Capitulo 1 Amistad
7: OO AM Suena las campanas de la iglesia…
Se encontraba Ana mirando por la ventana del orfanato, deseado algún día salir de aquel asqueroso lugar, nadie la había querido adoptar y ahora está por cumplir 17 años, cuando cumpla los 18 ella no tendrá más opción que salir del orfanato y independizarse sola, es lo que más quiere ella salir de aquel lugar, pero al mismo tiempo ella ve la realidad, es imposible que alguien como ella sin educación, sepa defenderse contra el mundo, ella solo recuerda que a la edad de 10 años sus padres la dejaron en aquel lugar prometiendo volver, pero nunca cumplieron sus promesa, las chicas de aquel orfanato la odian por ser atractiva, a pesar de no tener gran vestimenta, todos los malos tratos que ha tenido en aquel lugar la obligaron a tener una personalidad arrogante, fría.
Deja caer una lágrima en sus manos a ver como los niños salen a desayunar, son tan inocentes que aún son capaces de sonreír estando en aquel lugar, ella desde la ventana ve una casa que queda lejos, en las montañas, su sueño es tener una casa y estar a solas y morir sola, solo quiere estar en un lugar donde haya paz y no gente que la odia y ella sigue sin saber la razón
— ¡Ana!— Agarra su cabello— ¡Que haces en la ventana!
Grita la niñera que se encargar de cuidar a los niños del orfanato, Ana solo la mira si dar una respuesta haciendo que provoque a la niñera agarrar aún más fuerte su cabello pero ella solo arruga su cara por el dolor mas no omite ningún sonido de sufrimiento, ella nunca quiso demostrar lo que de verdad sentía, siempre quería estar con la cabeza en alto sin importar la situación
— ¡Por lo que veo eres capaz de ignorarme tan temprano! si es así, te quedaras sin desayunar e iras al calabozo por tu mal comportamiento, para ver si terminas de reaccionar una vez por toda— dice mientras la lleva arrastra y a llegar a lugar la lanza como si fuera un animal, pero aun así Ana no muestra ningún arrepentimiento y la niñera cierra la puerta.
Ana busca una roca y hace marcas en la pared para llevar la cuenta cuando lleva en aquel asqueroso lugar— Ana arregla su cabello con cuidado— Trata de no tocar mucho su cabello ya que es seguido que agarren su cabello como si fuera cualquier cosa, tira la ronca en el suelo y ve que algo brilla entre la tierra que hay en aquel lugar, con sus manos limpia la tierra y es una llave dorada, se asombra de ver algo así, tanto tiempo que pasa en aquel lugar nunca había encontrado esa llave, intenta abrir el calabozo con esa llave pero es inútil porque no es la llave y se decepciona, no tiene más remedio que volver y sentarse a esperar que algún día se acuerden de ella y la saquen de ese lugar.
Mientras tanto en las oscuridad piensa en sus padres, tiene pocos recuerdos con ellos, pero para ella valen la pena recordar porque son recuerdos donde ellos eran felices, donde ella tenía una casa, un lugar donde dormir, y padres que la amaban, todas las mañana salían al patio a desayunar juntos, lo que ella quería siempre la tenía, a ella le gustaba cuando su madre siempre tenía un conjunto de vestido diferente cada día, y sonreía de alegría a verla, fueron días que nunca volverá, días que parece que solo fueron sueños de ella, todos estos años, odio a sus padres por haberla abandonado sin ninguna explicación, ni una carta dejaron, y nunca cumplieron su promesa volver por ella, ahora por eso debe vivir en un asqueroso lugar donde todos los días es maltratada por todos
—Juro que va a llegar un día, donde nadie podrán un dedo sobre mí, aquel día me vengare de todos ustedes por lo que me hicieron, va a llegar el día que encuentre a mis padres y nunca voy a querer regresar con ellos, los hare pagar por lo que me hicieron— dice en voz alta y una chica de aquel lugar logra escucharla
Aquella chica pelinegra con ojos negros se acerca a la puerta con risas y junto a sus compañeras riéndose porque Ana se encuentra en aquel lugar y hablando sola
—Miren chicas, nuestra querida Ana hizo un juramento que va a salir, y nos hará pagar por lo que hicimos—Las chicas que vienen con ella se ríen— Querida, dulce niña tu y yo sabemos que nunca podrás salir de este asqueroso lugar, y menos una chica como tú, no te hagas ilusiones, vivirás aquí para siempre, y nunca te escaparas de mis manos— Ana lanza una risa sarcástica
—Si nunca voy a salir de aquí, eso implica para ti también Laura, nunca tendrás una familia, siempre estarás con tus ratas que los haces llamar amigas, nunca tendrás un futuro como yo— dice con una sonrisa en su rostro
El semblante de Laura cambia por completo por el comentario de Ana, las amigas de ellas no saben que responder a su comentario pero aun así Laura tampoco baja la cabeza y sale de aquel lugar para no verla, en eso llega una chica que es parecida a Ana físicamente, ambas tienen el cabello rojizo, de piel blanca y ojos café, se acerca con un pedazo de pan pero Ana no nota su presciencia porque tenía los ojos cerrados tratando de no soltar ninguna lagrima, prometió jamás en su vida volver a llorar.
—Ana— dice en voz baja y ella ignora— Soy Alicia, puedes abrir los ojos— En su corazón se siente aliviada, de todas las personas del orfanato ella y Alicia son buenas amigas, ella abre los ojos y sonríe a ver Alicia, se acerca de prisa para ver que hace ella ahí
— ¿Qué haces aquí? Podrían regañarte si te ven conmigo— dice en voz baja preocupada
—No te preocupes, fui cuidadosa a venir para acá, ten— le entrega un pedazo de pan con mermelada— Cuando me fije que no estabas en el comedor supuse que estarías aquí ¿Por qué te mando la niñera de nuevo aquí?
Ana asiente comiendo el pan que le entrego y Alicia suspira de frustración por el maltrato injusto que le dan a Ana, ellas son parecidas físicamente, que incluso solo por eso a veces también suelen maltratar a Alicia solo por tener un parecido, solo odian a Ana y ninguna de ellas saben porque el odio hacia ella—Ana termina de comer y suspira de alivio
— ¿Te gusto?—Ella asiente— Que alivio, fue lo único que pude agarrar, sabes cómo son de exigente con la cantidad de comida que le dan a cada una, aunque ya sabemos el favoritismo hacia Laura
— ¿Tu comiste suficiente?— pregunta Laura preocupada
—Tranquila, yo comí un poco— miente
Alicia solo le dieron un pedazo de pan a ella, intento agarra otro para llevárselo a Ana pero se lo negaron no tuvo más opción que entregarle su desayuno a Ana— Alicia siente como su estómago pide de comer— Aun así Alicia tiene una sonrisa en su rostro para que ella no se entere de la verdad, aunque Laura la conoce bien y no se siente segura que lo que esté diciendo Alicia sea verdad
—¿No me estas mintiendo verdad?— pregunta
—No lo hago, tranquila— dice Alicia con una sonrisa
—Mira lo que conseguí— le enseña la llave dorada y Alicia la mira asombrada— Es genial ¿Verdad?
—Es muy genial ¿Es la llave del calabozo?—pregunta ella mirando a Ana con esperanza de que sea la llave para que ella pueda salir de ahí pero Ana niega y ambas se decepcionan— ¿Entonces para qué sirve la llave? No parece ser una llave común y corriente
Ambas se queda mirando la llave en busca de una respuesta, miran a su alrededor para ver si consiguen una puerta oculta dentro del orfanato pero suspiran a ver que no hay nada extraordinario dentro de aquel lugar
—Supongo que no es de aquí— dice Ana decepcionada
—Debe ser de aquí, si la conseguiste es por algo, puede que sea tu única salida de este lugar
—Nuestra salida, recuerda que si me voy, te traeré conmigo sin importar que
—No hace falta, yo puedo sobrevivir un poco aquí, pero a ti siempre te tratan mal, debes ser libre primero y ser feliz porque lo mereces
Ana se asombra por la última frase de Alicia, ella nunca había pensado que podía ser capaz de ser feliz, siempre pensó en su venganza pero nunca tomo como importancia su felicidad, antes de ser feliz, quiere asegurarse de hacer pagar como sea necesario a todos que fueron capaz de hacerle daño tanto a ella como a Alicia, cuando ella estaba en los más bajo queriendo suicidarse Alicia la detuvo y desde entonces siempre estuvo con ella, cuando ella sufría por culpa de las niñeras, ella se metía en el medio para que no la hicieran sufrir más, desde entonces también tomaron a Alicia para hacerle la vida imposible aunque no tanto como a Ana pero al menos que ella aprendiera a no meterse donde la llaman, desde entonces su amistad se hizo más fuerte como un lazo que nadie puede romper por más que intente, nunca lo lograrían, o al menos ellas piensan así