Devora Katherine me había engañado completamente con toda esa imagen de niña correcta y complaciente. No tenía límites a la hora de decir lo que pensaba o sentía, no parecía esforzarse por ocultar o disimular lo que le molestaba y sin duda no tenía ni un poco de miedo a la hora de decirme lo que pensaba de mi luego de que Teresa me hiciera un difícil camino de ingreso. A pesar de lo molesta que estaba con su actitud, comencé a entender que quizás yo no era lo que realmente le molestaba a Katherine o lo que le costaba aceptar, parecía que le molestaba más aceptarse ella misma. Sin dudarlo me contó todo lo que había dicho Teresa de mí y no solo me sentí agredida, también estaba triste de que esa ve

