Siento mi pulso acelerarse y por un instante me debato si decir lo que realmente ocurre o seguir guardando esa parte de mi pasado como hasta ahora. Pero ahora que estamos empezando a entendernos no quiero arriesgarme. Así que pongo mi mejor sonrisa. —Franco solo me estaba recordando que tengo que revisar unos documentos urgentes —respondo sin dudar, fingiendo calma y soltando el aire como si no me temblaran las rodillas. Nicoló entrecierra los ojos, mirándonos a ambos y Franco asiente de acuerdo. —Así es —dice, con voz neutra—. Nada más. Los dejo solos. —Pasa junto a Nicoló, pero antes de salir se detiene y lo mira. —Ha sido una buena reunión. Con eso se va La puerta se cierra. Y el aire vuelve a mí. Quedo a solas con Nicoló. No sé qué va a decir. No sé si me va a preguntar algo, pero

