CAPÍTULO 26

1779 Palabras

Antuán llegó a la casa de Berenice y, al verla carente de luz, sintió un enorme hueco abrirse en su estómago y algo presionó mucho más su corazón. De por sí ya estaba preocupado por lo que debía hablar con ella, no encontrarla donde se supone que estaría empeoraba las cosas. Intentó llamarla, pero ella no le respondió así que, sin poder evitar asumir que algo malo había pasado con ella o con los niños, perdió por completo la calma. Quiso salir corriendo a buscarla, pero no sabía a dónde debía ir, así que pensó en recorrer las calles hasta que encontrara una pista sobre su paradero, pero el nombre de su madre apareciendo en la pantalla de su celular sonando le detuvo de hacer tal tontería. —Estoy segura de que ya saliste del trabajo —dijo Elena sin permitir que su hijo hablara—, ven i

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