No puedo arriesgarlas...
No sé que hacer, podría esperar y salir cuándo esos tipos se vayan, pero observó a mis hermanas y me doy cuenta que no están bien.
Tomo la mochila que nos dió mi mamá, y con un suave toque le habló a Sara, siento como se sobresalta. Sé que está asustada y no es para menos después de lo que hemos visto.
-debemos irnos-susurro.
Sara niega, y sé que ha pensado lo mismo que yo.
-por Zoe-voltea a ver a nuestra pequeña hermana, luego voltea a ver la habitación y asiente.
Comenzamos a arrastrarnos por el túnel, primero Sara, luego Zoe y finalmente yo.
-No debe estar lejos, búsquenla-oígo decir al líder, antes de alejarme lo suficiente para dejar de escuchar sus voces.
¿Será que nos buscan a nosotras? Sacudo mi cabeza intentando sacar esa idea, es imposible que nos busquen, ni siquiera sabemos quiénes son esas personas.
Llegamos al final del túnel, Sara abre la puerta que se encuentra delante de ella y sale ayudando a salir a Zoe también. Al estar fuera, me doy cuenta que estamos cerca de Wonderhall, una sala de vídeo juegos a la que me encantaba venir de niña con mi mamá. Al recordar a mi mamá se me hace un nudo en la garganta y siento una opresión en el corazón.
-¡Ahí está!-grita un tipo corriendo en nuestra dirección.
Es el mismo tipo que estaba en mi casa, el mismo tipo que mató a Luis.
Cargo a Zoe y agarro de la mano a Sara, nos apresuramos corriendo hacía Wonderhall.
Entrando buscamos un lugar dónde ocultarnos, *rápido, piensa* Miró hacía la sala de Laser Combat y guío a mis hermanas hacía allí. Nos escondemos cerca de uno de los muros.
-¿Seguro que las viste entrar aquí?-pregunta alguien de quién no reconozco la voz.
-Claro que sí-responde aquel sujeto que nos perseguía.
Siento a Zoe temblar entre mis brazos y le cubro la boca con un brazo y con la otra la aprieto intentando darle seguridad, pero mi corazón late tan fuerte que quizás puedan escucharlo esos tipos. Sara me tiene abrazada y sé que también está temblando. No tengo miedo por mí, tengo miedo por ellas.
-El líder querés que volvamos-oigo decir a otro sujeto.
-Ya casi las tenemos-dice el asesino de Luis. Al parecer ese tipo no quiere que su presa se le escape tan fácilmente.
-Es una orden, y ya sabes como se pone el líder cuándo no cumplimos sus órdenes-el tipo maldice y escucho cómo todos abandonan la sala.
No puedo relajarme, no hasta estar segura de que estamos a salvó, y de que no están cerca. Me asomó por un lado y no veo a nadie. Suspiro de alivió y me doy cuenta que he estado conteniendo la respiración.
-Creo que podemos salir-les digo a mis hermanas y ambas están muy asustadas como para moverse-vamos.
No puedo esperar a que reaccionen, si esos asesinos regresan nos encontrarán, debemos movernos. Las agarró de la mano y hago que me sigan hacía afuera.
Checo alrededor antes de salir y dejar que mis hermanas salgan, no quiero arriesgarlas, una vez que compruebo que no hay nadie hechamos a correr. No sé hacía dónde, solo corremos, no sé a dónde iremos, no sé que pasará ni a dónde ir. Lo único que sé es que debo cuidar de ellas.