“Una cena incómoda”
- Así que sales con el famosísimo de Dereck O’Connor – dijo Brent. Yo acababa de atravesar el umbral de la entrada en la casa de Kathleen, dos días después de mi cena con Dereck, Robin y el Sr. Moon.
Brent me fulminó con la mirada.
- ¿Cuánto tiempo planeas quedarte aquí? – cambié el tema – han pasado dos semanas. ¿No tienes familia, novia, estudios?
- Responde Tolley – gruñó – ¿Por qué no me has dicho nada?
- ¿Decirte las cosas? – reí – Brent, Doris y tú han terminado nuevamente. ¿Y soy yo quien no cuenta las cosas?
Doris Farrow, mi mejor amiga me había llamado hacía pocas horas y me aclaró el por qué Brent estaba prolongando tanto su visita. Querían estar lejos el uno del otro. Porque habían peleado y todo había terminado peor que las veces anteriores.
- Doris te lo dijo – afirmó – es una...
- ¡Brent!
- ¿Qué pasa aquí? Los gritos le hacen mal al bebé – Kath se metió en la discusión.
- Tu hermana sale con Dereck O’Connor y no me lo dijo – reclamó Brent.
- ¿Sales con Dereck O’Connor? – mi hermana me miró sorprendida – ¡Buena esa hermana!
- Gracias Kath – sonreí – Brent, ¿Sigues molesto?
- No estoy molesto, simplemente ofendido ¿Por qué no me dijiste?
- Porque no tiene importancia.
- Claro que tiene importancia, ¿Cuánto hace que salen juntos?
- Desde hace dos noches, ¿Contento? – me abrí paso entre mi hermana y Brent para ir a la cocina y beber algo de agua.
- No puedes tener una relación con tu compañero de reparto, es demasiado…
- ¿Demasiado qué…?
- Hollywoodense – dijeron Kath y Brent al unísono. Yo solté una risa.
- No puede ser, es falso ¿Verdad?
- Exacto – sonreí y bebí un sorbo de agua – muy falso.
- ¿Pero el te gusta? – rió mi hermana – Es Dereck O’Connor, claro que te gusta.
- Es lindo, tiene ojos azules – reí – y su cabello es perfecto.
- No te gusta, a ti te gusta Nick – dijo Brent. Yo fruncí el ceño. ¿De qué estaba hablando? ¿Cómo osaba mencionar el nombre de Nick cuando hablábamos de mi nuevo “novio”?
- ¡Claro que no! – busqué ayuda en la mirada de mi hermana y ella se encogió de hombros – ¿Qué te hace creer que me gusta tu hermano? Lo nuestro ya fue.
- Eso de ser “Amigos”… ¿Nick y tú? ¿amigos? No me convence, no convence a nadie.
- Estupendo, no tengo intenciones de convencer a nadie. A mí me gusta mi nuevo novio, es lindo, es talentoso, es famoso y es…
- ¿Listo? – se burló Brent – es un cabeza hueca. Simon me lo dijo.
- Simon traidor – gruñí entre dientes.
- Simon vendrá a cenar – informó Kath – vendrá Darlene también, ¿Por qué no llamas a Kelly y la invitas? – me empujó fuera de la cocina, lejos de Brent – Brent planea que vuelvas con Nick, evítalo – susurró. Se alejó y comenzó a poner la mesa, obligó a Brent a ayudarla.
Así que era eso. Los hermanitos Weyler estaban planeando que Nick y yo estuviéramos juntos otra vez. Grandioso, no necesitaba más problemas. Tenía al novio falso más estúpido del mundo, y a los amigos más conspiradores de todos. No estaba segura de poder con todo aquello.
Más tarde, Simon, Darlene, Nick, Jack y Kelly llegaron al apartamento para cenar. De seguro tendría una larga noche por delante. Kath y yo habíamos cocinado un pollo asado y mucha variedad de ensalada, Brent hizo arroz blanco y finalmente Jack llegó con unas botellas de vino para acompañar. A pesar de todo, era lindo que la mesa se llenara, luego de haber estado tanto tiempo, Kath, Kelly y yo comiendo comida congelada del día anterior antes de ir clases, o yendo a Mc’Donalds porque a mi hermana se le antojaba. Era lindo tener una cena de verdad.
Nos sentamos a la mesa y Simon pidió la bendición por los alimentos. Junto a mí estaba Kelly y del otro lado Brent, frente a nosotros, Darlene, Simon y Nick, y en cada punta, Kath y Jack.
- Está delicioso – dijo Jack llenándose la boca de comida.
- Jack compórtate, cariño – pidió Kath entre dientes. Brent soltó una risa y le lanzó una mirada a Kelly, yo lo pateé por debajo de la mesa. Él no tenía idea de dónde se estaba metiendo, Kelly era terreno resbaladizo, ella sabía jugar mejor que nadie. Y no quería que mis amigos se relacionaran, no quería más relaciones dentro de nuestro grupo de amigos.
- ¿Cómo estuvo tu día Nick? – preguntó Brent, pero no miró a su hermano, me miró a mí. Como advirtiéndome algo. Fruncí el ceño y me concentré en la comida.
- Estupendo. El curso va muy bien – respondió Nick – ¿Y el tuyo?
- Excelente hermano. Hoy me enteré de que Elaine sale con Dereck O’Connor – comentó Brent. Apreté ambos puños a cada lado del plato.
- ¿Dereck O’Connor? – rió Jack – buena esa cuñada.
- Yo lo vi por las noticias. “Dereck O’Connor y su coestrella Elaine Tolley, cita para cenar” – comentó Darlene.
- ¿Salí en televisión? – reí.
- Y en varios periódicos, y ni hablar de los blogs en Internet. Sus fans están celosas – comentó Nick. Lo miré fijo, tenía una expresión indescifrable.
- No estamos saliendo oficialmente. Solo fue una cita, y un paseo – aclaré – además tenemos que pasar tiempo juntos. Y es un chico estupendo, es lindo, tiene mucho talento, y es realmente interesante, ya me hacía falta alguien así – enterré el cuchillo en la carne con tanta fuerza que hizo un ruido, todos guardaron silencio y me miraron.
- Me alegro – dijo Nick tan bruscamente, que al parecer todos creímos lo contrario – Lastima que es pura pantalla. Plástico, moldeado por los medios. No es alguien real. Creo que te hace falta alguien real.
- Si tu definición de real, es cretino… no gracias.
- Elaine…– empezó Kath.
- ¿Cretino? ¿De qué estás hablando? ¿Quieres explicarme cuándo yo he sido un cretino?
- Nick… – intervino Simon. Nicholas lo ignoró.
- ¿Crees que estamos hablando de ti? – solté una carcajada irónica. Todos nos miraban boquiabiertos, el aire estaba tenso – ¡Mi vida no gira en torno a ti Nicholas! Que creas que hablamos de ti significa una sola cosa. Realmente eres un cretino…
Mi teléfono comenzó a sonar, interrumpiéndome. Era una tonada de Nirvana. No respondí, pero este siguió sonando, así que finalmente me puse de pie y me fui a la cocina.
- Diga – contesté una vez sola.
- Elaine – la voz de Dereck resonó del otro lado de la línea – ¿Cómo estás, novia?
- ¿Qué quieres?
- Qué amable eres. ¿Te gustaría salir conmigo hoy?
- ¿No es un poco tarde? Estoy cenando ya.
- A una fiesta tontita. Es en Brooklyn, en L21 – informó – deben vernos juntos. Te quiero aquí a las once en punto.
- ¿Estás dándome una orden? – reí.
- No seas ruda conmigo bonita, solo ven por favor, te prometo que nos divertiremos, me comportaré. Hace unas noches no hice las cosas bien, y lo siento – musitó. De acuerdo, o era buen actor, o estaba diciendo la verdad. Opté por la primera opción porque no tenía nada mejor que hacer.
- ¿Es informal?
- Si puedes usa algo sexy, sería ideal.
- Muy gracioso – solté una carcajada – no me viene lo sexy.
- Entonces, un vestido n***o y corto te vendría bien, algo de maquillaje, un par de tacones… no sé. Confío en que tu gusto para la moda sea mayor que tus capacidades actorales bonita.
- De acuerdo – suspiré cansada, ignorando su grosero comentario sobre mis dotes actorales – te veo allá, querido novio.
- Te esperaré en la entrada querida novia – rió – un beso.
- No gracias.
- No es literal – gruñó – pesada – Solté una risa. ¿Por qué reí?
- Adiós Dereck.
Corté. Volví a la mesa y todos me quedaron mirando, fruncí el entrecejo.
- ¿Qué?
- ¿Querido novio? – preguntó Brent, con una nota de desafío en la voz. Puse los ojos en blanco, ¿iba a seguir con eso?
- ¿Escuchaste? – me senté a su lado y seguí comiendo.
- Se escuchó todo – informó Jack – ¿Qué fue eso de que no te viene lo sexy? ¿De qué hablaron? – rió.
- ¡Jack! – gruñó Kathleen.
- ¿Que quería tu querido novio Elaine? – preguntó Simon.
- Debo ir a una fiesta… En L21.
- ¿L21? – Kelly abrió la boca sorprendida – es carísimo, la entrada cuesta casi tanto como un par de zapatos Chanel.
- Dereck invita – me encogí de hombros. Brent me lanzó una mirada acusadora.
- ¿Desde cuando sales a fiestas? – preguntó con desconfianza.
- ¿Desde cuando te importa?
- Estás siendo ruda…
- Estás siendo paranoico. ¿Vas a seguir reprochándome porque salgo con Dereck? ¿Estás molesto porque no te lo dije o porque esto arruina tus planes macabros? Porque si es así no quiero estar sentada en la misma mesa que tú, Brent – me puse de pie – con permiso, y lo siento mucho.
- Está bien – mi hermana me sonrió, para darme ánimos.
- Buenas noches a todos – me dirigí a la sala y tomé mi bolso. Odiaba estar arruinando la cena para todos pero no soportaba que mi propio mejor amigo estuviera conspirando en mi contra.