolicos, nubes y lluvia desenfrenada. Miraba por la ventana de mi habitación, mientras en mi pecho tenía una extraña sensación, como si algo malo fuera a suceder.
Desde que tengo memoria he sido rechazada por mi padre, un hombre ambicioso, frío, calculador, con su gran empresa de arquitectura, había creado grandes edificios, simplemente espectaculares de otro mundo, una mente brillante. Lo admiraba, a pesar de que tuviera un desenfrenado odio por mi, nunca he entendido el porque.
Hoy es la gran fiesta de la compañía, celebraran veinte años desde su creación, ya van siendo las cinco de la tarde y me dispongo a vestirme para la ocasión, no es de mi agrado pero lo hago porque asistirá mi novio Dan, él es hijo de uno de los accionistas de la compañía de mi padre, ellos eran grandes amigos.
Lo conocí un día soleado de abril, cuando volvía de su último viaje por Italia, representando a la compañía de nuestros padres, presentando grandes diseños arquitectonicos. Cuando lo vi por primera vez, sabía que era el amor de mi vida.
El reloj avanzaba rápidamente, me acerque hasta el armario para sacar un vestido blanco perla con encaje de flores, mangas largas, algo sencillo. No era de mi agrado lucir demás. Me maquille un poco, sutilmente, perfume, tacones bajos.
(Al telefono misteriosamente)
*Derick, recuerda que hoy es el día, no me falles o si no lo perderas absolutamente todo. -Dijo el misterioso hombre-
*No te preocupes, quizá ella se oponga, pero te la entregare. Prefiero mi empresa que esa muchacha.
*Bien, espero que luego no reclames que devuelva a la chica, porque es mía.
*Pierde cuidado, te doy mi palabra.
(Se corta la llamada.)
El reloj ya marcaba las ocho y varios invitados ya habían llegado.
Mis padres saludaban a todos, empezaban hablar sobre el inmenso prestigio de su amada compañía.
Veo pasar al padre de Dan pero venía solo, quizá debe estar buscandome.
Emocionada comence a buscar por la casa para ver si lo encontraba. Voy avanzado hasta la cocina cuando empiezo a escuchar un ruido algo extraño, como si se estuvieran quejando, me acerque para ver que sucedia.....Oh, por Dios.
-¡Dan!, ¿que estás haciendo? -grite angustiada.-
-Mi, mi amor, susie -Se subio el pantalon.-
-¿Quién es esa? -corrí mi cabeza hacia un lado para ver aquella mujer.- Dios santo, ¿Ixie? -Sentía mi cara caliente de la rabia que sentía, Dan mi novio y mi mejor amiga Ixie teniendo relaciones sexuales en la cocina de mi casa, sin ningún pudor.-
-¿Que significa esto? -las lagrimas me invadian.-
-Ca, ca, cariño, esto fue un error, no, no sé que me sucedió. -Dan trato de tomar mis manos, pero solo las esquive.-
-¿Un error Dan?, ¡llevamos 2 putos años acostandonos!. -Ixie grito pero se veía plena con lo que hacía.-
-Yo, yo -respire- (en ese instante salí corriendo hasta el patio, había un árbol inmenso que siempre me cobijaba cuando me sentía mal.
-Mi cuerpo se sentía débil, mi alma estaba rota, mi corazón hecho pedazos, llevabamos tres años de noviazgo con Dan, imaginaba una vida a su lado, él me completaba y ahora que había descubierto su engaño, me sentía vacía, confundida, entregué tres años de mi vida a quién creía era mi verdadero amor pero todo fue una mentira.
Comencé a llorar desconsoladamente, mientras con mis brazos abrazaba mis piernas.
Ya nada tenía sentido, desde que tengo memoria sufría el rechazo de mi Padre, era una chica insegura y Dan era el primer novio que tenía, se suponía que me amaba tal y como yo soy, pero ya descubrí que es un perro más.
Sumergida en mis pensamientos, siento que unas manos me toman con fuerza de ambos brazos y me levantan.
-¿Quienes son ustedes? -pregunte asustada-
-Señorita Davis nos debe acompañar -en eso uno de los sujetos presiona un pañuelo en mi boca, intente forcejear pero ese olor era mas fuerte y sentía mis piernas flaquear, hasta ya perder el conocimiento.-
-Que linda y hermosa señorita tengo aquí conmigo- escuchaba desde lejos, no sé si es un sueño o es real.-
El Señor W.R.W
-Al final el imbécil de Derick cumplió su promesa y me entregó a esta hermosa jovencita, no imagina lo que haré con ella.
Su cabello huele tan exquisito, no quiero ni imaginar como será el aroma de su cuerpo, pero ya lo podré descubrir.
Susie
-Abrí los ojos de repente cuando siento que un hombre acaricia mi cabello, me moví bruscamente y aquel sujeto me sienta. Miro a mi alrededor y solo sé que vamos en un auto al parecer grande.
-¿Quién es usted?, ¿donde estoy?
-Mi preciosa, soy W.R.W -dice mientras acaricia mi rostro.
-No me toque, no lo conozco -corrí la cara para evitar que me tocase.-
-Tendrás que acostumbrarte, ahora serás mi mujer.
-¿Que?, no, no. Lleveme de regreso a mi casa, mis padres deben estar buscandome.
-¿Tus padres? -comenzó a reír a carcajadas.
*Asustada empecé a moverme bruscamente, necesitaba escapar de ahí y volver a casa.*
-El idiota de Derick, está en bancarrota. Te vendió y como me gustaste, sencillamente te compre. -Saco un cigarro de su bolsillo.-
-No, no puede ser. Por favor dejeme ir -lágrimas caían desde mis ojos, era mucho dolor para asimilar.-
-Se lo ruego, dejeme ir, prometo devolver cada peso que pago por mi -Suplique mientras lloraba.-
-Lo siento preciosa, tratos son tratos y yo ya te compre. No te voy a devolver -lanzo una bocanada de su cigarro a mi cara.-
*Para mi suerte como no iba amarrada aproveche un instante en que este sujeto se reía y miraba por el lado de su ventana a la calle, para deslizarme rapidamente hasta el otro extremo abrir la puerta y lanzarme. Era eso o morir y prefería morir.*
-¡Susie!, ¡maldita perra!, ¡deten el auto y ve por ella!.