Capítulo 1 Te convertiste en mi estrella favorita
Amalia subió al avión con poco equipaje, aunque iba a quedarse un mes con su hermana, ella le había dicho que tenía mucha ropa y podían compartir, apenas había desayunado porque era muy temprano y su cuerpo no estaba acostumbrado a comer tan temprano, aunque Amalia era dos años mayor que su hermana eran tan parecidas que muchos pensaban que eran gemelas, tenían la misma contextura ambas eran muy hermosas, medían aproximadamente 1,70 de estatura y su cuerpo era esbelto, tenían piel trigueña con el bronceado que dá vivir a la orilla del mar, algunas pecas bien distribuidas en la nariz y mejillas, ambas tenían el cabello ondulado las diferenciaba que el de Maya era rubio mientras que el de Amalia era n***o azabache. Cuando Amalia se sentó al lado de la ventana escuchó las instrucciones e la sobrecargo y antes de apagar su móvil le escribió un mensaje de texto a su hermana.
Amalia «Manita, ya estoy en el avión, en tres horas nos vemos, estoy ansiosa»
Maya «te espero en el aeropuerto»
Amalia « ¿Estas bien? »
Maya « Si hermana no te preocupes, nos vemos luego »
Después de recibir el mensaje de su hermana, Amalia puso su móvil en modo avión, y se puso los audífonos para escuchar su banda favorita, cerró los ojos y se quedó dormida.
//Amalia iba caminando por la playa, sentía la arena hundirse bajo sus pies y el agua de vez en cuando llegaba y la limpiaba, entonces escuchó a lo lejos que alguien llamaba su nombre.
- ¡Amalia, manita!, espérame - Ella volteó a mirar y vio a su hermanita correr detrás de ella.
- ¿Qué haces aquí?
- Te vi de lejos y vine a despedirme.
- ¿Despedirte? Tontica, si todavía no me voy.
- Quien se va soy yo, debo hacerlo, mejor dicho alguien me obliga a hacerlo – Respondió Maya con ojos vidriosos
- ¿Y en este mundo hay alguien que te obligue a hacer algo a ti?, déjate de bobadas y acompañarme, el agua está muy fresca.
- No Sabes como me gustaría quedarme contigo, voy a estar presente en tu corazon, voy a dejarte algunas Señales.
- No digas eso, ven conmigo
- No puedo hermosa, de verdad tengo que irme ya es tarde, te voy a extrañar mucho, busca la mariposa ella tiene las respuestas y cuando estés perdida recuerda como nos ubicamos en el mar; lamento tener que dejarte, pero cuento contigo, dejate guiar por tus sentidos, recuerda que tienes un buen olfato, te amo - Después de decir estas palabras y sin esperar una respuesta De su hermana Maya se convirtió en espuma marina y se unió a una ola que llegó en ese momento
- ¡Maya, Manita!, no te vayas, es muy pronto, ¡no te vayas!- Amalia Se arrodillo tratando de coger en sus manos la espuma marina mientras sus lagrimas brotaban incansablemente ./ /
Amalia Se despertó con el corazón hecho trizas, tenía el presentimiento que algo estaba pasando, Su sueño fue muy vivido y ver a su hermana desaparecer era algo para lo que no estaba preparada, Sin darse cuenta estaba llorando mientras se ponía las manos en el pecho, Sus sollozos fueron tan fuertes que una sobrecargo se acercó con un vaso con agua y un paquetico de pañuelos desechables, el resto del vuelo fue imposible calmarse, pero Sabía que su hermana la estaría esperando en el aeropuerto y toda esa preocupación sería cosa pasada.
Al aterrizar el avión Amalia estaba muy ansiosa por bajarse pronto y así lo hizo, Después de bajarse del avión corrió lo más que pudo para llegar a la sala de espera, buscó, preguntó, esperó; sin embargo, Su hermana nunca llegó a recogerla, la llamó muchas veces, le puso mensajes sin respuesta; después de una hora decidió ir al apartamento de su hermana y no esperarla más, el taxi tardó 45 minutos en atravesar la ciudad, Cuando llegó al edificio donde vivía su hermana el portero le permitió subir porque Maya ya le había comentado que su hermana Iba a venir y el parecido era inconfundible, ella subió despacio por las escaleras, su corazón quería salirse de su pecho y se le dificultaba respirar; el apartamento de su hermana era el 204 en el segundo piso, entre más se acercaba sentía como si sus pies se negaran a caminar y el esfuerzo que hacia era cada vez mas grande.
Cuando se paró frente a la puerta del apartamento respiró profundo y golpeó dos veces, sin respuesta.
- ¿Manita ?, ¿estás en casa? -dijo mientras golpeaba la puerta, entonces puso su mano sobre el pomo de la puerta y al girar la puerta se abrió.
Amalia no sabía que le estaba pasando, Sentía sus piernas como gelatina y se negaba a entrar tenía el presentimiento que estaba pasando algo muy malo, respiro profundo, tomó fuerzas y dio el primer paso hacia adentro, su hermana era un poco desordenada O como ella decía " No soy desordenada sólo tengo mis propios estándares en la organización de mi casa " y todo lo ponía en cualquier lado menos donde debía ir; el apartamento estaba impecable, no había absolutamente nada puesto fuera de lugar, eso no era propio de su hermana, algo no estaba bien, Amalia siguió caminando muy despacio había un olor en el ambiente, una colonia de hombre, amaderada, seguramente muy costosa porque se sentía muy Suave Pero al mismo tiempo muy definida en el ambiente, Amalia aspiro profundamente y este olor no sólo llenó sus pulmones Si no también su cerebro, quería saber quien era el dueño de ese olor, Siguió caminando hacia la habitación.
la puerta de la habitación estaba entreabierta, cuando la empujó Justo frente suyo estaba la cama de su hermana ella se encontraba acostada parecía dormida su hermosa cabellera rubia sobre la almohada, su tez y sus labios pálidos, en su mano había un frasco de pastillas casi vacío y unas cuantas más sobre la cama y en el Suelo, sus hermosas sábanas con un diseño de un Lirio gigante estaba mojada con agua de un vaso que estaba sobre ellas; Amalia no pudo gritar, lo intentó pero no encontró su voz, Se llevó las manos a la boca y caminó hacia su hermana, Sus lagrimas Seguían Saliendo desde que empezaron en el aeropuerto, Sólo que ahora eran más Profusas era como si alguien hubiera abierto una llave y olvidado cerrarla.
- Maya, manita, te esperé en el aeropuerto, dijiste que me recogerías - Se acercó y tomó el rostro frio de su hermana, luego se agachó y trató de escuchar su corazón, Pero no había sonido alguno, allí mismo sobre el pecho de su hermana lloró, la abrazó, la besó, -Manita nooo, no me dejes, Vamos a pasar un mes Juntas, vine por ti, NO, no te lo permito, no me dejes – Amalia continuó llorando un rato más, Se sentó en el piso y abrazó sus piernas y dejó salir todo el vacío que sentía en su corazón, no entendía como su hermana se había Suicidado si hace sólo unos horas le había dicho que la esperaba y le había dicho lo bien que lo iban a pasar, cuando sintió que no tenía lagrimas pero si muchas preguntas, solo entonces llamó a la policía.