Por la mañana una tormenta sacudió nuevamente el pueblo, Zehres supo de inmediato que su gemelo andaba cerca, no era un dios que pudiera pasar desapercibido, se levantó rápidamente para salir al balcón buscándolo con la mirada, no debía estar lejos, su sorpresa fue enorme cuando del techo se asomó una macabra sonrisa.
— ¿Me buscabas? — pregunto el Dios.
— ¿Qué haces ahí? — Zehres lo tomo del cuello haciéndolo entrar—, podrían verte.
— No soy tan torpe — el pelinegro recorría la habitación tocando todo lo que veía—, además, la lluvia les hace bien, escuche que tienen problemas con algunos cultivos.
— ¿Escuchaste? ¿Dónde has estado metiéndote?
— Por muchos lados, tienen burdeles en el pueblo principal— señalo hacia afuera—, sus mujeres se mueven bien, pero no son exactamente como me gustan, quiero una mujer fina ¿Me entiendes?
— Te dije que no — Zehres se acercó intimidante.
— No es justo que solo tu te diviertas, incluso trabaje en mi aspecto mortal.
— Zyean…— nombro a su hermano con molestia.
— Viene alguien, entrare aquí.
Entre risas el Dios se metió en un closet para evitar que Zehres lo sacara de ahí, no le daría tiempo igualmente, fue sorprendido por la visita de Nyra que le llevaba una bandeja con el desayuno, de inmediato se acerco a ayudarla con la carga.
— Imagine que habrías despertado — mención ella sonriente.
— Si, la tormenta me despertó — la guio a la mesita—, no debió tomarse la molestia, princesa.
— No lo es, pensaba que hoy pudiéramos dar un paseo, pero el clima nos jugo en contra— tomo asiento—, quería agradecerte por la compañía anoche en el baile, la pase muy bien
— Me hace muy feliz saberlo — tomo con delicadeza la mano de la princesa—, permítame ser su compañía este día por igual, este es un palacio grande, seguro hay muchos lugares interesantes por conocer.
— Si, tengo una idea de donde llevarte ahora que lo mencionas — Nyra disfrutaba del toque de sus manos—, nos divertiremos mucho.
Zehres adoraba ver la emoción en los ojos de su amada, era como ver a las brillantes estrellas en el cielo, con ello podía comparar su belleza, siempre que admiraba el cielo nocturno reflejado en las olas del mar pensaba en ella, sus pensamientos siempre estaban llenos de la princesa.
Juntos compartieron un agradable desayuno que incluso provoco que el dios olvidara que su gemelo estaba encerrado en el closet observando todo a gran detalle, Zyean se sintió interesado en esa mujer por igual, una sensación recorrió su cuerpo, se contradijo un poco porque se trataba de la mujer de su hermano, pero si él aun no la marcaba, indicaba que todavía podía quitársela, era una simple mortal, mucho apego no le tendría.
Todos abandonaron sus pensamientos cuando las campanas alertaron al palacio, no solían sonar de la nada, debían estar llamando a todos los nobles al salón del trono, Nyra se puso inmediatamente de pie teniendo una preocupación incrustarse en su pecho, era el lazo que tenia con sus hermanos, los cuatro tenían una conexión especial y pudo darse cuenta que Einar tenia un enorme temor que tanto ella como sus dos hermanos menores eran capaces de sentir.
— Debo irme, Zehres, volveré.
El mencionado no tuvo tiempo alguno de responder porque ella ya había salido a prisa de la habitación, corrió por los pasillos del palacio hasta llegar a la sala del trono donde estaba una enfurecida dragona que se enfrentaba a sus padres.
— ¡No permitiré que se ofenda así a mi hija! — gritaba la mujer.
— ¡Nadie lo hace! — Einar estaba al frente cubriendo con su cuerpo el de Flora.
— No voy a tolerar que se rechace a mi hija, ella es una cortesana ¡Una plebeya! — señalo a la rubia—, mi hija es una princesa, ha sido entrenada para ser una reina ¡Esto es un severo insulto!
— ¡Reina Aredhel! — grito Elarimil provocando que la dragona se paralizara—, su único interés es poner a su hija como una reina ¿Acaso le pregunto cual es su deseo? — llevo los ojos a la asustada princesa de las hadas que se sujetaba del brazo de su padre —, dígame princesa ¿Usted que desea?
Carlin observo a su padre que le alentó a ir donde la reina Elarimil, así lo hizo, soltó su agarre caminando al frente del salón, primero hizo una reverencia a la gobernante, acto seguido llevo sus ojos de ella al joven príncipe Aelon que la miraba en silencio con un enorme anhelo en los zafiros que poseía como ojos.
— Deseo al príncipe Aelon, su majestad — confeso la princesa sin ver a su progenitora—, no me importa esperar a su madurez, pero es mi deseo ser su esposa, ser reina o no ya no es mi objetivo mientras acepte mi humilde propuesta para su hijo.
— Madre, yo deseo lo mismo — respondió Aelon mirando a su madre—, si me otorgan su bendición, pido la mano de la princesa Carlin.
— La tiene, su majestad — respondió el padre de la mencionada —, lamento el desastre que mi esposa pudo haber causado y si nos lo permiten nos marcharemos de inmediato, solo mi hija ha de permanecer, es costumbre de nuestro reino que ahora aprenda la vida y costumbres de su nuevo hogar.
— Que así sea, majestad.
Aredhel no quiso decir más, nadie se lo permitió, opto por salir del reino con su esposo de forma inmediata, ni siquiera su hermano Hydra la detuvo, solo la observo marcharse, debía suponer que no iba a cesar sus ansias de ver a su hija como una reina, debía tener tiempo para planear como poner a Aelon en el trono para convertir a Carlin en reina consorte, negó con la cabeza ahogando una risa.
— Sus majestades — Hydra dio un paso al frente mirando a sus viejos amigos—, perdonen a mi hermana, es algo explosiva.
— No te preocupes, pero debería controlar su temperamento — Keith observo a Carlin que se fue cerca de Aelon.
— Protegeré a mi sobrina y al reino como lo jure años atrás — el peliblanco sonrió.
— Lo agradecemos, Hydra — Elarimil sonrió al dragón—, lamentamos haber llamado a esta reunión de forma tan precipitada, pero no había más opciones.
— Es entendible, mi reina, era algo de suma importancia.
Nyra finalmente subía con sus padres luego de que todo se hubiese calmado un poco, observo a sus hermanos que se encontraban mas calmados, tan solo el menor se abrazo a ella buscando el calor de su abrazo, ella era su mayor compañía, su hermanito dependía mucho de su consuelo cuando no comprendía las situaciones de los mayores.
— Todo está bien, Keith — susurro a su hermano.
— Esa mujer me dio miedo — dijo él sin soltarla—, tenia fuego en su mirada.
— No te hará daño, yo te cuido — beso su cabeza.
— ¿Nos podemos retirar? — pregunto Einar a sus padres.
— Si, vuelvan a sus deberes — dijo Keith a sus hijos—.
Los cuatro hermanos salieron juntos con rumbo a su salón privado, tenían mucho de que hablar entre ellos, al verlos entrar las mucamas salieron de inmediato, sabían que cuando los príncipes se reunían no podían ser interrumpidos por nadie en lo absoluto, tomaron asiento y Nyra sirvió postres para el menor de ellos.
— Debiste decirnos antes que ibas a comprometerte con una cortesana — inicio Nyra.
— ¿Qué es eso? — pregunto Keith.
— Alguien que no es princesa o príncipe — le explico Aelon a su hermano—, son personas similares a las mucamas, como las chicas que acompañan a Nyra.
— ¡Oh ya entendí! — sonrió el menor.
— Iba a decírselos hoy, pero bueno, esa dragona nos encontró cuando salíamos de mi habitación — contesto Einar—, grito como loca, quería atacar a Flora.
— Por el amor de los Dioses dime que no hubo consumación… — Nyra se tallo las sienes.
— Claramente pasamos la noche charlando, sin nada de ro…— estuvo por continuar cuando Aelon hizo gestos con las manos tapando después los oídos de Keith—, no debería estar aquí— hizo el comentario por la presencia del menor.
— Es nuestro hermano, Einar — dijo Aelon—, tiene todo el derecho de estar, así que has esta charla apta para todas edades.
— ¿Qué es consumar? ¿Qué hicieron? — preguntaba el niño mirando a sus hermanos.
— Bien, bien — Einar rodo los ojos y Aelon descubrió los oídos de su hermano—, veras, Keith, cuando dos personas son mayores y se aman, pasan la noche charlando de cosas que les gusta, eso es consumar — Nyra y Aelon lo miraron con ganas de matarlo—, eso hice anoche con Flora, porque ella y yo nos amamos, pero debes saber que la consumación es solo para el matrimonio.
— ¿Se casaron? — pregunto con toda su atención en su hermano.
— Muy pronto, pero como estamos comprometidos pudimos charlar anoche, pero tú debes esperar ¿De acuerdo?
— ¡Si, hermano!
— Buen chico, ahora sigue comiendo tus postres.
— Eres un idiota — expreso Aelon.
— Oye, sin malas palabras — señalo a Keith —, o le dirá a padre.
— Volviendo al tema — Nyra evito la risa—, debiste esperar, ahora la boda debe ser cuanto antes porque dudo que tomara el té.
— Claro que no lo bebió, la boda habrá de celebrarse en una semana, aunque planeaba huir al ojo de los Dioses, por si mis padres se negaban al matrimonio.
— Claramente eso no paso — Aelon tomo una copa de vino—, necesito que te cases pronto, yo podre beber una opción para adelantar mi madurez después de eso.
— ¿Quién te la dará? — preguntaron al unisonó Nyra y Einar.
— El tío Dorian, me lo dijo anoche antes de dormir, se dio cuenta que Carlin y yo conectamos muy bien, se alegró por mí, supongo que en el fondo tenia algo de temor que no fuera a interesarme por alguna mujer.
— Tal vez tenia temor que fueses como dicen que él era a tú edad— contesto Einar—, no es que sea malo, pero como príncipes tenemos que cuidarnos de todo, es lo molesto de esta posición.
— ¿Y tú, Nyra? — Aelon llevo los ojos a su hermana—, Einar y yo sabemos que te gusto ese marinero raro.
— Me parece lindo, aun no me siento como enamorada o algo similar, pero disfruto su compañía, él escucha lo que digo, la mayoría de príncipes solo quiere que escuche sus palabras, pero no me escuchan a mí, me ven como un trofeo, como una máquina para crear herederos.
— Y sabemos cuánto te molesta eso — Einar limpiaba la boca de su hermano menor—, Aelon y yo entraremos al consejo, vamos a suplantar por un tiempo al tío Dorian porque saldrá de viaje a los bosques mágicos, así que vamos a proponer un aplazamiento para tu elección de esposo.
— Un año, pidan un año — pidió Nyra con exactitud—, en un año yo decidiré.
— Así será — aseguraron Aelon y Einar.
— ¿Terminamos por hoy?
Los cuatro hermanos dieron por terminada su reunión, Keith iba de la mano con su hermana mayor que lo llevo hasta sus lecciones de magia a cargo de su madre, el niño poseía una magia similar a la de su madre, pero tenia la extraña habilidad de mezclarla con fuego dorado.
— Lo dejo contigo, madre, yo daré un paseo con Zehres.
— ¿A dónde? — pregunto Elarimil.
— Lo llevare a los invernaderos, son mi mayor orgullo — exclamo feliz la princesa.
— Con cuidado, mi amor.
— Si, madre, nos vemos más tarde.
Con emoción Nyra iba de vuelta a los aposentos del marinero, aunque no termino de llegar pues él la encontró ya listo, estaba usando ropa de la corte, seguramente su hermano Einar se la otorgaría, extendió sus manos que fueron tomadas por el ojiazul.
— Me parece que estamos conectados, nos encontramos justo a tiempo — Zehres beso sus manos.
— Empezare a creer que es así, ven, te llevare a mi lugar favorito.
Soltó el agarre de sus manos para sujetarse del brazo masculino, caminando con calma hacia los jardines donde se erigían dos grandes invernaderos de cristal donde ella pasaba mayor tiempo cultivando un basto inventario de plantas mágicas y medicinales.
— Mi madre me enseño a crear pociones, mi tío Dorian también — iba contando la princesa—, así que desarrollé amor por las plantas curativas, mi padre me dio un viejo libro de herbolaria, con eso aprendí.
— ¿De verdad? — pregunto con sumo interés.
— Si, muchos aldeanos del norte y de otros reinos viajan hasta aquí para que los cure, algunos tratan de pagarme, pero yo no lo hago por oro o riquezas, me hace feliz ayudar a otros.
— Es muy admirable lo que haces — Nyra lo observo con una expresión diferente.
— ¿Lo crees? Otros piensan que es perder el tiempo…
— Imagino que esos príncipes pomposos de tu fiesta, bueno ninguno de ellos sabe lo que es ser un buen gobernante, se centran en generar mas riquezas que en procurar la riqueza de su pueblo, en eso admiro a tus padres, ellos han creado uno de los reinos mas fuertes, son bien conocidos por eso y no me sorprende que ustedes como sus hijos sean iguales, serás una gran reina en el futuro.
— Eso si mi futuro es ser una reina, si debo ser princesa por siempre tampoco me molestaría.
— Yo pienso que serás reina.
— ¿De las mareas? — pregunto de forma inconsciente a lo que Zehres detuvo sus pasos.
— Una fabulosa reina de las mareas.
Cuando Nyra se dio cuenta de lo que había dicho ya era tarde, la respuesta de Zehres la hizo sonrojar, se quedaron de pie justo a la entrada del invernadero, sus miradas fijas la una en la otra, el ansioso corazón de la princesa se acelero aun más cuando el mayor fue acortando la distancia, sus alientos se mezclaron hasta volverse uno solo en el instante en que sus labios se unían en un beso.
Para la princesa Nyra, su primer beso.