Dennis.
Es el gran día de la pasarela. Emely está que arde en nervios, moviéndose de un lado a otro en el backstage, impidiendo que la maquilladora termine su trabajo. Es su primera vez en un evento de esta magnitud, y entiendo su comportamiento, pero la pobre artista intenta seguirla con el pincel en mano.
—Amor —la detuve, sujetándola suavemente por los hombros para anclarla al suelo—. Calma. Lo harás bien. Será mucho mejor de lo que esperas.
—No puedes estar seguro de eso. ¿Y si me caigo? ¿Y si me tropiezo con mis propios pies? ¿O si camino de manera extraña? —Su ansiedad era palpable.
—Oye, escúchame. Has practicado todos los días. Eres elegante y caminas con una gracia natural. Solo respira hondo y camina. Imagina que estás sola en nuestro salón y lo harás de forma impecable. Adem
