Darren. Estacionamos el coche frente a la imponente academia de danza. Afuera, apoyado contra un muro con los brazos cruzados y una expresión de impaciencia, nos esperaba David. Emely lo había enviado como guía hacia el estudio donde se llevaría a cabo la grabación. Había transcurrido cerca de una semana desde el incidente con aquellos dos sujetos en el evento, lo que obligó a posponer la filmación, ya que Emely se había negado, comprensiblemente, a salir del departamento. En estos días de confinamiento voluntario, pudimos conocer mejor a sus amigos. Nos agradaron de inmediato; se puede decir que hemos forjado una amistad genuina, sobre todo con David y Ángel. —Hey, hermano —Saludé a David con un choque de puños, seguido por Dean y Dennis. —Vámonos, Henry está al borde del colapso logís

