Capítulo I Atracción
Isabella
Mi nombre es Isabella Miller, tengo 19 años, estudio Administración de Empresas en una de las universidades más reconocidas del país.
Sólo faltan dos semestres para poder graduarme con honores, puesto que soy una excelente estudiante y con muy buenas calificaciones, tengo que realizar las pasantías que me exige la universidad para poder lograrlo.
Vivo con mis abuelos maternos desde que tengo 6 años de edad, después que mis padres murieron en un terrible accidente automovilístico cuando viajaban por negocios.
Tenían una buena posición económica ya que, eran socios de una compañía contable. Cuando todo esto sucedió los demás socios se encargaron de la compañía, pero antes de esto notificaron a mis abuelos que ellos en el contrato habían agregado una cláusula en donde estipulaba que si les llegaba a suceder algo, las acciones que ellos poseían yo las administraría en mi mayoría de edad.
Tomaron estas precauciones por si les llegaba pasar algo, la pasaban viajando casi todo el tiempo ;su trabajo era muy demandante y casi no estaban en casa y no querían dejarme desprotegida. Los socios de mis padres depositaban en una cuenta a mi nombre a manera de fideicomiso mensualmente para mis gastos.
Mis abuelos decidieron no tocar ni un centavo de ese dinero y se encargaron de pagar lo referente a mi educación y demás gastos. Ellos me dieron todo el amor que los padres pueden dar a sus hijos; tuve una infancia muy feliz en lo que a mi respecta, pero como a todo hijo le hace falta el amor de sus padres.
Mi gran sueño es crear mi propia empresa junto a mi gran amiga de la infancia Sara Morgan, ella también estudia en la misma universidad y al igual que yo también tiene que hacer pasantías, desde muy pequeña siempre imaginábamos tener nuestra propia empresa. Sé que con el pasar del tiempo nuestro sueño se puede hacer realidad.
Ya son las 2:00 de la tarde y mi entrevista es en 20 minutos, siempre me ha gustado llegar temprano, es algo que me caracteriza; detesto llegar tarde a un lugar o con alguien con quien quede en verme llegue tarde, no me gusta esperar, me encanta la puntualidad eso hace parte de la responsabilidad. Fueron los valores que me inculcaron mis abuelos desde que tengo uso de razón.
Me encontraba esperando en el lobby de la constructora a que me llamaran del departamento de recursos humanos para mi entrevista, cuando veo llegar a un hombre muy guapo y alto de unos 28 años aproximadamente, está vestido con un traje azul oscuro hecho a su medida; estoy como una tonta observándolo, lo veo mirarme y me da una sonrisa de medio lado como si ya estuviera acostumbrado a que lo miren de esa manera. Me encanta su picardía ,siento que algo se estremece dentro de mi.
Salgo de mis pensamientos cuando la recepcionista me indica que ya puedo pasar a la entrevista; dice que la siga y llegamos a una puerta de madera al final del pasillo, toca para avisar nuestra llegada y al entrar me recibe una señora de aproximadamente unos 40 años.
Se ve muy amable y cariñosa, lo digo por la forma en que trata al personal y al parecer lleva mucho tiempo trabajando en esta compañía.
Entro e inmediatamente tomo asiento. La veo consentrada revisando mi hoja de vida. Luego de revisar mis documentos me hizo la pregunta del millón.
—¿Por qué quieres realizar tus pasantías en esta empresa? —pregunta con seguridad.
Me tomo unos segundos para pensar mi respuesta y responder con seguridad para que no note mis nervios.
—Estoy a dos semestres de graduarme y ya que esta es una empresa que permite hacer las pasantías y que además es una de las más prestigiosas, se que aquí podré obtener muchos conocimientos y experiencias en el campo administrativo que luego más adelante podré poner en práctica cuando cree mi propia empresa.
Ella se queda analizando por un instante la respuesta que acabo de dar a su pregunta. Al cabo de unos segundos la señora Espín me da la bienvenida a la Constructora McGregor, indicando que podía empezar el lunes.
Me sorprendo mucho cuando me dice eso, hoy es viernes y me queda el fin de semana para arreglar mis cosas. Salgo muy emocionada de la compañía al saber que ya empezaré en mi nuevo empleo, claro son solo unas pasantías pero me van ayudar mucho para el proyecto que tengo a futuro.
No me van a pagar mucho ya que sólo estaré trabajando medio tiempo, de igual manera me siento muy contenta, me estoy convirtiéndo en una mujer independiente.
Al salir de la constructora me dirijo a la universidad para organizar los horarios de clases, debo escoger un horario nocturno para tener tiempo de estudiar y trabajar.
Me siento muy orgullosa por todo lo que he logrado gracias al apoyo de mis abuelos y mi dedicación y constancia en mis estudios, sé que mis padres también se sentirían muy orgullosos de mí desde el cielo.
Cristian
Mi nombre es Cristian McGregor, tengo 28 años, soy el dueño de una de las constructoras más importante del país, llegue a este cargo cuando tenía 22 años ya que, mi padre tomó la decisión de retirarse e irse con mamá a viajar por el mundo dejando todo a mi cargo. Papá sabe que voy a ser capaz de mantener su legado y mantener a la empresa de la familia en la cima de la excelencia. Hoy día después de seis años he logrado que el Imperio McGregor siga siendo el número uno del país.
Me encantan mucho las mujeres y no tengo un ejemplar de chica ideal, todas son la mejor creación de la tierra. Soy considerado un Playboy y en las noticias aparecen mis escándalos amorosos, de lo cual no estoy muy orgulloso.
Esto ha de ser porque aún no ha llegado la mujer que me deje sin aliento y despierte en mí cosas inexplicables hasta el día de hoy. Llego a la constructora después de tener una reunión de negocios con unos amigos para firmar un contrato que nos va a generar grandes ingresos, es la construcción de un complejo hotelero a las orillas del mar y estoy muy seguro que va a tener gran demanda turística por el lugar donde va a estar ubicado. El proyecto debe estar listo en unos seis meses y tendrá una gran inauguración.
Me percató que hay una hermosa chica viéndome embobada y con la boca abierta, se ve muy hermosa y debe tener unos 20 años aproximadamente, no es el tipo de mujer que me gusta con grandes atributos, pero es una chica muy sencilla e inocente ,de esas que el sexo es para ellas un tabú y su virginidad es un don que deben proteger hasta que llegue el hombre de sus sueños. Al seguir observándola llegan a mi mente todo tipo de imágenes en donde ella cumple con cada una de mis fantasías sexuales y yo las de ella en mi cuarto de juegos, le regalo una sonrisa muy pícara para responder a la manera tan penetrante en la que me estaba observando, es como si me desnudara con la mirada.
Tengo que seguir mi camino a la oficina para ponerme al corriente de lo que quedó pendiente durante mi ausencia, al llegar Loren mi secretaria ya tiene la agenda en mano junto a otras carpetas.
Mientras estoy sentado en mi escritorio revisando los contratos para los próximos proyectos no puedo dejar de pensar en esa hermosa chica que robó toda mi atención, está tan metida en cada uno de mis pensamientos y hasta en mi corazón.
«Por dios creo que esto será amor a primera vista ¿Cómo se llamará y cuál será el motivo por el cual estaba en la compañía?»
Generalmente en la empresa se lleva un registro de todas las personas que ingresan a ella, mañana solicitaré el registro de ingreso a partir de la 1:30 de la tarde y los vídeos de las cámaras de seguridad para conocer el nombre de aquella hermosa dama .
Isabella
Llego a casa y le cuento a mis abuelos lo bien que me fue en la entrevista y lo felíz que estoy porque el lunes empiezo mis pasantías, ellos para celebrar van a preparar una deliciosa cena y les pregunto si puedo invitar a Sara.Ambos asienten con un movimiento de cabeza dando su aprobación.
Mientras mis abuelos preparan la cena yo subo a mi habitación y le marco a Sara para que venga a casa. Ella muy contenta responde que sí porque también empieza sus pasantías el lunes al igual que yo.Este es un motivo muy importante para celebrar el comienzo de una nueva meta en nuestras vidas.
Al terminar de cenar Sara y yo ayudamos a recoger la mesa, mientras que mis abuelos nos esperan en la sala para ver una película por Netflix.Me encargo de preparar las palomitas y Sara termina de arreglar la cocina. Vamos a la sala en donde mis abuelos ya nos están esperando.La película trata sobre hechos de la vida real, y yo que soy tan sentimental lloro por todo. Aún la película no termina y mis abuelos nos dan las buenas noches para irse a descansar.
Veo la hora en mi reloj y marca las 11:00 de la noche, Sara se quedó dormida en el sofá, vaya que compañía tan agradable para ver películas. Apago la tele y la despierto para subir a mi habitación a descansar. La cama es muy amplia y podemos dormir muy cómodas; le presto uno de mis pijamas para que pueda estar más cómoda. Nos ponemos a conversar sobre cómo nos fue a cada una el día de hoy en nuestras respectivas entrevistas.
Sara me comenta que su jefa es muy amable y que al parecer es mucho lo que puede aprender con ella, mientras ella sigue hablando de lo que le pasó el resto del día yo solo estoy pensando en ese hombre tan varonil que ví hoy en la empresa donde voy a empezar mis pasantías.Aún no lo puedo creer, quedé tan maravillada que ya quiero que sea lunes para poder verlo nuevamente y espero que trabaje en un departamento retirado de donde yo estaré, de lo contrario no podré concentrarme en mi trabajo.
Siento que me dan un pellizco que me saca de mis pensamientos.
—Amiga yo estoy habla y habla y tú andas en las nubes. —se cruza de brazos enarcando una de sus cejas.
—¿Qué te pasa ? —pregunto con molestia sobando mi brazo.
—Simplemente quiero saber que te tiene tan distraída. —se recuesta en la cama para mirarme con ojos de cachorro tierno.
Comienzo mi relato y sólo le cuento como fue el trato que me dieron al llegar a la compañía, obviando lo sucedido con ese hermoso adonis. Nos damos un abrazo deseando tener dulces sueños. Me acuesto pensando en ese hombre tan bello y sin darme cuenta me quedo dormida de inmediato.
***
Al día siguiente despierto y mí mirada se fija en el reloj que está en la mesa de noche, ya son las 8:00 de la mañana. Volteo a un lado para ver a mi amiga y ella no está, lo más seguro es que se fue a su casa.
Me levanto y voy al baño a darme una ducha y cepillo mis dientes. Me pongo ropa deportiva y bajó a la cocina, para mi sorpresa esta Sara con mis abuelos preparando la mesa para empezar a ayunar.
Mi abuela muy contenta me dice que me preparó mi comida favorita, son las tortillas que me prepara con mucho amor y no es por presumir pero son las mejores tortillas que he comido y las prepara mi abuela.
«Como amo a mis viejitos adorados, eso lo haré toda la vida»
Estamos juntos disfrutando del rico desayuno, cuando mis abuelos terminan se levantan para recoger la mesa, pero no los dejo, de eso nos encargamos mi amiga y yo.
Al dejar todo limpio Sara se va a su casa y quedamos en encontrarnos en la tarde para ir a comer un helado, tenemos que aprovechar al máximo el poco tiempo que tengamos libre porque a partir del lunes empezamos nuestras pasantías y clases en la universidad, será poco el tiempo que podamos estar juntas.
La mañana se fue en un abrir y cerrar de ojos, ya son las 3:00 de la tarde. Afortunadamente ya estoy lista, salgo a esperar a Sara ya que, ella pasará por mi para irnos juntas. Minutos después llega mi amiga con un hermoso vestido de flores que se le ve muy lindo. En cambio yo traigo un mono rosa y una franelilla con estampados de mariposa que me regaló mi abuela en mi cumpleaños. Vamos camino a la heladería cuando de repente veo pasar un auto muy lujoso y quien lo va manejando es mi adonis, el mismo que ví cuando fui a la entrevista. Al parecer él no me vió, ha de ser por lo rápido que iba y además estaba hablando por celular. Eso sí que es un peligro debería de ir concentrado en el camino y no tener distracciones.
Entramos a la heladería y de inmediato busco donde sentarnos, pero las mesas estaban ocupadas así que nos quedamos en la barra. De cierta manera es mejor así porque podré detallar bien que sabor de helado voy a pedir. Llega una chica y toma nuestra orden. Yo pido uno de chocolate, mantecado y fresa y mi amiga sólo pide una barquilla de mantecado, dice que no quiere engordar.
Pasamos una tarde agradable y cada una se va a sus respectivas casas, al llegar mi abuelo está leyendo un libro, le encanta leer mucho dice que eso ayuda a enriquecer el vocabulario y hace volar la imaginación. Mi abuela esta tejiendo una manta que le encargaron hacer es de color amarillo claro, aún no saben que va a tener la afortunada madre.
Entro y les doy un beso en la frente a cada uno de ellos seguidamente tomo asiento al lado de mi abuela. Mi abuelo pregunta cómo nos fue en la heladería y si dejamos helados para los demás.
«¡Qué exageración la de mi abuelo!»
Suelto una gran carcajada afirmando que efectivamente dejamos para que los demás también comieran algo.
Llega la hora de la cena, pero no tengo hambre, comí tanto helado que no cabe un bocado de comida, solo tomo un vaso de agua y me voy a mi habitación.
Como mañana es domingo me levantaré un poco tarde, entraron al baño para cepillar mis dientes,me pongo mi pijama. Me siento tan cansada que de solo colocar la cabeza sobre la almohada me quedo dormida de inmediato.
Me encontraba en un profundo sueño, no quería despertar, mis ojos pesaban mucho, pero escucho a mi abuela que está tocando la puerta.
—Mi niña ¿puedo pasar? —pregunta al otro lado de la puerta.
Yo le respondo con mucha flojera que si y ella entra a la habitación.
—Mi pequeña dormilona te despierto para avisarte que tu abuelo y yo vamos a salir con unos amigos y quería saber si nos quieres acompañar. —acaricia mi cabello con ternura.
Para ser sincera no quiero levantarme para ir a ningún lado, le respondo a la abuela que yo me quedaré en casa y ellos que aprovechen y se distraigan casi no salen de casa.
Ella asiente con un movimiento de cabeza y me da un beso en la frente, cierra la puerta y me arropo nuevamente para quedarme dormida.
No sé por cuánto tiempo dormí, pero ya me siento mucho mejor. Me levanto para darme una ducha y me pongo ropa deportiva, bajo a la cocina para ver que preparo de comer y mi sorpresa es que mi abuela dejó desayuno preparado junto a una nota que decía :
“Para nuestra hermosa princesa con mucho cariño, te lo comes todo
Te aman tus abu”
Esas pequeñas palabras llegaron a lo más profundo de mi corazón, soy tan llorona que no puedo contener una pequeña lágrima que resbala por mi mejilla. Les estoy tan agradecida a mis abuelos, ellos son lo único y más importante que tengo en mi vida.
Prendo la tele y me siento en el sofá a ver una película y disfrutar del rico desayuno que me dejaron mis abuelos. Paso el resto de la mañana viendo tele y siento que el estómago me duele, pues no se que hora es, pero ya tengo hambre, veo el reloj que está en la cocina y son las 2:00 de la tarde.
«Con razón mi estómago crujía»
Abro la nevera y dentro se encuentra un plato con la cena que no me comí anoche, solo tenía que calentarla en el microondas. Espero unos minutos y cuando está caliente procedo a comer.
Me acuesto a dormir y no supe a qué hora llegaron mis abuelos, pues no los escuché llegar. Veo el reloj que está cerca de mi mesa de noche y son las 9:00 de la noche. Doy un salto saliendo de la cama para arreglar mis cosas.
Teniendo todo listo regreso para dormir plácidamente, mañana me espera un gran día.
Cristian
Luego de resolver todos los pendientes que tenía en la compañía durante mi ausencia me dirijo a casa, hoy fue un día muy pesado, mientras voy en el camino recuerdo aquellos hermosos ojos que me miraban con un toque de deseo; no puedo sacar de mi mente a esa hermosa chica, no se que me está pasando, sólo siento que mi corazón se acelera y mi cuerpo se estremece con solo pensarla.
Al llegar a casa me recibe muy cariñosa mi nana Ely y el mayordomo el Sr. Williams, desde que tengo uso de razón ellos trabajaban para mis padres antes que yo naciera.
—Mi niño, ¿Cómo te fue hoy? —se acerca para darme un abrazo seguido deun beso en la frente. —Me imagino que muy bien, no se porque pero traes un brillo muy especial en tu mirada.
Yo le digo que fue un día maravilloso como todos los demás, yo sabía que no era igual porque hoy llegó a revolucionar mi vida una hermosa chica que no tengo idea de cómo se llamará. Ella hace una pequeña mueca pero yo le doy un beso en la frente y subo a mi habitación para darme una ducha, quedé en encontrarme con mis amigos en un bar que está cerca de la compañía para celebrar la firma del contrato.
Ya son las 7:00 de la noche y voy camino al encuentro con mis amigos, mientras manejaba sólo llega a mi mente la imágen de ese rostro angelical que me tuvo como un tonto pensando en ella el resto del día, ya deseo que llegue el día de mañana para averiguar quién es ella. Llegó al estacionamiento y dejó mi automóvil en un puesto para clientes exclusivos; al entrar ya estaban mis amigos esperándome en la barra. Marck que es amigo desde que somos muy pequeños somos muy unidos, él fue el que convenció a Paul y Miguel para empezar este nuevo proyecto y que además cuenta con el respaldo de la mejor constructora del país.
Pido un whisky con poco hielo, estamos sentados conversando lo bueno que será la realización de este proyecto y que será todo un éxito, atraerá muchos turistas y eso será magnífico. Luego de pasar una noche agradable con los chicos cada uno toma rumbo a sus casas a excepción de Marck que es un mujeriego empedernido que no tiene remedio.
Al llegar a casa voy directo al baño para darme una ducha y acostarme, hoy fue un día muy demandante. Al recostar la cabeza sobre la almohada me quedo dormido casi de inmediato.
Hoy es sábado y voy a la compañía por unos documentos que tengo que revisar para el lunes, tomo una ducha y me pongo un pantalón sport color beige y una chemis vino tinto y zapatos casuales. Al bajar Ely me tiene listo mi café como todas las mañanas, me da un abrazo y besó mi frente.
Voy camino a la empresa y quiero llegar pronto para poder pasar y pedir el registro de visitas del día de ayer y saber quien es el precioso ángel que ha invadido mis pensamientos. Estacionó el coche frente a la corporación y como no voy a demorar no veo la necesidad de llevarlo al estacionamiento. Al llegar en P.B sólo está el personal de seguridad y una secretaria, por ser sábado no está el personal completo únicamente vienen a trabajar los que tienen pendientes.
Me acerco a la recepcionista y la saludo cordialmente.
—¡ Buenos días!
Le solicito el registro de visitantes del día de ayer desde la 1:00 de la tarde, empiezo a chequear los registros y como todo va en la computadora se hace más fácil y bingo! Esta se llama Isabella Miller y vino a una entrevista al departamento de recursos humanos para solicitar sus pasantías.
«¿Cómo se que es ella? Muy fácil mientras van dando sus datos hay una pequeña cámara que toma una captura de la persona que está accediendo a la compañía»