Capítulo Nueve

1643 Palabras
Las semanas pasaron rápido tanto que ya estábamos a fin de mes, este mes me había ido muy bien y no podía estar más feliz. Sumándole que Lexi venía cada fin de semana a casa con dos kilos de helado, veíamos películas, íbamos al shopping, al parque, por supuesto que Alex nos acompañaba a todos lados y todos la pasábamos muy bien. Por otro lado, hoy estaba aún más feliz, ya que era viernes, amaba los viernes. Pero, aún no terminaba el día, por lo tanto, todavía seguía en el trabajo. Como era mediodía, me encontraba en la cafetería más cercana del trabajo junto con Zoey para almorzar. ⏤Bell, voy por un jugo de naranja, ¿necesitas algo?. ⏤Sí, un jugo de naranja también, por favor ⏤dije mientras buscaba en mi bolso el dinero para dárselo. ⏤No, déjalo, lo pago yo. ⏤No, ¿como crees? Toma ⏤se lo extendí para que lo tomara, pero no lo hizo. ⏤Que no, estoy tratando de ser buena persona y tú no me dejas. Eres una pesada, guárdalo, te lo pago yo ⏤se retiró antes de que pudiera responderle. Sonreí esa mujer era imposible. De pronto, oigo mi celular sonar. Busco en mi bolso para contestar. Era Mónica, lo más probable es que Alex quisiera hablar conmigo, ya que solía llamarlo todos los días a esta hora, entonces, respondí. ⏤¿Hola? —dije. —Anabell⏤Habló Mónica en un tono algo preocupado e inmediatamente mis sentidos se alarman. ⏤Sí, Mónica, ¿Qué sucede?, ¿Está todo Bien?, ¿Alex está Bien? ⏤lo sé tal vez me estaba precipitando al oírla así pero, no lo pude evitar. ⏤No, Alex no está bien, lo estamos llevando al hospital ⏤en ese mismo momento mi corazón comenzó a palpitar rápidamente y empecé a temblar. ⏤¿Pero que pasó?, ¿A dónde lo llevas?, ¿Es grave?. ⏤Anabell, tranquila, se desmayó. Según me dijeron no es nada grave, pero de igual forma lo estoy llevando al hospital Brightwell. Te espero allí. ⏤Sí, voy de inmediato. Nos vemos ⏤Finalicé la llamada. En estos momentos es donde me hacía falta un automóvil para llegar más rápido. Recogí mis cosas para irme directo al hospital. En eso, Zoey regresa con el jugo de naranja. ⏤¿Bell? ¿Qué sucede? ¿Piensas dejarme plantada? —bromea. ⏤Me tengo que ir. Alex está en el hospital. ⏤Dios mío, ¿pero es algo grave? ⏤Mónica dijo que no, pero aún así debo ir a ver qué sucedió. ¿Me haces un favor? ⏤Sí, lo que quieras. ⏤¿Puedes avisarle a la Directora y explicarle por favor? Yo la llamaré en cuanto pueda ¿si?. ⏤Claro, no te preocupes. Yo le aviso. Vete tranquila y toma tu jugo. —me extendió el vaso. ⏤Gracias Zoey ⏤me despedí con un abrazo. Antes de salir bebo mi jugo y tiré el vaso de plástico a la basura y rápidamente voy saliendo del local. Estaba por contestar un mensaje cuando choco con algo, o mejor dicho con Dylan, y este me agarró de los hombros para que no me cayera. ⏤Lo siento —digo ⏤No te preocupes. ¿Estás Bien?, te noto algo preocupada ⏤dice Dylan. No habíamos visto poco últimamente, y la verdad es que yo lo evitaba la mayor parte del tiempo. No quería crear confusiones a Alex si él se encontraba cerca, así que había decido evitarlo. ⏤No, Alex está en el hospital. Me tengo que ir. Nos vemos ⏤me hice a un lado y comencé a caminar, pero Dylan me alcanza y me detiene. ⏤¿Quieres que te lleve? ⏤preguntó. ⏤No, no te preocupes. No quiero molestar, pero gracias. ⏤No, ¿Que dices Anabell? te llevo con gusto. Vamos, mi auto está allí ⏤señaló su auto a unos metros de nosotros. ⏤¿Y el trabajo? ⏤pregunté ya que aún no había terminado el día laboral. ⏤No te preocupes ⏤miró el reloj que llevaba en la muñeca ⏤. Aún sobran cuarenta minutos para entrar. Aunque sea, te puedo acercar. ¿Qué dices? ⏤Está bien. Eres muy amable —acepto sin más porque de esa forma llegaría más rápido junto a mi niño. ⏤Contigo siempre ⏤contestó y me guiñó el ojo. Dylan me parecía un hombre muy bueno, agradable y, sobre todo hermoso. Pero no quería entrar en ese círculo de trío amoroso o algo así. Ya sé que yo no sabía si la mujer y la niña que estaba con él el otro día en McDonald's era su esposa e hija, pero es mejor evitar malos ratos. Llegamos a su automóvil y como la vez anterior que me había llevado a mi casa, me abrió la puerta del copiloto. ⏤Gracias. ⏤De nada ⏤rodeó el automóvil y subió al automóvil⏤. Y ¿A qué hospital te llevo?. ⏤El hospital brightwell, ¿Lo conoces? ⏤lo miro. ⏤Sí, está muy cerca llegaremos en un santiamén, no te preocupes ⏤dijo y el móvil se pusó en marcha. Yo me dispongo a llamarle a mi jefa para explicarle mejor de el por qué me tuve que retirar de esa forma sin avisarle personalmente. Ella lo entendió perfectamente y me dijo que ya no hacía falta regresar al trabajo por hoy. ⏤¿Te gustaría escuchar la radio? ¿O te molestaría si la pongo? ⏤Oh, no te preocupes, ponla si quieres. A mí no me molesta. ⏤Bien, ¿qué tipo de música te gustaría escuchar?. ⏤Cualquiera, o sea, escucho de todo un poco, pero pon la que te guste a tí. ⏤Está bien, tampoco tengo un género en particular ⏤encendió la radio y buscó alguna emisora que le gustara, hasta que la dejó en una que pasaba ‘Magic’ de Coldplay. Amaba esa banda, tenían canciones realmente buenas, pero en este momento no la estaba disfrutando del todo. Dylan al contrario se encontraba tarareando la canción tranquilamente, yo simplemente me puse a ver por la ventana. Unos minutos más tarde ya estábamos frente al hospital. Estaba algo más aliviada, pero necesitaba ver a mi niño o colapsaría. Así que me bajé del móvil antes de que Dylan me abriera la puerta. Fuí hacia su lado y lo abracé. Él se quedó estático por un momento pero luego me correspondió. Se sentía tan bien ese abrazo que no quería soltarlo pero debía hacerlo o sería raro, así que lo solté. Estaba agradecida con él por acercarme hasta aquí; si hubiera venido en bus, creo habría llegado 1 hora o más tarde. ⏤Gracias por acercarme hasta el hospital Dylan. Si no me hubieras traído, tardaría más en llegar aquí y me habría vuelto loca de preocupación. ⏤No es nada linda —dice con una cálida sonrisa—. Ahora ve junto a tu pequeño, seguro te estará esperando. ⏤Gracias, y disculpa si invadí tu espacio personal. Oh y por cierto, disculpa por gastar todo el tiempo de tu almuerzo. Te lo compensaré. Toma ⏤le extendí un poco de dinero, pero él tomó mi mano y la cerró suavemente. ⏤No hace falta, en serio, Anabell. Ve tranquila. Tal vez algún día me devuelvas el favor ⏤me guiñó el ojo. ⏤Esta bien, Gracias. Adiós ⏤me despedí. ⏤Adiós, no vemos ⏤se despidió, subió a su automóvil y yo entré rápidamente al hospital mientras llamaba a Mónica para saber exactamente en qué parte del hospital encontraba. Al contestarme, me indicó dónde debía ir. Al llegar al piso indicado, fuí buscando por el pasillo el número de la habitación de Alex, y en eso ví salir a Mónica de una de las habitaciones. Corrí hacia ella. ⏤¿Cómo está Alex? ⏤pregunté de inmediato. ⏤Él está bien, ya volvió en sí Anabell. ya puedes estar tranquila. El doctor me dijo que no corre peligro, que estas cosas son normales en los niños y más en días tan calurosos como hoy. Pero me pegué un susto enorme al ver que se había caído y no respondía. Fué horrible, así que llamé a una vecina y ella nos acercó hasta aquí. ⏤Que bueno que alguien pudo ayudarte. También me asustaste mucho y vine lo antes posible. ¿Está él despierto?. ⏤No, se acaba de dormir, pero entra, estuvo preguntando por tí un buen rato. ⏤Bien, gracias Mónica —le agradezco con una sonrisa. ⏤No hay de qué. Iré a avisar al doctor que estás aquí. ⏤Ok ⏤me adentré a la habitación y lo ví recostado en la camilla. Me acerqué a su lado y me senté en un sillón que se encontraba junto a la cama. Le agarré su pequeña mano. Me había asustado muchísimo, no sabría qué hacer si algo malo le llegara a suceder. La preocupación que había experimentado hoy no se comparaba con nada de lo que había sentido antes. Sé que tal vez estaba exagerando un poco la situación, pero nunca había pasado por algo así, lo bueno era que no era nada grave, lo cual era un gran alivio para mí, sin duda. Pasaron varios minutos hasta que el doctor por fin apareció en la habitación de Alex. ⏤Buenas tardes, ¿Es usted la madre de Alex Dawnson? ⏤Sí. ⏤Bien, a su hijo le agarró insolación pero, se encuentra bien, pero lo tendremos una hora más para asegurarnos que se recupere del todo. Tiene un pequeño golpe en la cabeza que, seguramente, fué provocado por la caída del desmayo, pero nada grave. ⏤Que bueno ⏤suspiré aliviada. ⏤Sí, el niño sólo debe hidratarse más, descansar y no jugar mucho bajo el sol. ⏤Entiendo, Doctor. Muchas gracias. ⏤De nada, ¿Puede firmar unos papeles? ⏤Por supuesto, ya vuelvo Mónica. ⏤Aquí te espero ⏤dijo ella. Fuí a firmar algunos papeles y luego volví a la habitación de Alex a esperar una hora a que se recupere por completo y así poder irnos a casa. Este día hubiera sido mejor si no hubiera terminado en el hospital, pero de todas formas agradecía que mi niño estuviera bien.
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