Capitulo 73/Sin editar

1677 Palabras
Capítulo 73 Un nuevo punto No hay nada más placentero que asesinar sin ninguna restricción, cuando era niño me imagine esto de maneras diferentes. ¿Cómo sería desmembrar a una persona?, ¿Cómo sería ver a una persona en su último aliento?. Diferentes preguntas pasaron por mi mente, sin embargo, la psicóloga solía preguntar si he asesinado a algún animal o dañado a alguna persona con una clara intención, En ese entonces mis pensamientos eran más curiosidad que el querer, considero que todos pasamos por ese punto aunque algunos nos pasamos la vida sin quitar el dedo de ese renglón mirando a nuestro alrededor de una forma que cualquiera diría que es aterradora. No son ganas de quitar la vida sino el hecho de que la vida es solo una flama en una veladora que con un simple soplido puede ser apagada, es mi rara manera de compararlo. Aunque acepto que si tenía un problema. Pero fue la manera incorrecta de manejar las cosas, Laura me salvo, dejo caer una lágrima que limpio antes de que llegue a mi barbilla, ¿Qué habría sido de mí sin ella? Tal vez habría conocido a Cesar antes, nos pudimos haber matado entre nosotros o en el peor de los casos congeniar lo que ahora será imposible. Aunque creo que sus preguntas no eran correctas, alguien con cualquier trastorno diría que sus preguntas son absurdas, aunque considero que hay algunos que hacen bien su trabajo, no me cabe duda de eso. ¿Pensamientos con asesinatos?, Puff claro asesiné a mi profesor de Kínder por ser tan molesto profesando paz mundial mientras nos regañaba por todo. ¿Has disfrutado la disección de la rana? Rotundamente no, ¿Eso hacía más enfermo al maestro?. diría que si, sin embargo, la excusa seria es por el aprendizaje. No hubo ningún momento que disfrutara, la primera vez que mate a alguien fue por Gales, mi único pensamiento era protegerla y ahora es proteger a mi familia. El ruido se vuelve silencio mientras veo a la televisión, un extraño programa educativo. Al menos intento Luis hacer llevadero el apropiarse de mi familia, Gales es una mujer que no querrías soltar con facilidad, sin embargo, me encuentro considerando ser piadoso contra él, pero no puedo arriesgarlos de nuevo, ya no. Los quejidos de Luis me hacen sonreír, siento alguna clase de energía recorrerme además de que mi tatuaje que ahora que lo pienso no recuerdo haberlo hecho comienza a picar, en estos momentos decido ignorar esos pensamientos para enfocarme en una tortura lenta. Pronto tendrá alguna clase de derrame o en el mejor de los casos lo mataré. Me están rodeando, aunque gracias a eso puedo calculas sus movimientos. Goldon me entreno para momentos como este “Cierra los ojos y deja que tus sentidos sean los que te guíen”, fueron muchos moretones y quejas que hoy agradezco. Quito mi sudadera y con una cuchilla me acerco a Luis, dejo que cada paso cree una historia en su mente lo noquee para darme tiempo y privacidad en lo que ellos se iban. Sé que Abi podrá manejar las cosas por un tiempo, cuando se den cuenta de que no estoy con ellos, supondrán que planeamos algo. No haría algo como esto frente mi familia. Observo a Luis, trae un pantalón de Mezclilla y una camisa de cuadros roja, su estilo impecable ha sido hecha a un lado para mostrar a un hombre desesperado. Me mira con miedo y calculando lo que hará, pero no le doy tiempo a pensarlo. Entierro la cuchilla en su pierna, su grito parece no alertar a nadie, lo que me hace suponer que van tras ellos. Sus manos van al cuchillo para quitarlo, oh amigo, debías buscar con que atacarme, pero la otra cuchilla la dirijo a su estómago, lo que dañara algunos órganos dándola una probabilidad nula de vivir a menos que seas dios. Me mira con terror, la sorpresa lo ha dejado paralizado, no me creía capaz de matarlo. Se deja caer en el suelo. Lo observo mientras el brillo en sus ojos va desapareciendo, la sangre llega hasta mis botas donde estoy en cuclillas frente el que no me quita la mirada. Tose, se esta ahogando con su sangre. —Tu error fue pensar que ella te amaría toda ti vida sin darle nada a cambio, ¿El mío? —hago la cabeza un lado y hago una línea con los labios —No haberla encerrado en mi sótano antes —murmuro, saco otra cuchilla dejándola caer en su pecho cerca del corazón Suelta un pequeño grito, aun esta vivo, quito la cuchilla de su pierna y luego la del estómago —No traje más, y aún tengo a más para agregar a mi colección —extiendo una sonrisa burlona Su pecho deja de subir y bajar es momento de moverme. Rebusco en sus bolsillos buscando si tiene algo que me pueda servir. Bingo. Sonrió no supuse que tuviera uno. Me encuentro un teléfono que tiene línea, marco al único número que conozco al que llamo cuando tengo problemas. El teléfono solo timbra una vez cuando escuchó a Fray. —¿Si? —su voz es quebraza como si hubiese llorado por largo tiempo Escuchó voces a su alrededor, él es el que esta sufriendo en esto, no solamente perdió a la mujer que amo y con la que se iba a casa, sino su hermano en problemas mayores de los que su vida tubo. —Fray —murmuro y es lo que lo hace volver a soltarse a llorar, sabe algo o lo presiente no tengo idea —Estás vivo —murmura, con un suspiro ahora sé lo que pasa, aunque no quiero decirle "Bueno hasta ahora lo estoy" —Cabaña al noreste del pueblo, encuéntrame, siempre lo haces —con eso cuelgo Salgo de la cabaña, atento a mi alrededor han ido tras ellos. Mientras yo atacare de atrás, Abi cubrirá el frente lo mejor que pueda, confió en que lo hará. Corro por el bosque hasta encontrar mi primera víctima escondida en la maleza,"Sé un halcón en busca de tu presa y luego ataca" salto al tronco del árbol para impulsarme, el ruido que hago hace que se levante alerta, pero lo tecleo antes. No le doy tiempo a reaccionar cuando ya tengo la soga en su cuello uso fuerza hasta que escucho el "Crac" de su cuello romperse. Desde aquí puedo escuchar los disparos. Los han alcanzado. Saco las dos armas de la montadura y comienzo a disparar a los que están atrás han dejado descubierto. Los disparos de Abi se dejan de oír ha retomado su camino, golpeo al que se acerca con el cartucho y coloco uno nuevo para el siguiente tiroteo, me cubro al recibir unos disparos. —Vamos hermano. No me digas que te molestaste por Luisa —me burlo moviéndome tras otro árbol He eliminado 4 me sobras 6 y Cesar. —¿Por qué crees que se acostó contigo?, Te daré una pista —guardo silencio esperando algún otro movimiento —Tu físico —me burlo —Maldito imbécil —lo escucho gritar y luego un golpe en seco Sonrió, lo he sacado de sus cabales, esta es una buena táctica al parecer mi hermanito es impulsivo. Sigo moviéndome hasta que choco con el grandullón, me observa molesto. Yo también lo estaría cunado me equivoqué de jefe. Me da un puñetazo casi haciendo que caiga aunque me repongo rápido, no me espero que sea rápido cuando recibo uno más haciéndome caer, wou alguien me ha tocado. Retrocedo calculando mi siguiente paso, su sonrisa de autosuficiencia hace mucho por mi ego. Saco la daga de mi pantalón y la encajonen su pie cuando esta acerca, me levanto un poco para dar el puñetazo y luego otro intentando hacerlo caer. Pero me teclea habiéndonos caer, levanto la rodilla para golpear su costilla y recibo un golpe en la boca del estómago. Toso tratando de recuperar la respiración antes que él. Lo hago y en lo que se recompone alcanzó el arma y disparo justo en la clavícula. Su cuerpo inerte cae sobre mí. Me faltan 5. Lo muevo y me levanto aproximándome al siguiente, las sirenas de la policía se escuchan a lo lejos. Esto se volverá un caos. Mi cuerpo duele, pero la adrenalina es la que me mantiene en pie. Sigo moviéndome hasta encontrar una chica, la empujó contra el árbol y disparo. Para ser profesionales han fallado. Hay un claro plan a seguir cuando el último cae. Camino hasta donde ese escucha el alboroto. Verífico el cartucho casi lleno es hora de que acabemos con esto. Fray es el primero en mirarme le apunto a Cesar que parece darse cuenta de mi presencia, siento a alguien moverse tras de mí. Abigaíl no se mueve esta atenta con mi familia. Agarra a mis hijos cuando intenta venir a mí. Observo tras de mí, sonrió la misma chica de las dos veces ahora tiene quemaduras en su cuerpo y hay un odio feroz en su mirada. —Aún sigues viva —me burlo moviendo mis brazos de forma efusiva —Si, por lo contrario, tú no por tanto tiempo —sus manos tiemblan, doy pasos hasta ella —¿Quién te dijo que ese no era el plan? —murmuro cerca, abre los ojos sorprendidos —Nacimos juntos hermano, nos veremos del otro lado —grito a pulmón dando vuelta y apuntando a Cesar Le disparo, las balas caen en su cuerpo, me encargo de vaciar el cartucho, negándole la posibilidad, mientras yo recibo dos por la distancia ella no me da en un lugar que me pueda comprometer, sin embargo, el grado de sangre que siento perder me hace pensar lo contrario. Me dejo caer de rodillas, mi cuerpo parece hacerme sentir los estragos de lo que he hecho. Mi cuerpo caer, siento un golpe en mi cabeza que me hace perder la conciencia, lo último que logro escuchar son otros disparos, supongo que es Abi,
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