La muñeca del... CEO

PDV María La alarma sono, y en el momento en que eso sucedió, yo me desperté, solo me tomo unos momentos antes de que los nervios me invadieran, ya que todo sucedería hoy. Mi nombre era Maria, tenia 18 años actualmente, y estaba a punto de cruzar la frontera hacia Estados Unidos. Las cosas en la región de donde provenía, no iban nada bien, no habían muchas oportunidades, y debido a varios inconvenientes que terminaron pasando allí, al final decidimos migrar en busca de un mejor futuro. Decidi irme con mi hermano y mi prima, los 3 ibamos a hacer una nueva vida en Estados Unidos, a cumplir el sueño americano, como dicen muchos. Tuvimos que hacer muchos movimientos para poder arreglar todo lo que necesitábamos, mientras planeábamos nuestro viaje, nos encontramos con muchos estafadores, tuvimos que tener mucho cuidado. El pasaje por la frontera no era algo muy seguro para todos, teníamos que tener cuidado, pasamos meses tratando de encontrar a un persona que nos permitiera cruzar la frontera de forma segura. Despues de mucho buscar, finalmente mi hermano, el cual era un antiguo policía de donde veníamos, encontró un grupo que acepto hacer pasar la frontera a cambio de cierto monto. Tuvimos que vender muchas cosas para poder pagar el pasaje, vi como todas mis pertenencias eran vendidas 1 a 1 hasta que ya no quedo nada. —Espero que esto valga la pena —fue lo que pensé en ese momento cuando mi habitación quedo vacía después de vender todo lo que tenía. Mi hermano me dijo que todo estaría bien, despues de pagar el pasaje, y hablar con ese grupo que nos llevaría, nos preparamos. Tuvimos que hacer varias idas y vueltas y despues de varios días de viaje, estábamos a punto de poder cruzar la frontera y lograr el sueño americano, hoy seria el dia en donde todo pasaría. Despues de despertarme por completo, mire a mis alrededores, habíamos acampado en el camino, lance una mirada a mi hermano y a mi prima, los cuales estaban dormidos cerca de mi. Nos iban a buscar pronto, debíamos estar listos para cuando esas personas llegaran a recogernos y nos hicieran cruzar la frontera. Empece a despertar a mi hermano y a mi prima, debíamos recoger todo y estar listo para cuando ellos llegaran, me fue un poco difícil el poder hacer que se despertaran, pero despues de unos momentos, lo logre. —Vamos, debemos recoger todo —les dije, mientras me levantaba y recogia las cosas que usábamos para dormir. Mi hermano y mi prima, se levantaron, esta ultima con pereza, de entre los 3, ella fue la que menos quiso venir, pero entre yo y mi hermano la convencimos, no iba a ganar nada quedándose en casa haciendo nada. Nos tardo un pequeño tiempo acomodarnos, cuando finalmente estuvimos listos, nos quedamos quietos y esperamos a que el grupo llegara. Mi hermano miraba nervioso de vez en cuando su reloj, quizás tenia miedo de que aquellos hombres no llegaran, quizás temia que al final se hubieran echado para atrás, a mi no me preocupaba mucho, ya que todavía no le habíamos dado el dinero. No se iban a ir antes de que obtuvieran eso, por lo que estaba confiada. Finalmente después de un tiempo, un camión llego, lo conducia el mismo hombre con el cual mi hermano habia hablado desde un inicio, era un hombre de mediana edad, tenia una apariencia algo descuidada. Mi hermano nos dijo que nos quedaramos aquí, mientras que èl fue al encuentro de ese hombre, hablo unos momentos con èl, y pude ver que le entrego un paquete, ese era el dinero prometido, no me agrado mucho que le diera su pago antes de montarnos. Despues de eso, mi hermano vino hasta nosotras. —Ya esta, hay que subirnos —me dijo mi hermano. —¿Por qué le diste el dinero antes? ¿No podias esperar a que cruzáramos la frontera? —le pregunte. —Solo le di al mitad Maria, la otra mitad se la dara despues de cruzar la frontera, vamos, no tenemos mucho tiempo, debemos hacer esto rápido para evitar accidentes —me dijo mi hermano antes de girarse y caminar hacia el camión. Mi prima y yo intercambiamos una mirada, antes de seguirlo, mi hermano nos ayudo a montarnos y despues de eso el camión arranco. El camino era pedregoso, rebotamos varias veces, estaba ansiosa por llegar y ver finalmente el país del cual tanto habia oído hablar, estuvimos en el camino un buen rato, hasta que el camión finalmente se detuvo. —¿Ya llegamos? —le pregunte a mi hermano. —No lo creo, voy a ver que pasa —me dijo antes de bajarse del camión. Cuando abrió las puertas de la parte donde estábamos, el hombre que nos llevaba, estaba allí, vi a mi hermano hablar con èl, y pude escuchar algunas de las palabras que estaba diciendo. Ese hombre queria que mi hermano le diera el resto del dinero ahora, y aun no habíamos cruzado la frontera. —Habíamos quedado en que le daría la otra mitad en cuanto nos hiciera entrar en USA —le dijo mi hermano. —Estamos a punto de cruzar, y en cualquier momento, los policías gringos pueden interceptarnos, si lo hacen no podrás darme el dinero que me debes, prometí llevarlos, sí, pero no a perdidas, vamos, entrégame la otra mitad para poder seguir con nuestro camino, no podemos quedarnos mucho tiempo aqui —le dijo ese hombre. Mi hermano intercambio varias miradas junto con nosotras, parecía indeciso, pero al final saco el sobre restante y se lo dio al hombre. —Bien, vamos, ya quiero llegar, no mas tardanzas.