Ahora estaba en Singapur, en esa ciudad que no conocía, sin nadie que me vigilara, donde podía hacer lo que yo quisiera, era libre y si corría con suerte nunca iba a volver a ver a mis padres. Sin embargo, algo que dijo la Psicóloga me hizo sopesar las cosas, efectivamente, extrañaba a mi padre y no entendía como podía extrañar a la persona que más daño me había hecho en el mundo. Cuando llegué al lugar de encuentro ya estaban los cuatro chicos, Amber y Jack se abrazaban y besaban, irradiaban amor y felicidad, eran tal para cual, mientras Clarisa y Brad eran más reservados. Todos subimos a la camioneta del peli-gris, parecían muy animados, era mi primera vez saliendo con chicos de mi edad y no tenía ni idea de lo que íbamos a hacer.
—¿Dónde está Zack? —preguntó Jack mientras pasaba su brazo por los hombros de su novia, sentados en la parte de atrás del interior de la camioneta. Yo me senté junto a ellos.
—Dijo que nos alcanzaría allá. Anda ajetreado con lo de su beca, ya sabes, él quiere irse a estudiar a los Estados Unidos. —Clarisa se miró por el espejo retrovisor acomodando cada hebra del fleco de su cabello.
—Cuéntanos, Megan. ¿Por qué dejaste Nusajaya para venir a estudiar aquí? —Amber preguntó con simpleza. Me tensé pensando algo rápido para responder. Era lógico que quisieras saber más de mí—. Bueno, eso fue lo que nos dijo Zack. Porque si eres de Nusajaya ¿No?
—Sí, es mi ciudad natal. —Le di la razón—. Me mudé a Singapur porque el plan de estudio es mucho más interesante aquí. —Me encogí de hombros y sonreí tímida. Todos asintieron, al parecer mi respuesta había sido acertada.
—Debe ser difícil estar lejos de tu familia —musitó Brad mirándome por el retrovisor de manera rápida al no poder alejar su atención de la carretera. No tenían idea de cuan difícil era, pensé irónica. Sonreí para él de forma nostálgica—. Al menos no te sentirás sola, con nosotros a tu lado.
—Les agradezco que me incluyan en su grupo, adaptarse a otra ciudad es algo difícil. —Seguí sonriendo.
—Zack estaría muy dispuesto a ayudarte a sentirte incluida, no te preocupes. —Se burló Jack—. ¡Aush! ¿Qué dije? —Se quejó ante el golpe de Amber sobre su pecho—. Solo digo la verdad, o es que no sabes que el amargado de Stone te escogió como su roommate por tu foto de perfil.
—¡Jack! —Amber lo reprendió de nuevo—. Cállate, tal vez Megan ni siquiera sepa que le gusta a Zack. —Abrí mis ojos con sorpresa, atragantándome con mi propia saliva.
—Estos idiotas. —Escuché a Clarisa musitar—. Cierren la boca par de tarados, en cuanto Zack sepa lo que hicieron los matará a golpes y esta vez no pienso meterme.
Ambos chicos se miraron y tragaron grueso mientras Brad soltó una carcajada. Yo estaba en shock, no sabía qué pensar o hacer ante esa información. Stone era muy amable y guapo, nunca imaginé que yo le gustara.
—No tiene por qué enterarse. ¿Verdad Megan? —Jack me miró suplicante y yo asentí, no era mi intención meterlos en problemas además de que sería muy vergonzoso enfrentarlo por algo como eso.
Al llegar a la casa de Brad me olvidé del asunto de Zack, de nuevo todo era risas y juegos. Admiré la arquitectura de la hermosa residencia Wells, no tenía idea de cuanto dinero podrían tener, pero se podía percibir a simple vista que mucho era una suma adecuada. Clarisa se encargó de poner música en la gran sala, mientras Jack y Brad servían las bebidas, yo pedí solo refresco.
Amber se sentó a mi lado, siempre estaba sonriendo, me miró de soslayo y le regresé el gesto.
—Eres muy atractiva. Supongo que ya te lo han dicho ¿No? —me sonroje ante su comentario y negué—. Entiendo por qué a Zack le gustas. —Sonó preocupada.
—¿Te molesta que yo le guste? —Fue mi primer pensamiento. Ella rio y negó.
—Él no me preocupa... —Se quedó pensativa y sacudió su cabeza—. Olvídalo... no importa. Estuve a punto de insistirle en que me dijera cuál era su problema, cuando Jack llegó con nuestras bebidas y se sentó a lado de su novia dándole un pequeño beso en los labios. Me quedé callada observando lo enamorados que se veían, me pregunté en ese momento que se sentiría tener a alguien de esa forma.
—Vale chicos, vinieron a divertirse o estar de agua fiestas, juguemos. —Clarisa me jaló de la mano para que me pusiera de pie—. Verdad o reto. —Meneó sus cejas sugerentes, no tenía idea de lo que era eso, ni como se jugaba pero asentí.
Brad golpeó sus palmas, ansioso mientras Jack y Amber se sentaron en la alfombra de la sala.
—Me encanta ese juego. —La voz gruesa de Nick sonó resonante mientras bajaba por las escaleras con su típica sonrisa torcida. Amber estuvo a punto de ponerse de pie, sin embargo, Clarisa la detuvo.
—Ya lo habíamos hablado... —Miró a Jack—. Tratarían de llevarse bien. —El peli-rojo bufó.
—Que ni se le ocurra acercarse a Amber —dijo molesto.
—No lo hará.
Nick tomó asiento junto a Clarisa y frente a mí, me guiñó un ojo como saludo, acto que no paso desapercibido para Amber quien torció el gesto desviando la mirada. No comprendí su actitud, tal vez el azabache no era el único que no había podido olvidar su relación.
Clarisa me explicó en que consistía el juego de "Verdad o Reto" se escuchaba muy interesante, uno podía preguntar cualquier cosa o poner cualquier reto a la persona que le tocara, el castigado tenía la oportunidad de elegir entre las opciones. Amber se encargó de hacer unos papelitos con nuestros nombres para que no supiéramos quién nos tocaría. Todo estaba casi listo, el primero en empezar sería Brad por ser el anfitrión, estaba a punto de tomar su turno cuando el timbre de la casa sonó. Todos se quedaron en suspenso.
Jack se paró para atender la puerta, no sin antes darle un beso casto a Amber, mirando de soslayo la expresión de Nick, quien soltó una mueca desviando la mirada hacia mí, su semblante era tranquila, al menos eso pareció cuando me sonrió y yo me sonrojé. Esperamos unos segundos cuando dos voces más se escucharon en la entrada, podía reconocer la de Zack, pero no al otro chico que venía con él. Todos nos giramos a verlo. A su lado estaba un azabache de gorra que vestía una camisa de manga corta dejando ver los tatuajes en sus brazos.
—Billy, hermano. —Nick se puso de pie saludándolo con un abrazo y una gran sonrisa—. ¿Qué sorpresa?
—Vi a Zack salir de la universidad y me dijo que se reuniría con ustedes, me pregunté. ¿Por qué no visitar a mis viejos amigos? —Soltó una risa y se encogió de hombros mirando a todos—. Amber, Jack, hola amigos. —Saludó alzando su mano—. Y mi pequeñita Clarisa. —Caminó directo a saludar a la aludida cuando Brad se interpuso entre ellos mirándolo con el ceño fruncido.
—Alto ahí vaquero —dijo receloso. Adaptando una pose retadora. Billy río y meneó su cabeza.
—Vamos Brad. ¿Aún te sientes inseguro por mí? —Se burló, alzando las manos en rendición. Todo era bastante curioso entre ellos y Clarisa claramente se estaba divirtiendo ante la escena.
—Amor. ¿Cuántas veces tengo que decirte que Billy es solo un gran amigo de la infancia? —Clarisa entornó los ojos y abrazó a su novio, sin dejar de reír, mientras saludaba al azabache—. Que bueno que viniste, llegas justo a tiempo para jugar Verdad o Reto.
Los chicos y los nuevos llegados tomaron su sitio, Zack se sentó junto a mí y tocó mi hombro, lo miré sonriente.
—Perdón por no decirte sobre la reunión, tengo tantas cosas en la cabeza que se me pasó. —Susurró sobre mi oído.
—No te preocupes. —Respondí con simpleza.
—Hay alguien nueva que se integra al grupo, Billy, ella es Megan. —Zack se dirigió al tatuado y este me miró expectante con sus grandes ojos marrones.
—Una nueva amiga. ¡Fantástico! —Levantó su mano sonriendo y yo imité su gesto. Parecía amable como todos, aún teniendo la pinta de chico malo como Nick. Él se sentó junto a Zack. Amber escribió los nombres faltantes y el juego empezó, estaban muy emocionados al ver como Brad escogía un papelito, el peli-gris mostró el papel en sus manos, Jack soltó una expresión derrotada al leer su nombre y maldijo. Los demás solo rieron.
—¡Verdad! Ni loco escojo reto. —Río frotándose las manos, como si se estuviera preparando para lo peor, exageraba a mi parecer. ¿Qué pregunta podría hacerle?
—Hay que poner más interesante este juego antes de que empiecen. —Interrumpió Billy—. Solo pueden escoger verdad en dos turnos, el tercero no tendrá oportunidad y tendrá que ser reto.
Todos nos miramos. ¿Eso era bueno o malo? Solté un puchero al no entender muy bien el juego, al final asintieron. Yo estaba algo nerviosa, no creía que preguntaran algo demasiado personal, pero los retos parecían temerles. Brad sopesó su pregunta y al final habló.
—¿Es verdad que pasaste el examen de medicina general porque le pagaste al profesor por una buena nota? —Alzó una ceja sugerente mirando directo a Jack, soltaron un "OHHH" ruidoso. La pregunta era un poco comprometedora.
El pelirrojo nos miró a todos y expresó una pequeña sonrisa, casi aguantando una carcajada.
—Claro que no. ¿Quién crees que soy? Solo estudié. —Se escuchó un grito de incredulidad entre los presentes y vi como Nick entornó los ojos con fastidio.
Dejando de lado todo, lo que no entendía era ¿Por qué si no se soportaban entre ellos, seguían conviviendo aguantando las groserías del otro?
—Vale, te creo porque eres tú —comento Zack—. Y es un sol —dijo irónico.
—Siguiente... —exclamó, Clarisa.
Después de eso fue el turno de Jk para sacar un papelito.
—Zack. —Este cerró los ojos, derrotado al escuchar su nombre.
—Mierda —soltó Stone—. Definitivamente verdad.
—¿Seguro? —Jack río mirándome. O no, no creí que fuera capaz de preguntarle lo que estaba pensando, sería muy vergonzoso.
—Eres un cobarde, Zack —exclamó Clarisa con una mirada pícara.
—No te preocupes, Clari. Fue justo lo que predije que escogiera. —Soltó una sonrisa macabra y entonces Zack al parecer lo entendió abriendo sus ojos un poco más.
—Ni se te ocurra. —Lo señaló como advertencia, pero al pelirojo le valió su amenaza y continuó.
—¿Es Verdad que escogiste a Megan como tu roommate solo porque te gustó la foto de su perfil? —Stone tomó de un trago de su bebida y luego me miró con el rostro sonrojado.