Antes De Ella

Capitulo 13

Narra Antony

No me siento orgulloso de algunas de las decisiones que tomo, soy como todos las personas de este mundo, humano, cometo errores y equivocarme es de las cosas más normales del mundo, pero no me siento avergonzado de lo que soy, se que no debo ir con la cabeza alta por lo que hago, pero yo he decidido esta vida, podía haberme ido, dicho que no, pero no lo he hecho porque me gusta, me pude ir cuando mi madre se fue con mi hermana porque no le gustaba esta vida, me pude ir pero no lo hice, me quede aquí, luche por cada cosa que quería, por estar con mi padre, por ayudarle, no me arrepiento de ello, estoy feliz de ello.

Soy un criminal.

Se lo que soy, y es algo que no me importa, que he aceptado y que no me avergüenza.

Soy de esos que cogen las armas y las ponen en las manos de las personas, soy quien vende drogas, quien tiene negocios que en otro momento, en otra ciudad la gente se volvería locos si saben que existen pero que aquí, a escondidas, lo aceptan, lo aplauden y piden más.

No conocí a muchas personas de mi familia, la mayoría murieron cuando era muy pequeño por lo que no recuerdo a casi nadie, recuerdo a mi tío David, policía corrupto, su padre, Henry, fue politico, que creo que es igual que ser un criminal o policía corrupto, hay rumores de que mi abuela era la mejor asesina del país, entrenada por rusos, aunque no la conocí, según mi abuelo la mataron unos años después de que se separaran, también dice que uno de sus hermanos era un asesino en serie, no se si es verdad.

Lo que tengo claro, es que el crimen es algo de sangre.

Mi abuelo es criminal, incluso ahora que no recuerda que ha comido.

Mi padre fue criminal hasta el ultimo de sus días.

Siempre, incluso antes de nacer mi destino era ser un criminal.

No soy malo, no soy una persona que ha decidido joder a los demás, yo no mato a la gente, siempre que no se lo busquen, soy una persona tranquila que como otra persona se gana la vida, de una forma menos bonita que otras, si pero era solo otra forma de hacer dinero y llegar a fin de mes.

Mi plan iba a ser mucho más complicado de lo que esperaba, cuando decidí acercarme a las gemelas siempre creí que iban a ser la cosa más estúpida del mundo, algo que destruir sería hasta divertido pero Elizabeth no era para nada, lo que esperaba, no era esa niña inaguantable que esperaba encontrar.

—¿Que tal va el plan?—me pregunto mi hermano.

Le mire.

—Buena pregunta—le dije y pase mi mano por mi pelo.

Mi padre fue asesinado.

Iba vengar su muerte pase lo que pase.

La familia es una de las cosas más importantes del mundo, la familia es quien te da la vida, quien si lo necesitas te da un riñón, quien mata por ti, quien esta contigo siempre, quien te acompaña, con quien compartes sangre, las personas más importantes de la vida, las personas que más deben importarte pero las personas se dedican a quitarle importancia a la familia, diciendo que es solo un apellido y sangre, la familia lo es todo, es a lo que nunca se renuncia, a lo que pase lo que pase, le das todo tu amor porque es lo que merecen, tu amor y mucho más.

—Toma—me dijo mi hermano dándome un vaso con seguramente algo de alcohol, lo agarré y le di un rápido pero largo trago.

¿Que tienen que ver con eso las hermanas Peeves? Ahora mismo, tras haber conocido a Elizabeth y ver lo buena persona que es, me gustaría decir que ellas no tiene nada que ver con mi padre y sus asesinos, sería mucho más sencillo para ellas y para mi que lo que nos uniera fuera ser compañeros de clase pero demasiadas cosas las unen a los asesinos de mi padre, al principio las quería odiar pero como se puede hacerlo cuando te encuentras a una de las personas más tiernas y buenas del mundo, que me lo expliquen. Su unión no es con la familia de su padre por lo que, aunque sería sencillo meter al hombre en la cárcel y matar a la señora, dejándolas solas e indefensas, no lo haré. Su relación con los asesinos de mi padre es mediante la familia de su madre, una familia que esta demostrando la mierda de personas que son al dejar a dos niñas solas, ante los peligros de la vida, y con un padre criminal.

Los White, eran una familia con dinero, bastante, tenían empresas por todo el mundo que les hacían tener un poder adquisitivo demasiado fuerte, demasiado grande pero no les importaba que sus herederas estuvieran sufriendo, sin dinero y sin nada, solo por mantener su estatus.

Me daban mucho asco.

Los Hackens eran parte de la mafia irlandesa, pero se separaron porque creían que lo que hacían estaba muy mal.

Molaristas.

La cosa es que hicieron una asociación secreta, que no es para nada secreta, en la que van de luchadores contra el crimen pero son solo una panda de niños ricos que se creen agentes del FBI, matan a las personas sin razones ni derechos, ellos se creen que son los reyes del mundo pero son solo una panda de críos.

Los White trabajan para ellos.

Uno de los hermanos de la madre de las gemelas mato a mi padre.

No puedo acercarme a ellos, quizás no les puedo matar pero se que las tienen vigiladas, se que desde lejos las protegen porque es lo que yo haría.

Sufrirán a través de ellas.

—¿Has visto a alguno?—me pregunto mi hermano.

Le mire.

—No—.

Me miro por mi respuesta.

—¿Que pasa?—.

Era una buena pregunta para hacerme a mi mismo.

—Es demasiado buena—dijo mi hermana.

Pase mi mano por mi pelo.

—Lo se—.

—¿No te da pena?—.

Le mire por su pregunta.

Si solo estuviera ella, si la familia White solo fuera Elizabeth, lo más seguro es que dejara que entrara en mi corazón sin miedo y sin intención de vengarme, pero había demasiadas personas, los culpables estaban vivos y yo no sabía como lidiar con despertar y saber que esas personas estaban en sus enormes mansiones mientras yo estaba en un pequeño piso, teniendo demasiado cuidado por si intentaban ir a matar a mi hermano esta vez.

—Demasiada—.

Creo que ella no necesitaba mi permiso, creo que se esta metiendo en mi cuerpo como si fuera el suyo propio.

—Quiero la cena—grito mi abuela desde su silla.

Viéndole, me doy cuenta que frágil es la vida.

Cuando somos niños, hacemos un proceso demasiado bonita, creamos neuronas, recuerdos para aprender, para coger cosas del mundo y hacernos fuertes pero llega un punto en la edad que vamos para atrás, los recuerdos se van, por mucho que creemos nuevos estos no se quedan, no tienen fuerza y todo tu cuerpo se va muriendo.

—Dale de cenar—ordene a mi hermano.

—Ha cenado ya—se quejo mi hermano.

Le mire.

—¿Que quieres de cenar?—.

Mi hermano me miro molesto por la pregunta que le hice a mi abuelo, pero no me importaba, al pobre hombre no le quedaba mucho tiempo, si llegaba a cumplir un año más sería un maldito regalo, un milagro por lo que no voy a ser yo quien le este jodiendo sus últimos momentos de vida ¿Quiere morir pesando mil kilos? Que lo haga, ¿Quiere no comer? Es cosa de él. Estamos siempre reclamando la importancia de una vida libre, digna, de la capacidad de elegir todo en esta, que nadie es esclavo de nadie pero cuando las persona se enferman, nos creemos con el derecho a tomar las decisiones por ellos, les invalidamos como si dejaran de ser personas ¿Que cambia? Ayer, antes de saber que estaba enfermo, antes de saber algo de su enfermedad, le dejabas decidir pero cuando te dan un papel, ya no le dejas decidir.

Mierdas.

—Espinacas—pidió.

Mire a mi hermano.

Este con mucha pereza y rabia se levanto para ir preparar la cena que mi abuelo quería.

Eche la cabeza para atrás y cerré los ojos.

—Ahora que no esta el pesado de las preguntas—me dijo mi abuelo y le mire—¿Te gusta esa chica?—.

—Eso es una pregunta—.

Me miro algo confundido por mi comentario pero me hizo gracia, solo eso.

—Creo que si—.

Mi abuelo es una persona sería y muy determinada, nunca a sonreído, nunca le he visto feliz y la razón creo que es el asesinato de mi abuela, pero esta vez fue distinto y me sonrió.

—Enamorarse es la mejor cosa del mundo—dijo sonriendo y eso me hizo la persona más feliz del mundo, verle sonreír era una de las cosas más especiales y bonitas del mundo—Yo estoy enamorado de una chica, Rusa, pero imagínate, en plena guerra fría que un estadounidense como yo, una persona honrada, se fije en una rusa, esas que nos quieren matar y nos espían—.

—Un amor prohibido—.

Mi abuelo me miro.

—No existen los amores prohibidos, si quieres a alguien ten la capacidad de coger y escaparte con ella, no hay dinero aquí ni en la esquina, por lo que las quejas son excusas—dijo.

—¿Te vas a escapar con ella?—.

Era la primera vez que hablaba de mi abuela por lo que iba a aprovechar.

—No estamos hablando de mi—me aviso.

Le mire.

—¿Esa chica te ha hecho algo malo?—.

Negué.

—Pues no seas tonto y no la cagues por una guerra tonta—.

Le mire, parecía tan sencillo el decir que dejara de vengar la muerte de mi padre de su hijo, como si nunca hubiera importado si vivía o moría porque para mi, su muerte significo que tuviera que tomar la responsabilidad del negocio familiar, mi padre muerto y mi abuelo olvidando cada cosa que hacía, no era sencillo que alguien como su abuelo, con sus problemas pudiera hacer bien la labor de lider de una banda criminal, por lo que tuvo que madurar demasiado rápido, que era lo que no quería, lo que no me gustaba, no me importaba trabajar pero si perderme muchas cosas por salvar la infancia de mi hermano.

Mi hermano se acerco a mi abuelo con un plato de espinacas.

—Me voy a dormir—dijo el hombre sin hacer caso al plato para irse.

—Me voy a cagar en la madre que le parió a ese viejo—se quejo mi hermano.

Me reí, dándome cuenta de que solo dijo que quería cenar para hablar conmigo en privado, me hizo demasiado feliz que mi abuelo quisiera eso conmigo, desde que hace unos días era solo un fantasma, me dolía verle así, me dolía que hubiera perdido su esencia, su forma divertida de hablar, me hizo ilusión pero me daba pena que hubiera hecho eso a mi hermano.

—Solo quería hablar conmigo—.

Me miro.

—Pues que me eche joder—.

Le mire.

—¿Que te ha dicho?—pregunto.

—Que si me gusta la chica, deje de tonterías—.

Mi hermano me miro, pensando en lo que le estaba contando.

—Deberías hacerle caso, los señores mayores tienen muchos conocimiento—.

Le mire, estaría bien poder hacerlo.