Capítulo 38 El camio de regreso a casa se me hace eterno, pero cuando veo que al fin estoy llegando consigo calmarme, de la misma forma en la que puse a Nataly dentro del auto la saco, dejando olvidada la mochila en el asiento trasero, no me parece suficiente el paso que lleva ella mi lado y la tomo en brazos, subo las escaleras de dos en dos la pongo en el suelo para abrir y la regreso a mis brazos, Nataly no dice nada, se queda callada con su vista fija en mi rostro, yo me mantengo en silencio para no perder la cordura. La llevo a la cocina y hago que se sien te en la isla. – Voy a prepararte algo para que comas – suspiro, no la miro, estoy demasiado nervioso. – Jason – me llama Nataly cuando dejo caer tres veces el mismo bol, se acerca y lo quita de mis manos. –

