En la cancha
El lugar está casi lleno de estudiantes que esperan ansiosos el encuentro deportivo improvisado. Hay estudiantes de todo tipo; del primer y segundo semestre, los de tercero, cuarto y quinto semestre, e incluso algunos estudiantes se dieron el gusto de ponerse a revender algunos dulces y snacks a los estudiantes presentes.
—¿de dónde Salió esta gente? —pregunto al aire Sophia. En las gradas había cuarenta personas. Once eran parte del equipo de futbol. Diez eran personas lejanas a la escuela y el resto eran de la escuela.
—supongo que se rego el rumor—comento Natalia.
—en ese caso— la chica de trenzas saco de su bolso una gorra azul marina y un micrófono inalámbrico junto a un silbato.
— No me digas— la vio incrédula Kaori mientras la ve buscar los asientos donde tuviera la mejor vista. saca se su bolso unos binoculares en su cuello completando su look ganándose la atención de Kaori — Sophia ¡¿tú eres el árbitro de este enfrentamiento?!—exclamo. no había pensado que era ella por su tierna voz, hasta pensó que sería uno de los del equipo o que sería Natalia por su estruendosa y aguda voz.
—Achu!. Lo siento—se disculpa Natalia sorbiéndose la nariz —alguien debe está pensando o hablando de mí... creo—pone un dedo en su mejilla pensando.
—noo. Para nada Natalia. Por qué crees eso —negó Kaoru nerviosa. —me tomaste por sorpresa Sophia—
La chica de trenzas ensancho la sonrisa —sí. Yo estaré a cargo de comentar el partido. Jackson me pidió que fuera...—sonó el p**o fuertemente. — el árbitro, Kaori a la cancha y tu Natalia conmigo para adelante. necesito ver mejor el enfrentamiento y desde este lugar no logro ver todo con claridad—
—si. señora— se enderezo como militar Natalia ganándose unas cuantas risas de Ambas. Antes de que Kaoru se diera la vuelta para irse ambas le dieron un abrazo.
—suerte Kaori da o mejor de ti—le dijo Sophia de todo corazón.
—te estamos animando desde arriba. Déjalo en ridículo—animo la de pelo ondulado.
—¿suerte? —pregunto correspondiendo el abrazo Sophia— no la necesitare hoy. y no hace falta que lo deje en ridículo, él “ya es un ridículo” —dijo terminando de abrazar a Natalia.
Con eso en mente se fue a cambiar al baño debajo de las gradas. A los pocos minutos Salió de allí vistiendo unos shores cortos por las rodillas, una camiseta verde manzana con el número diez en color n***o, media blancas con unos zapatos blancos con n***o deportivos. Salió muy segura a el medio de la cancha.
—bueno, Natalia está todo listo. Todo bien con las pantallas y el sonido—le pregunto a un chico a un metro de ellas que se ve quera fan de ella.
—s-si señorita Sophia—exclamo nervioso, pero con una sonrisa el chic de primer semestre.
—Muchas gracias—le agradeció al chico. Ya más tranquila se sentó a observar con los binoculares como salía Kaori de las gradas hacia Jackson que está en centro de la cancha junto a Santiago —Lo malo es que somos las únicas chicas aquí y las únicas que apoyamos a Kaori —se volteo mirando detrás de ella a todo el equipo de futbol apoyando a Jackson.
Natalia la imita y se voltea a ver el gentilicio — Sophia, Kaori es la jugadora. ellos dos los contrincantes, tu eres el árbitro y estos estúpidos, el público ¿pero yo que puedo ser? —soltó dubitativa. —quiero colaborar en algo—
La chica se colocó un dedo en la barbilla pensando. —tu… tu podrías ser mi compañera. me ayudaras a narrar el partido— le sugirió.
—buena idea —agradeció. —un momento. —abrió la boca iluminada por la idea que le llego a la mente —y sí… ¿soy la animadora de Kaori? — formulo la pregunta dudosa —eso es. ¡Seré su animadora! —afirmo ya segura.
—¿animadora? —dijo dubitativa Sophia.
—buscare unos pompones—salió corriendo a buscarlos, o pedirlos prestados.
En la cancha
Kaori caminaba decentemente hacia la cancha — ya estoy aquí acabemos con esto—
—por mi está bien—dijo sonándose los dedos—solo ten en cuenta que, si yo gano, no vas a estar en el equipo—le recordó.
—muy bien ¿qué tal si endulzamos más el desafío? —planteo la chica intrépida.
—soy todo oídos—lo escuchaba atento—¿Qué propones? —la ve interesado.
—si gano yo. Me vas a dejar entrar al equipo y seré delantera— él se quedó callado ante esa posibilidad— que sucede. ¿te asustaste? —le pregunto juguetona.
—acepto. de todos modos, vas perderás—le respondió confiado— pero si yo gano. aparte de que no volverás a fastidiarme con eso de estar en el equipo. Quiero me hagas una típica reverencia japonesa. esas que les hacen a los emperadores—soltó con malicia subiendo ambas cejas enfocando su mirada para leer alguna expresión que ella hiciera —así quedara demostrado que realmente soy el ganador—
Kaori lo ve boquiabierta—¡en tus sueños. no lo haré nunca animal! — se negó de inmediato. esa reverencia sería una humillación total a su orgullo.
—entonces—se le acerco con una sonrisa irónica a susurrarle al oído— ¿tienes miedo? ¿Dónde está tu confianza de hace unos minutos? —la retaba con su tono de voz acompañado de una expresión de ganador que hacía que se ganara una mirada de intenso odio y desagrado de la chica.
«ese estúpido» pensaba en su mente apretando el puño «me las va a pagar. toco mi punto débil. tengo que ganar sí o sí» lo vio a los ojos con una mirada intensa. Le extendió la mano — acepto, pero no va a suceder jamás—le aseguro.
—eso lo veremos —le apretó la mano aceptando el trato— empecemos—ambos se posicionaron uno frente al otro. A una distancia igualitaria y en medio de ellos la pelota.