Devora
Fue un día larguísimo y si pensé que era trágico darme cuenta de que si me importaba Teresa y me compadecía de ella fui realmente ingenua. Lo verdaderamente trágico fue ver a Oksana apuñalando a mi prima frente a mis ojos y ser tan inútil como para no poder hacer nada.
Pensé en meterme al estanque y buscar el rifle, pero Cookie gritaba enfurecida y la sangre salía de su brazo pareciendo una auténtica cascada. Desesperada busqué las llaves de su auto en sus bolsillos, pero presionó con fuerza mi cuello.
— ¡Te dije que no confiaras en ella! —frunció el ceño por el dolor y miró su mano manchada en sangre—. Diles que morí desangrada por un periodo muy largo. Di que toda la sangre se escapó por mi v****a, pero no digas que morí desangrada porque una rusa me enterró una navaja en el br
