Con él

Leah y ‘Ray’ se conocen una noche en la brillante ciudad de Nueva York dentro de un club. Leah ha viajado por una noche para olvidar la enfermedad de su padre y sus problemas. La química y el deseo que siente por el extraño es inmediata e imprescindible. Leah se va la mañana siguiente debido a su vuelo de vuelta a casa y por la prisa en la que quiere dejar a su ligue de una noche, deja atrás su teléfono y parte de su ropa interior. ‘Ray’ la encuentra gracias a estas dos pistas, ya que la ropa interior que llevaba puesta esa noche era de su misma compañía y su teléfono demoro demasiado en bloquearse. Días después de que ella recibe un mensaje del mismísimo Gian Bianchi, dueño de Gianchi Lingerie, el equivalente y más grande rival de Victoria’s Secret, le dice que quiere trabajar con ella. Hay un enigma en torno al CEO de este patrimonio; nadie nunca lo ha visto. Hay varios rumores referentes al dueño, pero nadie sabe cuál es real. El día de conocer a este hombre llega y Leah se desmaya al enterarse que su nuevo compañero de trabajo es el mismo hombre con el que se acostó en Nueva York. Los dos protagonistas se vuelven amigos, luego enemigos, luego amantes, todo esto es su manera de lidiar con lo que sienten el uno por el otro y es gracias a su relación, es que ella descubre un enorme secreto; Su madre y el padre de su actual esposo se conocían años antes de que su madre falleciera. Este descubrimiento crea muchísimas preguntas, y Leah ahora debe enfrascarse y volver a su pasado completamente para encontrar las respuestas que necesita. Todo esto, mientras su amorío con Gian se vuelve cada vez más serio. El contrato que ella firmo decía que el pasaría seis meses en el país natal de Leah y ella estaría seis meses en Italia, es ahí donde ella hace su mayor descubrimiento gracias a una pequeña agenda que su madre le dejo al cumplir los quince años; no es hija de su padre legal, sino del hombre que la desprecia, que toma cualquier momento para hacerla sentir pequeña e insignificante; nada más y nada menos que Divian Carti, no solo eso, sino que gracias a él se ha casado con su propio hermano. Estas vicisitudes hacen que Leah descienda en un abismo lleno de dudas y que descuide la compañía. Su padre no sabe nada de esto y piensa que todo va bien en su ausencia al igual que ella, pero uno de sus accionistas logra casi comprar Van De Allure y destrozarla por completo. Por suerte, la protagonista no está sola y tiene a muchas personas que la adoran y todas estas la ayudan a comprender que ella sigue siendo la misma persona y que su padre la amara siempre. Sin importar que. Encuentra la fuerza suficiente en esto y en su embarazo para convertirse en quien está destinada a ser.