MORDIENDO EL ANZUELO

1518 Palabras
UN AÑO MÁS TARDE Héctor ha hecho prosperar el negocio que su padre fundo con muchos sacrificios, ahora lo ha convertido en el sustento de su venganza. A pesar de los años no le ha perdido la pista a los Valladares, siempre los mantiene vigilados, él ha programado su primer encuentro con la primera hija de ellos. —Señor, la chica que me mando a investigar está por llegar al país, al parecer se tituló y viene a casa de nuevo. —Excelente, es momento de presentarnos. Héctor tiene el día y la hora en que ella bajara del avión, su prioridad es darles donde más les duela, su objetivo es Kassandra, la hija que mandaron al extranjero a sacar un doctorado en medicina general. Héctor tiene pensado acercarse a ella de una manera que la chica confié plenamente en él y cuando eso suceda ira destruyendo de a poco su imperio. Kassandra va bajando del avión, está emocionada porque regresa a casa, ella lleva su maleta de mano y está por reclamar sus otras maletas, cuando otra persona se le atraviesa y coge su maleta, ella lo detiene bruscamente y le reclama. —Hey, esa es mi maleta. —¡Disculpe! —Esa maleta es la mía. —Ella le quita la maleta, cuando revisa la información mira que no es su nombre el que está en ella, eso ve su maleta aparecer, siente vergüenza— Discúlpeme me equivoque, es que son el mismo estilo y color. —No se preocupe, pero para recibir su disculpa me gustaría que aceptara una comida. —Ni siquiera lo conozco. —Soy Héctor Fabricio Rodríguez. Con quien tengo el gusto. —Soy la doctora Kassandra Valladares. —Una médico, que privilegio. —Usted a que se dedica. —Estoy en el negocio de los supermercados. —Qué bueno. Pero de profesión. —Ingeniero. —Se limitó a decir. —Ya que nos conocemos bien, que le parece si yo pongo el día, la hora y el sitio. —Como usted lo ordene. —Él le entrega una tarjeta de presentación. Héctor la ve partir, después que ella acepta la tarjeta, sonríe malvadamente, porque su entrada a esa familia está por llegar, se retira con su maleta vacía, simplemente era una carnada para poderse acercar a la chica. Según lo informado Kassandra acaba de salir de una relación, ya que su amante la acaba de dejar por su esposa, ella lo puso a elegir entre ella o su esposa, al parecer el hombre prefirió a su esposa y sus dos hijos. Ella busca un hombre que la complemente, no quiere un pelado ni un mantenido, ella busca una persona que le complazca cada capricho, está acostumbrada que la mimen y la consientan. Héctor tiró el anzuelo, al parecer la chica lo sujeto muy bien. Al llegar a casa ella saluda a sus padres de beso, muy contenta de volverlos a ver, sus dos hermanos no pudieron viajar, solamente ella estará con sus padres el fin de año. —Que hermosa te has puesto. —La madre le recibe con un fuerte abrazo. —Me asentó muy bien estar en Inglaterra, la experiencia fue hermosa. —Me alegra, porque ya es momento de que pongas en práctica todo lo que has aprendido, estoy por inaugurar un nuevo laboratorio, quiero que tú estés al frente de él, ya que quiero dedicarme por completo en el desarrollo de las vacunas. —¿Cómo va eso padre? ¿Con qué tipo de animal llevas los experimentos? —Un buen doctor nunca revela sus secretos, lo importante que estamos ayudando a muchas personas, de paso estamos haciéndonos ricos. —Eso es cierto, ahora estamos solventes de deudas, las clínicas que tenemos están pagándose solas, voy a trabajar duro, no te decepcionaré. —Esa es mi hija. La madre la llevo a su habitación, le encanto lo que habían hecho con su habitación, ya que se la habían ampliado, ahora tienen un guardarropa más grande, eso le agrada, por el hecho de que piensa comprar todo lo que está de moda. Se daría unos meses de recreación, por tanto, no volverá a meditar en estudios ni trabajo. —Héctor Rodríguez. Al parecer eres alguien muy relevante, no estaría mal pasarla contigo. —Dice, mientras mira la tarjeta de presentación, de inmediato guarda el número en su celular y le llama. —¡Halo! —Al tercer tono. —Hola, Héctor, te habla la chica que confundió su maleta. —No se imaginó que ella lo contactaría tan rápido, eso es un punto a su favor. —Hola, bella dama, al parecer esto significa que acepta mis disculpas y la cita. —Eso dependerá. —¿Eso que significa? —¿A dónde me supone llevar? —Usted manda, dígame la hora, el sitio y la fecha. —Excelente, le enviaré los detalles por mensaje. —Lo esperaré con ansias. —¿Usted reside en esta ciudad? —No, solamente tengo las oficinas de la cadena de supermercados en esta ciudad, viajo cada tres meses. —Le mintió. —Entiendo, bueno, me despido, estoy algo cansada, nos vemos pronto. —Hasta pronto, descanse. Héctor se sentó en su silla, sonreía de una manera malévola, su venganza cada vez se consuma, aún tenía muy claro lo que haría, todo dependerá de lo que sepa de ellos. Su plan es poder conocer muy bien a todos y conocer sus puntos débiles, sabe que son tres hijos, todos de profesión médica. Sandra fue trasladada a una habitación que está bajo la mansión, donde no hay acceso para ninguno de los que trabajan en la casa, ahora que sabe la verdad de su destino, ha caído en depresión, nada le alegra, solamente esperando morir. Su madre baja todos los días hacerle compañía, ahora que la ve decaída se ha preocupado, porque cree que algún medicamento le ha afectado. —Hija, tienes que comer. No seas rebelde —No, gracias. Se me ha ido el apetito. —¿Qué pasa? ¿Acaso no confías en tu madre? —¿Por qué me trasladaron aquí? Al menos allá estaba más cerca de ustedes. —Aquí estarás más cómoda. Esta habitación es más acogedora. —Es más pequeña que la anterior. —Tú no ocupas mucho espacio, es mejor de esta manera. —Quiero salir al aire libre, me siento asfixiada. —Cariño, sabes que eso no lo puedes hacer, el día que salgas, morirías. —Es mejor morir que llevar esta vida. Mira mis manos. —Le muestra los hematomas de tantas inyecciones que le ponen, su piel pálida, y la perdida de cabello. Su madre se lo corto estilo de varón, ella nunca se ha visto a un espejo, no conoce su reflejo. —No digas eso, pronto recobrarás la salud y podrás salir. —¡Hablas en serio! —Si, yo misma te arreglaré, que te verás muy lindas. —Por un momento las esperanzas regresaron a ella, quiso creer en las palabras de su madre, de todas formas, ella era su hija, tenía que haber un poco de amor hacia ella. —Gracias, mami. —Ella deseaba abrazar a su madre, pero evitaban el contacto físico, le decían que no podían acercarse mucho por algún virus que le pudiera perjudicar. —Come algo, no queremos que tus defensas bajen. —Sí. —Ella se sentó a comer lo que su madre le trajo, al ver que ella se ha comido todo, la felicito y se retiró, dejándola sola. Ahora una nueva esperanza ha crecido, ella se imaginó que sus padres habían recapacitado, a lo mejor ella había escuchado mal aquel día. Era mejor esperar que se recuperara. Ella tenía que ser paciente, a lo mejor su recuperación estaba más cerca de lo que ella meditaba. Eso la motivo un poco, aunque esa espina de la duda siempre le revoloteaba en la cabeza. Kassandra le gustaba su nueva vida, libre del internado, ahora podía salir de compras a donde ella quisiera, tenía una tarjeta a su nombre ilimitada, los días pasaban y aún no había decidido a donde decirle aquel apuesto hombre donde la llevaría, quería probarlo en qué tan rico era. Su padre estaba organizando muchos eventos para promocionar su laboratorio con los medicamentos que ellos elaboraban para las diferentes enfermedades, además querían presentar a su hija a los diferentes directores médicos. Kassandra se dio cuenta de un club exclusivo de empresarios, quiso probar si Héctor era lo suficiente rico para ser un m*****o de ese sitio. Ella le envió el sitio, el día y hora, cuando él recibió el mensaje sonrió al ver lo osada que ella era, busco el club. Se fijó que la membresía no era nada barata, sin embargo, era algo que se podía costear, no dé por gusto, había hecho muchos sacrificios para tener solvencia económica. —Eres una mujer muy interesada, ahora sé tu punto débil, quieres un hombre que te rodee de lujos. Por eso dicen que entre más tienen más quieren. Mientras sirvas para mis propósitos te daré lo que más te gusta.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR