Me levante de un salto con las manos temblorosas, por un momento quise salir corriendo o exigirle que saliera de mi habitación pero no tuve voluntad, lo que miraban mis ojos era la mejor obra de arte que había visto y yo iba a crearla. Tome mi block habitual de dibujo, mientras él con la mirada fija en mí, se recostaba en el sofá de color crema que estaba en la parte izquierda de mi cama colocando el vaso con whisky en la mesa de noche. Comencé hacer trazos, primero su cara era tan hermoso que hasta ahora lo notaba, sus ojos eran como la mirada de un águila parecían de color n***o pero si lo detallabas bien podrías notar que era un marrón intenso, su nariz puntiaguda, totalmente perfilada lo hacía ver elegante, y sus labios, sus labios tan rosados y carnosos se veían como el mejor dulce

