Benjamín siguió jalando de mi mano hasta que salimos del palacio, lo primero que apreciaron mis ojos fue el enorme jardín, no tenía palabras para describir lo hermoso que era. Tenia unas hermosas flores que estaban al lado de los caminos, parecía un pequeño laberinto la diferencia es que no existía posibilidad para perderse.
Habían varias personas del Servio dando vueltas por el lugar, algunas posaron su mirada en donde estábamos parados, no sabia lo que miraban hasta que fui consciente de que todavía tenia la mano del principito agarrada, en ese momento agache un poco mi mirada apenada.
—Listo, ya llegue—La voz de Joshua me hizo volteara—. Tarah, te presento a la persona que estará encargada de ti, su nombre es Jefferson.
Mire al hombre que se encontraba al lado del futuro rey de Inglaterra, era un hombre alto y moreno, su cabello y sus ojos eran oscuros, muy diferente a mi principito o a su hermano.
—Mucho gusto, señorita—El me estiro la mano.
En ese momento sentí como el principito soltaba la mía, así que no me quedo mas remedio que aceptarle la mano. en ese momento se llevo mi mano a su boca y deposito un beso en ella.
«¡Eh!, le borras el calor de su mano», pensé mientras el me miraba.
—Encantada—Dije en un susurro.
No se si era impresión mía, pero me parecía que Jefferson fuera gay, pero no lo sabría si no preguntado.
—¿Eres gay? —Pregunte sin darle vueltas al asunto.
En ese instante escuche una risa ahogada, gire un poco mi cabeza y me di cuenta que era mi principito que intentaba controlar la risa, yo solo sonreí y regrese mi mirada otra vez a mi cuidador.
—Si, pero veo que tienes coraje, espero y eso te sirva para sobrevivir—Lo ultimo lo dijo en un susurro que logre comprender.
—¿Sobrevivir? —Articule en español.
—¿Eh, que dijiste? —Pregunto.
Yo negue con la cabeza. no me había entendido y no quería que lo hiciera, aunque no había dicho nada malo, pero quiero tener la oportunidad de preguntársela al principito, para saber si las cosas entre nosotros están bien luego de lo que paso en la habitación, aunque coste que yo no me arrepiento de ese intenso mini momento que pasamos en aquella cama.
—Sus majestades—La voz de un hombre llamo nuestra atención.
—¿Qué sucede, Frederith?—La voz de Benjamín me hizo estremecer.
—Príncipe Benjamín, príncipe Joshua, vuestro padre me mando a informarles que mañana en la tarde llega vuestra hermana la princesa, para conocer en persona a la prometida del príncipe.
¿Prometida?, cuando pase de ser la esposa a ser la prometida y porque no me habían dicho nada, me imagino que en estos momentos tenia cara de boba, sin olvidar que mi principito tenia una hermana que venia a conocerme.
—También quería que le digiera sobre el anuncio del compromiso que se realizara en su cumple....
—Frederith, hablamos de eso mañana, hoy no—Articulo el príncipe un poquito irritado.
¿Anuncio del compromiso?, ¿fiesta de cumpleaños?, ¿mi príncipe cumpleaños la otra semana?, ¡Dios!, yo no le he comprado un regalo, soy muy mala esposa o prometida, ya no tengo ni idea de lo que soy, espero y mañana no salga que soy una prima o una simple amiga, porque no lo toleraría para nada, si luego de lo que paso entre nosotros me pide que seamos amigos hasta que se resuelva todo esto, cojo lo que tenga puesto y me voy como sea, así tenga que cavar un hueco en la tierra, pero yo no quiero pasar de ser la esposa a ser la amiga, no mientras estemos casados por ese bendito papel.
—Esta bien, príncipe, mañana temprano le informo todo—Menciono el señor mientras hacia una pequeña inclinación y se marchó.
—Buenoo, yo le voy a informar a Jefferson lo que tiene que saber para que este preparado, nos veremos en la cena, Tarah, Jefferson pasara por ti a las 8, Benjamín, mas te vale devolverla antes de esa hora, adiós—Comento Joshua y se adentro a la casa llevándose a Jeffrey con él.
—Ese idiota, habíamos acordado que eso lo haría yo—Escuche un susurro del principito y voltee a verlo.
Su mirada choca con la mía y yo no sabia que hacer, ni siguiera sabia que horas eran, pero me emocionaba la idea de estar a solas con el, no por el hecho de lo que paso hace rato, si no pues porque no había terceros, ni segundos.
Fruncí el ceño cuando el dijo algo en un idiota que no entendí, ni siguiera en mi vida lo había escuchado, tal vez era de esas lenguas extremamente antiguas de las que ya no se sabe nada o alguna lengua que crean los niños cuando son pequeños
—¿Qué dijiste? —Pregunte nerviosa.
—Que vamos para mostrarte todo el lugar—Comento y yo asentí.
—¿Tienes una hermana? —Pregunte mientras caminábamos por el jardín.
—Tengo dos, Katherine y Jena—Comento mirándome—, Se que debes tener muchas preguntas, luego de lo que dijo Frederith, así que te llevare a un lugar en el que podremos hablar sin ser interrumpidos.
Menciono y yo me sonroje un poco, esta bien que quería privacidad con el, pero no sabia si quería estar sin gente pasando alrededor mío mirando lo que hacemos, porque seria un peligro estar a solas completamente con tremendo principito.
—Esta bien—Dije en un susurro.
—Sígueme—Comento.
El comenzó a caminar y yo no podía seguirle el paso, me estaba quedando atrás y eso no me gustaba, en un momento el se dio la vuelta y se paro enfrente mío, yo solo cumplí con mirarlo e iba a decirle que me costaba caminar con estos zapatos que tenían algo que me estaba maltratando, pero no tuve tiempo porque el me agacho y me levanto entre sus brazos fuertes.
No era capaz de pronunciar palabra, solo veía el perfil de su cara por debajo y se veía muy encantador note como daba la vuelta en un gran arbusto y habían muchos mas, parecía un camino, cada arbusto tenia flores y miraba detalladamente las vueltas y giros que daba, una y otra vez, de derecha a izquierda, esto si parecía un verdadero laberinto, pero se detuvo un momento y me deposito lentamente en el suelo.
—Creo que aquí estas lejos de la visión de mi madre—Comento empujando un arbusto y dejando ver una fuente.
Abrí la boca y me adentre a ese lugar, había una hermosa fuente y muchas flores, seguí mirando hasta que me tope con mi príncipe sentado en una banca mirándome fijamente.
—Ven siéntate—Menciono.
Yo me acerque y me senté a su lado, respire hondo y lo mire a los ojos.
—¿Por qué dijiste que aquí podría estar lejos de la visión de tu madre? —Pregunte.
Si pensaba que no preguntaría, estaba muy equivocado, tenida demasiadas preguntas por hacerle y una de esas era saber por cuanto tiempo me quedaría aquí, necesitaba prepararme psicológicamente cuando me tenga que ir.
—Porque...mi madre es un poquito especial y digamos que...no le caes muy bien—Comento.
No podía creer que no le cayera bien a la reina de Inglaterra sin ni siguiera conocerla, pero la comprendo yo si tuviera un hijo y me saliera que se caso con una desconocida, yo también estaría muy molesta con solo pensar que tal vez la otra persona lo provocó.
—¿Cuánto tiempo estaré aquí? —Seguí preguntando.
—No lo se, estábamos pensando en dejarte ir unos días después de que llegaras, pero todo se arruino cuando se filtro fotos tuyas y mías muy comprometedoras—Articulo y yo abrí los ojos.
No puede ser, no quería imaginar que fotos habían sido las que se filtraron y esperaba que no salieran en las noticias, porque si no todos mis familiares se enterarían.
—Salió en las noticas—Comente.
—Si, eres la chica desconocida, junto a un príncipe en una pista de baile en un bar y no precisamente bailando, también en otra te llamaron la chica misteriosa y algunos otros nombres pusieron—Comento.
¿No precisamente bailando?, estábamos haciendo algo en la pista de baile aparte de bailar.
—¿Entonces? —Pregunte.
—Para evitar rumores, se dirá que tu eres mi prometida y que nos vamos a casar—Comento el.
¿Casarnos?, ya no estábamos casados, yo para que quería casarme otra vez, ya me conformaba con estar casada con el una vez, para que dos veces, aunque me moría de ganas porque eso pasara, yo sabia que no iba a ser verdad.
—Ya veo....
—Tranquila, hare que tu estadía sea grata en el palacio los meses que estés, aunque a veces tenga que viajar, me asegurare de dejarte con la mejor compañía...—Hizo una pausa—... para que no te pase nada, pero te pido que seas fuerte, Tarah, que yo estaré a tu lado para cuidarte.
Mi corazón comenzó a latir fuertemente por sus palabras, no podía creer lo que acabo de escuchar, es simplemente encantador y perfecto, por razón me tiene tan loca, el es un príncipe divino con voz moja bragas que me quiere cuidar, pero que yo quiero besar, violar y cualquier otra cosa posible.
—Gracias, pero, ¿con quien me dejaras cuando te vayas? —Tenia que preguntarlo, no podía quedarme con la duda, note como el rio un poco ante mis palabras.
—Con mis hermanas, se que se llevaran muy bien, ademas... se que cuando te conozcan no te querrán dejar sola—Comento.
No podía creer que el estuviera seguro de que les caería bien, si su mama no me conoce y ya le caigo muy mal.
—¿Por qué piensas que les caeré bien? —Pregunte seria.
—Porque a mi me caes muy bien, Tarah y con eso basta tanto para ellas, como para mi.
En ese momento le iba a preguntar algo, pero no pude porque sus labios se abalanzaron sobre los míos, comenzando un delicioso beso, mis manos fueron a su cuello y jugué con su pelo, senti como sus manos se posaron en mis caderas levantándome con un movimiento fuerte poniéndome a horcajadas sobre el, su lengua entro en mi boca profundizando cada vez mas el beso, un gemido se ahogo con sus labios cuando sentí sus dos manos que me apretaron mi culo con fuerza.
—Eso es trampa, yo quería apretarte el suyo
Apenas me di cuenta de lo que había dicho me tape la boca con ambas manos, no podía creer lo que había dicho.