En cuanto se abrió la puerta Entraron al salón ambos de una dejando un humo ficticio de la rapidez —¡ayuda! ¡cierra la puerta rápido! — gritaron el pelirrojo y Andrés al mismo tiempo a la de pelo corto.
Kaori Le hizo caso de inmediato pasándole seguro a la puerta; A los diez segundos de haber cerrado la puerta aglomeraron se alrededor varias chicas asomándose por la ventana. La chica de pelo corto vio la escena asombrada girándose en corto a verlos. Estos estaban tirados cerca del escritorio con la respiración turbada y la lengua afuera del cansancio —¿qué les pasó a ustedes? ¡parecen dos perros con calor! —
—¿y estas chicas? Porque lo están persiguiendo— pregunto Natalia viendo el montón de chicas amontonadas en la ventana.
Andrés se enderezo ya más calmado y se levantó del suelo para sentarse en un pupitre —esto siempre Sucede. Es algo que pasa sin falta los días miércoles para mi mala suerte —
—¿pero por qué? —los vio con intriga la de pelo corto —esto parece de película— sigue viendo la ventana que aún es ocupada por ojos de mujeres. Ya alta de esto Kaori tapo la ventana con su suerte que tenía puesto para no sentirse incomoda y observada.
La chica de trenzas rodo los ojos molesta mientras se limaba una uña. Esta situación también le sucedió a ella y le toco correr ¡hasta fue abucheada por esas fastidiosas chicas! —sucede que una vez al mes un montón de chicas en grupos de diez a quince personas lo persiguen por todo el lugar — explicaba mientras se limaba ahora la mano derecha— en su mayoría son enamoradas del primer y segundo semestre—
—¿estás molesta Sophia? —le pregunto erick aun ubicado en el suelo.
—claro que no, ¿Cómo crees? — negó creíble mientras guardaba la lima en su bolso—el Profesor no ha venido, solo me molesta que estemos más Quince minutos esperándolo. Pero nosotros no podemos llegar más de cinco minutos tarde—
—Eso es muy cierto— apoyo su comentario Natalia.
— igual no veo cual es el alboroto que tienen estas mujeres ¡y que fuera shawn mendes! — en ese momento el rubio miró mal a Kaori y ella no pudo reprimir una carcajada — lo siento amigo como es que era… ¿Andrés no? —pregunto amigable.
— Andrés ¿tú cómo te llamas? —pregunto.
— soy Kaori Yamamoto—se presentó.
—¿Yamamoto? —la miro asombrado e incrédulo —¡tu padre es el director de la empresa de carros Toyota en este país! —
—¡eso es cierto! —exclamo Sophia.
—es verdad—le afirmo la de pelo corto con una sonrisa—es el director ejecutivo desde hace tres años—
—¡quién lo diría! —la vio anonado el pelirrojo.
—entonces ¿siempre estuviste rodeado de carros Kaori? —pregunto Natalia.
—si. he estado rodeado de carro desde muy joven—admitió.
—¿sabes manejar Kaori? —le pregunto la de trenzas.
Kaori la ve incrédula no creyendo su pregunta —la pregunta ofende. aprendí a manejar a los catorce años—expreso con orgullo —mi padre siempre me llevaba a su trabajo y admiraba desde muy cerca los tipos de vehículos, siempre tuve el interés y mi padre lo noto. El me enseño—
—deberías enseñarme Kaori— le pidió con la mirada Sophia —quisiera aprender a manejar antes de cumplir los dieciocho. Y así quizás no dependería mucho de que pedro me traiga—
—yo se manejar—todos voltearon a ver a la de pelo ondulado que se encontraba centrada en un libro —pero fue muy difícil. tuve que intentarlo varias veces. me caía muy fácil—
—¿Cómo así? —pregunto Andrés—¿no alcanzabas el asiento? —
—¿que? ¿Cómo así? —se enderezo dejando el libro en la mesa.
—¿te refieres a como aprendiste a conducir carros? —pregunto ahora Kaori.
Natalia negó confusa —no. Yo me refería a manejar bicicleta—expreso de que hablaban ustedes? — recibió un ligero golpe en su nuca — auch.. eso dolió Kaori. ¿Por qué pegas? —solloza sobándose el lugar del golpe.
—¿Qué tanto lees para que tengas la cabeza en otra parte? —le quito el libro Kaori leyendo la portada en voz alta— “una muerte anunciada” ¿de qué trata este libro Natalia? — se lo devolvió.
—ese libro es muy bueno. Es viejo, pero con un final trágico— se unió el pelirrojo interesado ocupando un asiento al lado de Natalia.
La chica de pelo ondulado lo vio anonada —¿conoces el libro? —
—si. A mi madre le gusta mucho la forma de escribir de Gabriel García Márquez. Leyó la mayoría de sus libros y me recomendó este—anexo a la conversación—voy por la página cincuenta y seis ¿tú? —
—estas atrasado. ¡te pase hace mucho! — le saco la lengua orgullosa— yo estoy en la página setenta y cuatro—
— déjame ver —erick se acercó un poco más para leer y ver mejor la página que esta leyendo.
—¡viene la profesora! —grito un chico del salón. todo el mundo se sentó rápidamente. Fue una falsa alarma. En vez de eso entraron dos chicas. Una más extravagante y llamativa que la otra.
— ya estoy de vuelta—entro muy diva una chica de pelo liso por los hombros de color marrón. estaba muy bien vestida. Pero con tacones y unos lentes de sol. Muchos alumnos le aplaudieron y felicitaban.
La de pelo corto se voltio disimuladamente a ver Sophia —¿quién es esta? —pregunto un poco fuera de lugar. No ha pasado ni un minuto desde que entro al salón y ya tiene un mal presentimiento acerca de esas chicas.
—la de lentes se llama Shannon, y la otra es… — No pudo seguir hablando por qué sintió que alguien rozaba sus hombros. Sintió pelo en su cabeza.
—hola Sophia—saludo escuetamente la chica de pelo largo y de puntas rosadas que iba del brazo de la recién llegada —espero que hayas pasado muy bien en tus vacaciones—
—hola Franchesca— la saludo un poco por compromiso que por gusto Mientras se apartaba el pelo de la cara de la mencionad —si gracias, la pase muy bien — descanse de tanta hipocresía. Pensó en su mente.
— me alegro por ti — comento con una sonrisa mientras daba un recorrido visual alrededor del salón —parece que hay caras nuevas este año—Detuvo la mirada en el rubio de ojos azules que estaba metido en su teléfono, a su lado estaba el pelirrojo que compartía lectura con una chica desconocida también para ella —¡Andrés, erick! — le grito antes de acercarse con su amiga.
Ambos chicos voltearon. Uno más animado que el otro —hola Franchesca— saludo el pelirrojo saliéndose de la lectura.
—¿te gusto el lugar erick? ¿verdad que es muy agradable? —le acribillo con preguntas manteniendo su sonrisa.
—si. Pero de todo me sorprendió el jardín del edificio c y la cafetería—puso cara de haber olvidado mencionar otros lugares, pero tratando de seguir el hilo de la conversación — se me olvidaba mencionar también las canchas deportivas, son muy amplias para ser de una secundaria —
—me alegro que te haya gustado el lugar—le seguía la conversación. jalo un poco hacia el frente a la chica haciendo que casi sus lentes de sol caigan al suelo —te presento a una buena amiga—alguien tosió. ambas chicas se voltearon al ver quien era, pero voltearon enseguida sin tomarle importancia al asunto.
—mucho gusto. Soy erick— le entendió la mano el pelirrojo amable.
—mucho gusto erick—se presentó amable la de pelo corto sin dejar de lado su coquetería y pícara sonrisa. acepto su apretón de manos dándole un beso en el cachete como saludo—soy Shannon. Espero que nos llevemos bien a partir de hoy—
—que tal Shannon. Ha pasado ya varios meses desde que te fuiste —saludo el rubio teniendo en cuenta que antes de terminar las clases ella se fue dos meses antes —¿Qué tal el comercial? —le pregunto empático.
—salió estupendo. creo que fue mi mejor actuación—se vanaglorio un poco.se detuvo al ver a una chica muy poco conocida atenta a la conversación—disculpa. no te reconozco. ¿Tú eres? —le pregunto un poco sacada de onda.
—no la vas a reconocer —intervino Andrés—Es nueva. Al igual que Kaori— el rubio señalo a la segunda a lo lejos. Esta hizo un signo de paz como a ambas chicas a cuatro pupitres de ella.
—ella es Natalia—la presento el pelirrojo.
—un gusto en conocerlas— dejo su libro a un lado y se presentó con una sonrisa.
—¡eres muy tierna! Lindo cabello. Se ve que lo cuidas—le sonrió la de puntas rosadas observándola—creo que no hace falta muchas presentaciones, soy Franchesca y mi amiga Shannon—la segunda chica saludo con la mano sin decirle palabra, pero sonriendo.
—gracias—agradeció la de pelo ondulado—ustedes también son muy bonitas—alago sincera. Le dio una mirada a la de pelo marrón corto, realmente era muy bonita.
—¿y ustedes que son? —pregunto Shannon curiosa. —¿son hermanos? —
—¿eeh? — ambos se vieron y se echaron a reír—no. No lo somos—respondió Natalia en buena onda— ¿nos parecemos? —
—no, para nada—le dio la razón Shannon —como los vi muy unidos hace rato. Pensé que eran hermanos. disculpa—se disculpó con una sonrisa.
—¿les toca esta clase? —les pregunto Andrés.
—si. Parece que vamos a coincidir en algunas clases este año—comento Franchesca a la vez que se sentaba a un lado del rubio.
La chica de pelo marrón por los hombros tomo asiento a un lado de Franchesca quedando detrás del pelirrojo
—dame el libro Natalia—se lo pidió erick. Esta negó concentrada de nuevo en su lectura. Pero el no espero a que se lo cediera, se lo quitó de las manos Empezando a leer por donde quedo.
—oye, noo. erick dámelo—intentaba quitárselo Natalia, pero este no lo permitía. Es más, disfrutaba ver como batalla con él para quitárselo—no te burles de mi erick. Quede en una parte interesante por favor dámelo—
—sshhh—coloco su dedo en su boca para que pare de hablar—no me dejas leer Natalia. Ten conciencia—le dio la espalda Evitando que ella pueda arrebatarle el libro de nuevo.
la de pelo ondulado lo vio perpleja sin creerse la broma que le hacía —oh! lo siento erick. Lamento interrumpir su lectura—lo dejo tranquilo unos segundos y en cuanto bajo la guardia le salto encima —¡lo tengo! —se paró muy rápido del asiento y se lo quito fácilmente. Estaba burlándose de lo más alegre del chico por habérselo quitado hasta que Sintió una mirada fuerte en ella. Volteo buscando a quien le estuviera dando esa mirada. No estaba segura, pero creo que una de esas dos chicas la estaban viendo raro.
—no te distraigas Natalia—erick alargo el brazo y le quito el libro de nuevo. Sonrió victorioso por haberle quitado el libro. Estaba a punto de burlarse de ella, pero la vio metida en sus pensamientos, agito una mano por su cara, pero no reaccionaba — ¿Natalia? —
—buenos tardes—entro el profesor colocando sus materiales en el escritorio poniendo fin a la incómoda situación que se sintió en el aire —soy el profesor Carlos. Y seré su suplente por el día de hoy—
—¿Cuántas horas dura esta clase Sophia? —le susurro la de pelo corto al oído.
—dos horas—le respondió con desgano y sin animo.
—perfecto ya vino ese Profesor—se quejó igual al fondo del salón el chico de ojos verdes y piel pálida— ¡ni ganas dan de presenciar esta clase! —
—cálmate ni siquiera ha empezado—le dijo Santiago. pero sinceramente ni él podía animarse en esta clase.
Una hora después
«odio esta materia» se quejaba la chica de trenzas dándose golpes en la mejilla izquierda fastidiada «por qué pasa el tiempo tan lento»
El profesor se encontraba dando un dictado súper largo que apenas se podía seguir el paso. Historia tenía que ser. «¡me duelen las manos de tanto escribir!» soltó el lápiz por unos segundos para continuar su tarea con desánimo y en algunas ocasiones pidiéndole al profesor que repitiera alguna oración que tenga incompleta.
El chico de ojos verde ponía su atención en cualquier parte. Menos en la clase. Ya tenía veinte minutos que se había perdido el dictado de lo sea que el profesor dictara así que de nada valía que interrumpirá al mismo indicándole que repitiera casi en su totalidad todo lo que ha dictado
«que fastidio. ¡por que no se calla de una vez!» fijo la vista a unos metros de él en dirección a la papelera, arrugo una ahoja que ha estado rayando y la tiro en ella con una expresión de total aburrimiento. él iba a ser más listo, en el examen de esta materia se copia. Eso está más que seguro.
La chica de pelo corto veía con persistencia el reloj de la pared con expresión aburrida, esta materia le provocaba mucho sueño. Dio un bostezo teniendo en mente que debe repasar todo. Iba al tanto del dictado, pero debido al sueño escribió la mitad de lo que escucha. Es como si escuchara las oraciones a intermedias luchando más en no quedarse dormida en vez de centrarse en el dictado. «serán nada más unos minutos» se decía mentalmente. se le cerraron los ojos sin que ella pudiera detenerlo. Tenía rato ya luchando contra el sueño y este la venció al fin.
El rubio de peinado de un lado tipo dapper toma agua para hacer más pasable la incomodidad que siente en su estómago desde hace una hora «esta no es mi materia» pensaba. Iba al pie con el dictado con el profesor, pero no soportaba el dolor de su estómago y el rugido de sus tripas. «por culpa de esas chicas no pude desayunar» se lamentaba sobándose la barriga aun siguiendo el dictado, pero con la mente puesto en otra cosa.
Santiago se encontraba mirando por la ventana despreocupado. El ni siquiera se preocupa en tomar el dictado su pensamiento era que pediría el cuaderno prestado a cualquiera y lo copiaría de lo más relajado en su casa. miro a ambos lados disimuladamente fijándose en que si alguien lo miraba «espero que nadie me vea hacer esto» sacó disimuladamente unos audífonos chiquitos con ausencia de cables y se tapó los audífonos con el pelo» mucho mejor» pensó mientras se relaja escuchando música.
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Pasaron las dos horas que correspondía de la materia historia. Dieron un receso de diez minutos que podrían aprovechar para recrearse, revisar sus teléfonos, o simplemente ir al baño, aunque la mayoría de los alumnos decidieron no moverse del aula. Después paso al salón el profesor de física pero que estaría nada más una hora con treinta minutos exactos para dar comienzo a la clase.
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«Qué fastidio… ¡Odio la Física, voy a romperme la cabeza de tanto pensar en números!» se quejaba la chica de pelo ondulado a los cuarenta minutos después de que el profesor les dejara unos ejercicios en la pizarra ¡imposibles de entender para ella. Recostó la cabeza unos segundos en el cuaderno dejando escapar un suspiro algo largo. Aun sentía esa mirada intensa sobre ella, pero ni idea de quién. Prefirió no pensar en eso llevando a su mente a centrarse nuevamente en resolver aquellos ejercicios. «Este ejercicio es muy difícil. voy a pedirle ayuda a.…» giraba la cabeza enumerando a quienes podrían ayudarla. descarto a Kaori y Sophia, Estaban a cuatro pupitres lejos de ella. observo al pelirrojo a su lado concentrado en los ejercicios, le daba pena preguntarle, pero… se la aguantaría. le toca el hombro suavemente llamando su atención —Erick ¿me ayudas? —pregunto.
—con que te ayudo— se le acerco viendo su cuaderno. Arrugo la cara de inmediato —¿qué es todo eso? lo tienes todo mal Natalia—
—¡no sirvo para esta materia! —le expreso con sinceridad — ayúdame—
—Por suerte soy muy bueno en esta materia — se alago orgulloso explicándole como hacer los ejercicios uno por uno.
La chica de puntas rosadas veía con interés a las personan nuevas que había el aula. Parece que este año no va a ser tan aburrido como lo espera. Escucho un gruñido. Un gruñido estomacal algo fuerte. Se voltio curiosa y para su sorpresa era Andrés. Su chico favorito. observa que esta recostado en el pupitre con los ojos cerrados. Dio un suspiro «pobrecito. debe tener hambre» «Andrés, ¿Por qué no quieres salir conmigo?» paro su pensamiento al ver como se sujetaba el estómago fuertemente Junto a las caras de dolor que ponía. Se levantó como auto reflejo para darle algo que tiene en su bolso para que coma. Se sentó rápidamente con un pensamiento que le vino. Esto... lo puede aprovechar muy bien. «esperare que finalice la clase. Tranquilo Andrés solo serán uno diez minutos más de sufrimiento» pensó con una sonrisa ilusionada.
La chica de pelo por los hombros giraba un mechón de su pelo repetitivamente. «menos mal que puedo sobornar a cualquiera para que me pasen este semestre» en ese momento dirigió su vista hacia Natalia y ve como el chico estaba de pelo rojo está encantado con ella y ella no hacía ni el mínimo esfuerzo. ¿qué le ve a ella? no es mejor que ella. sonrió con autosuficiencia «nunca lo será. solo mírenme. soy mucho más bonita que ella» en ese momento se le paró un mechón de cabello rebelde que siempre le molestaba que se le levantara «¡no puede ser! ya pensaré en algo» se dijo acomodándose el mechón cabello que se le levanto.
Tres horas finalizando
El profesor borro todos los ejercicios de la pizarra — es todo por hoy. pueden retirarse— se preparó para meter sus cosas.
—¡SI! ¡POR FIN! —gritaron la mayoría de los alumnos asustando a el profesor por el grito grupal. Al instante todo el mundo salió huyendo del salón como si hubiera un fantasma
—¡No aguanto la barriga! —se queja el rubio mientras se levantaba a toda prisa hacia la puerta.
—Espera Andrés ¿adónde vas? — lo detuvo agarrándolo por el brazo Franchesca.
—después Franchesca. Tengo mucha hambre—intentaba zafarse de su brazo.
—vengo hacerte una propuesta—
—No. No. Tengo hambre— se negaba a lo que le diría — ¡suéltame! Tengo que ir a la cafetería antes de que cierre—
—No te interesa esto — le mostró un trozo de pan con jamón y queso y un jugo de durazno de medio litro.
Andrés al ver el pan se le salía la baba del hambre —¡c-claro que si! como no va interesarme —sus pupilas se agrandaron bastante teniendo la mirada fija en las manos de la chica.
—ok, te lo doy y nos vemos el sábado dentro de dos semanas en el cine— le propuso inteligente —¿trato?
El la ve entrecerrando los ojos. Que habilidosa es Franchesca. No caería ante ese chantaje. Nuevamente intenta zafarse del brazo de ella hasta que Le volvió a sonar el estómago y perdió las fuerzas. De repente... ser sobornado no le parecía tan malo. No pensaba con claridad.
—vamos Andrés —lo animaba la de puntas rosadas con voz hechizadora y manipuladora — la cafetería ya está cerrada; no tienes nada que perder —
El chico ni le prestaba atención a la chica sino a lo que tenía entre sus manos embobado —acepto Sophia. dame eso—se lo arranco prácticamente de la mano tomando asiento en el pupitre.
—fue un placer hacer trato contigo— sonrió ganadora dándole un beso con cariño en su cabeza ante la mirada molesta de Sophia que estaba al lado de una Kaori en los brazos de Morfeo sonñolienta — estamos en contacto para cuadrar los detalles Andrés; que tengas buen provecho. adiós a todos—le sobo el cabello y se despidió de todos con la mano dirigiéndose hacia Shannon que se despedía de erick.
—adiós erick fue un gusto conocerte— se despido alegre Shannon. Dirige la mirada a la chica de pelo ondulado—también a ti… mmm ¿Cómo te llamabas? —le pregunto.
—Natalia. Soy Natalia—le recordó con una sonrisa inocente.
—si. Natalia. Nos vemos mañana—se fueron del salón ambas chicas
—Kaori. Kaori—la despierta insistente la chica de trenzas junto a Natalia moviéndola con fuerza. Sí que es difícil de despertarla —levántate ya Kaori, terminamos la clase hace rato. —
—¿enserio? —bostezo para luego enderezarse en la silla. —que buen sueño me tire en una hora—
—se nota Kaori—se reía divertida la chica de trenzas junto a Natalia mientras se ponía más cerca de ella y la peinaba un poco —dormiste treinta minutos en la clase del profesor de historia y otros treinta en la clase de física en cuanto terminaste los ejercicios—
—ese profesor me provoco mucho sueño— se excusó. Todos concordaron con ella. Se giró para buscar a los dos chicos del equipo de futbol ausentes —Sophia ¿Dónde están los chicos de esta mañana? —
—te refieres a Jackson y Santiago— la de pelo corto asintió —me dijeron que te dijera que te esperan en la cancha—
De inmediato se levantó tocándose la cara para eliminar todo rasgo de sueño—debemos ir a la cancha ahora ¿nos vas acompañar Sophia? —
—por supuesto que si—acepto en ir rápidamente. Llamo al pelirrojo —no voy a poder ir contigo horita. Adelántate primero —el pelirrojo asintió con la cabeza.
—ya estoy lista —Regreso de su casillero Natalia con unos cuantos dulces oculto en una cajita— ¿nos vamos ya? —ambas chicas la agarraron del brazo para salir del salón despidiéndose de los dos chicos.
—adiós— se despide erick de ellas. —¿a ti que te pasa Andrés? Pareces un hombre a punto llorar por sus deudas—
—soy un tonto erick—decía mientras se terminaba su pan a mordiscos con una expresión triste —estoy jodido. Voy a tener que salir con Franchesca el sábado. Dentro de dos semanas.
—¡Qué bien que vayas a salir con Franchesca! —le dio varias palmadas en la espalda —la bella chica se vio muy contenta en cuanto salió. No veo el problema. Pero si quieres te suplanto—le dijo divertido.
termino de tomarse el jugo borrando la sonrisa de satisfacción que hizo satisfecho por el sabor de este —tenía la mente en blanco cuando le dije que sí. ¡Me chantajeo de manera cruel y muy inteligente! —
—jajaja menudo chantaje hermano—se burla a costa de su desgracia —ya vámonos. No tenemos nada que hacer aquí— el rubio asintió recogiendo sus cosas.