Capítulo 3¡Mango Shen!
¿El nombre c***o de Katherine era Mango Shen?
Los ojos de Nathaniel se llenaron de sorpresa.
“¿Tienes alguna foto de Katherine?”
“No, el Grupo H`J protege muy bien la identidad de Katherine. He utilizado todo tipo de recursos para encontrar una foto de ella, pero no he logragrado ninguna. Se dice que es muy hermosa”.
¡Thomas no podía imaginar que el diseñador de autos que revolucionaba el mundo fuera en realidad una mujer! Además, ¡Se decía que era muy hermosa!
Esto era una locura.
¿Qué mujer podía interesarse por autos?
Nathaniel ignoró la pregunta de Thomas, perplejo miró las palabras “Mango Shen” durante un buen tiempo. Sus ojos estaban ligeramente entrecerrados evitando que la gente pudiera ver sus emociones con claridad. Sin embargo, sus dedos inconscientemente golpearon la mesa, sonando rítmicamente, lo que convirtió que el ambiente se volviera incómodo.
“Sr. Ye...”
“Ve a preparar el carro. Iré a recogerla personalmente”
Finalmente, Nathaniel le contestó con una extraña luz en sus ojos brillantes.
¡Mango Shen!
¿Era realmente una coincidencia que tuviera exactamente el mismo nombre que su exesposa?
En el incendio que ocurrió hace cinco años, nunca pudieron encontrar el cuerpo de Mango. La policía dijo que era imposible que alguien pudiera sobrevivir a un incendio de tal magnitud, incluso el fuego podía haber extinguido sus restos. Sin embargo, Nathaniel se negó rotundamente a aceptar que Mango estuviera muerta.
¡Aquella mujer, Katherine, también se llamaba Mango Shen!
No podía esperar para ver a esta diseñadora en persona.
Al escuchar esto, Thomas se sorprendió. Durante los últimos cinco años, Nathaniel no solía recoger personalmente a los futuros colaboradores de la empresa. Sin embargo, al escuchar las órdenes de su jefe, se dio media vuelta e inmediatamente se marchó para preparar el auto.
Cuando llegaron al aeropuerto, el vuelo de Mango acababa de aterrizar.
Al salir del control de seguridad, Mango, quien estaba llevando sus maletas, tenía el cabello largo y castaño con una figura perfecta, así como unos rasgos faciales impreZionantes, que atraían la atención de todos. A su lado, se encontraba un pequeño niño, que vestía un traje blanco casual, su piel era suave y tenía pestañas largas parpadeantes, al verlo provocaba que la gente quisiera pellizcarle los cachetes. Llevaba una gorra hacía atrás y saboreaba un chupetín en la boca. Seguía a Mango de mala gana y con flojera, pero sus hermosos ojos llamaban intencionalmente la atención de la gente.
“Zion, estás en Ocean City, no en Estados Unidos. Deja de ser tan arrogante y no te separes de mí”.
Al ver la expresión de su hijo, se sintió impotente y con dolor es su corazón.
Los gestos de Zion Shen se parecían mucho a los de Nathaniel. Tenía que admitir que ambos se parecían mucho, pero prefería pensar que su hijo se pareciera más a ella.
“Mami, ¿Qué me pasa?”
Zion se encogió de hombros con inocencia, luciendo un rostro travieso.
Mango se rio entre dientes y negó con la cabeza. Ella le acarició lo suavemente y le dijo: “No coquetees con esa carita tan adorable. Eres mi hijo, sé lo que estás haciendo. Te advierto, será mejor que te portes bien en Ocean City ¿Entendido?”
“No te preocupes, enfócate en tu trabajo. Solo he venido porque tengo curiosidad de ver el lugar en donde creciste. No haré nada ¡Mamá, soy tu hijo! ¿Cómo puedes desconfiar así de mí?”
Zion hizo un puchero de insatisfacción.
Mango le acarició otra vez su cabeza y respondió: “Porque estás lleno de sorpresas. Llamaré a Rainie cuando salgamos del aeropuerto. Vamos a instalarnos en su casa por unos días ¿De acuerdo?”.
“Está bien”
Zion sonrió como un ángel, tomó la mano de su madre y ambos salieron caminando.
De repente, Zion se dio cuenta de una figura familiar.
Observó a un hombre que se parecía mucho a él, tenía una presencia fría que se podía sentir incluso a la distancia.
“Esta persona debería ser Nathaniel Ye, ¿Verdad?”
¿Su papá biológico?
Zion miró disimuladamente a Mango, al verla distraída buscando el número de teléfono, de repente se inclinó fingiendo un dolor en la barriga.
“Oh, mami, me duele el estómago. ¡Necesito ir al baño!”
Mango escuchó a su hijo gritar y lo miró. Zion se apretaba su barriguita con tanta fuerza que su rostro se enrojeció. Sus pantorrillas temblaban, como si no pudieran aguantar más.
“Voy al baño contigo”
Al decir esto, Mango intentó levantar a Zion, pero de repente el niño salió corriendo.
“No es necesario, mami. No puedo aguantar más. Espérame afuera. Ya vuelvo”
Zion salió corriendo.
Al verlo así, Mango sacudió su cabeza con cariño y volvió a atender su llamada.
“Rainie, soy Mango. He vuelto”
La persona a la que Mango llamó era Rainie Blu, su mejor amiga, quien era maestra de jardín de niños. Al escuchar que Mango estaba de vuelta, se puso muy feliz; pues durante los últimos cinco años, nunca habían perdido el contacto.
“¿Cuándo llegaste? Pediré permiso para ir a recogerte. ¿Estás en el aeropuerto?”, dijo Rainie muy contenta.
“No te preocupes. No tienes que venir a recogerme. Estoy con Zion y tomaremos un taxi hasta tu casa”, dijo Mango mientras caminaba, sin prestar atención a las personas que tenía a su alrededor. De repente, tropezó con una de ellas.
“Discúlpame, no te vi”
Mango levantó rápidamente la mirada y se disculpó, pero se quedó desconcertada al ver a la persona que estaba frente a ella.
¡Era él!
¡Nathaniel Ye!
¡Las casualidades de la vida!