PDV María
Ese hombre enfrente de mi hermano, acepto el sobre después de que este se lo dio, lo abrió y empezó a revisarlo.
Pareció contar los billetes, eso parecía desde aquí, después de terminar, asintió satisfecho.
— ¿Ya podemos irnos ahora? —le pregunte mi hermano.
—Si, ya todo puede comenzar —dijo el hombre, mientras agitaba un poco las manos.
Despues de que ese tipo hiciera eso, vi a mi hermano abrir los ojos de golpe.
—¿Ya vamos a arrancar? —le pregunte, mientras continuaba mirándolo.
Mi hermano se giro hacia mi, su expresión era una asustada, eso me extraño, pero luego supe, que algo malo estaba por pasar.
—¡Corran! —grito mi hermano, antes de que unos hombres llegaran cerca de el.
Eran varios, todos ellos habían llegado de la nada.
Apenas aparecieron, lo primero que hicieron fue golpear a mi hermano y hacerlo caer al suelo.
—¡Miguel! —grite, apenas vi esto.
Por puro impulso corri en su dirección, estaba a punto de bajarme del camión donde estábamos, pero antes de hacerlo, 1 de esos hombres se subio y nos miro a mi y a mi prima.
—Son mas bonitas en persona, por ellas se podrá conseguir bastante —dijo ese hombre.
—¿Podemos usarlas antes de entregarlas? —pregunto otro de los hombres que habían golpeado a mi hermano.
—No, no podemos, acuérdate de que tienen que llegar intactas, tomemoslas y llevemoslas rápido.
—Mi hermano ya les pago, ¿Por qué…? —murmure, antes de que esos hombres se abalanzaran sobre mi.
Dentro de poco, mi prima y yo estábamos siendo sometidas por ellos, ambas gritamos y tratamos de pelear, pero no pudimos hacer nada.
Dentro de poco nos bajaron del camión, y luego nos empezaron a arrastrar con fuerza a pesar de nuestros intentos por evitarlo.
—¡Miguel! ¡Miguel! —grite, mientras miraba en dirección hacia mi hermano.
Mi hermano al escucharme, trato de levantarse para socorrernos, pero antes de eso, esos hombres lo empezaron a golpear de nuevo, dejándolo en el suelo.
Continuaron pateándolo mientras estaba en el suelo una y otra vez, solo pude mirar sin hacer nada ante tal situación.
—¡Miguel! —grite por ultima vez, antes de perderlo de vista.
Mi prima y yo gritamos, queríamos llamar la atencion y ver si alguien nos podia ayudar, pero esos hombres nos amenazaron que nos golpearían si continuábamos haciendo eso.
Al final, las 2 callamos, y nos quedamos en silencio.
Nos subieron a una camioneta la cual arranco poco despues.
—¿Qué nos va a pasar? —me pregunto mi prima.
—No lo se, no se ni a donde vamos ¿Viste en que dirección iban? —le pregunte.
—No, eh visto lo mismo que tu, no pude ver a donde vamos —me dijo mi prima entre lagrimas.
El miedo que estaba sintiendo era cada vez mayor.
Despues de un tiempo conduciendo, la camioneta se detuvo, esos hombres nos bajaron a la fuerza y luego de eso nos llevaron hacia cierto lugar.
Habia varias chicas allí.
Debían haber mas de 1 docena.
Los hombres nos llevaron a mi y a mi prima cerca del grupo, 1 mujer estaba mirando a las chicas de forma detenida.
—¿Cuántas de ustedes son vírgenes? —le pregunto esa mujer a las chicas.
Ella debia estar con estos hombres.
Ninguna de la decena de chicas allí reunidas dijo nada, todas estaban asustadas al igual que yo.
—Si no me responden, voy a hacer que estos hombres las revisen en persona ¿Quieren eso? —volvió a decir esa mujer mientras señalaba a sus ayudantes.
Eso parecio convencer a las chicas con las cuales estaba y 2 de ellas levantaron la mano, las otras dijeron que no eran vírgenes…
Mi prima también dijo que no lo era… yo por mi parte… levante mi mano.
—Bien, asi me gusta, todo será mejor si cooperan conmigo… ahora separen a las vírgenes de las demás, muévanse rápido —les dijo esa mujer a sus compañeros.
¿Separarnos?
Mire asustada a mi prima, ¿Nos iban a separar? ¿Justo ahora?
No queria eso.
Trate de aferrarme a ella, pero esos hombres nos gritaron y nos separaron a la fuerza.
Grite, la llame con todas mis fuerzas, pero no pude hacer nada mas que mirar mientras se la llevaban.
Pude ver como la subían en un camión con las chicas que dijeron que no eran vírgenes, y luego de eso se las llevaron.
Ahora mi prima ya no estaba conmigo, la habia perdido al igual que mi hermano.
Las 2 chicas que se encontraban conmigo, fueron arrimadas a mi lado, la mujer se acerco a nosotras y nos miro.
—Ustedes vendrán conmigo, que no se les ocurra tratar de hacer nada, sino la pasaran aun peor de lo que la están pasando ahora, vámonos, las quiero cooperando en todo —nos dijo la mujer antes de chasquear los dedos y señalar 1 camioneta cercana.
Esas 2 chicas y yo nos miramos, al final decidimos hacer lo que nos dijo y fuimos hacia la camioneta.
Nos montamos allí y un par de hombres se subieron junto con la mujer, la cual seguía mirándonos de forma fija.
—Arranca —dijo la mujer.
La camioneta empezó a avanzar, el ambiente era silencioso, ninguna de las 2 chicas conmigo dijo 1 palabra, pero yo no pude contenerme mas.
—¿A dónde vamos? ¿A dónde nos llevan? —le pregunte a la mujer, la cual parecía ser la jefa.
—No hables —me dijo el hombre a mi lado.
—No seas asi, mira que la chica tiene curiosidad —me dijo la mujer.
—¿Me vas a decir? —pregunte sorprendida.
—Claro, ¿Por qué no? Te vamos a llevar a un lugar especial niña.
—¿Qué lugar?
—A 1 donde te van a convertir en mujer finalmente, y en donde yo mis socios ganaremos bastante gracias a ti y a tus compañeras… ¿Ya estas feliz de saber? —me pregunto la mujer.
¿Convertirnos en mujer? ¿Se refiere ah….?
Tuve el impulso de saltar de la camioneta de alguna manera… pero los hombres a mi lado dificultaban la tarea.
—Ni lo pienses niña, se notan tus intenciones, que no se te ocurra pasarte de lista por que sino le dira a ellos que hagan pasar un mal rato ¿Qué fue lo que les dije alla afuera? Siempre y cuando cooperen conmigo, todo ira mejor para ustedes… ¿Acaso no me escucharon? —me pregunto la mujer.
…
Creo que supe que pasaba aquí…
Esto era… ¿Trata de blancas?